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Fútbol | Mundial de Brasil 2014

El Mundial de Brasil, a contrarreloj

  • Cuatro de las 12 sedes del Mundial de Brasil están aún sin terminar
  • El gasto en las obras se ha disparado a unos 2.704 millones de euros
  • Hasta el momento, las remodelaciones se han cobrado siete víctimas mortales

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Imagen del estado actual del Arena da Baixada, el que más retraso acumula en sus obras.
Imagen del estado actual del Arena da Baixada, el que más retraso acumula en sus obras.

"Curitiba es confirmada como sede de la copa de 2014, basada en las garantías financieras, el compromiso de todas las partes y el progreso realizado", dijo el pasado 18 de febrero el secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, después de las dudas que habían suscitado los retrasos en la construcción del estadio Arena da Baixada.

Faltan menos de cuatro meses para que dé comienzo el evento más importante del fútbol, el Mundial de Brasil, que se celebrará del 12 de junio al 13 de julio, y todavía faltan por entregar cuatro de las 12 sedes que albergarán los partidos de la competición.

Las declaraciones de Valcke ratificaron al estadio de Arena da Baixada como una de las sedes, a pesar de los numerosos retrasos e incrementos financieros que está suponiendo su puesta a punto.

La FIFA creó un comité de emergencia el pasado mes, cuando comprobó con temor que los retrasos en los estadios que albergarán los partidos del Mundial se acumulaban, a pocos meses de la celebración del torneo.

La organización del Brasil 2014 tenía como fecha límite para la conclusión de las obras el pasado 31 de diciembre de 2013,  pero a esa fecha, faltaban seis estadios por terminar, lo que llevó a la FIFA a crear un comité para vigilar las obras.

Las obras del estadio de Curitiba se aceleraron para acabar en 15 días lo que tenían previsto hacer en dos meses, lo que conllevó la contratación de más mano de obra para acelarar el proceso.

Los estadios que están por terminar son: El Arena de Sao Paulo en Sao Paulo, el Arena Pantanal en Cuibá, el Arena da Baixada en Curitiba y el Arena da Amazonia en Manaus.

Sin duda, el que más retrasos lleva es el de Curitiba, ciudad que acogerá a la selección española de Vicente del Bosque. Además, en el estadio Arena da Baixa se jugará el último partido de la Roja ante Australia, correspondiente a la fase de grupos.

También se disputarán tres partidos más de grupos. El Irán-Nigeria, Argelia-Rusia y Honduras-Ecuador.

De esa lista negra de las sedes sin acabar salió el pasado 22 de enero el Arena das Dunas, tras ser reinagurado por la presidenta del país, Dilma Rousseff. El estadio fue construido en 1972, pero para que pudiese ser una de las 12 sedes ha tenido que someterse a una completa remodelación, que pasó por derribar un polideportivo cercano para agrandar y modernizar el recinto.

El último campo entregado ha sido el Beira Rio de Porto Alegre, acto al que también asistió la presidenta brasileña para hacer los honores, fue el pasado jueves 20 de febrero. Este estadio ya ha albergado un partido de la liga local y la inauguración oficial será en abril.

Las otras seis sedes restantes ya estaban ajustadas a lo que pedía la FIFA o tuvieron que someterse a pequeños retoques.

El Mineirao en Belo Horizonte, el Estadio Nacional en Brasilia, el Castelao en Fortaleza, el Maracaná en Río de Janeiro, el Fonte Nova en Salvador, y el Arena Pernambuco en Recife fueron las sedes de la Copa Confederaciones del pasado verano de 2013.

El presupuesto se dispara

Precisamente, dos de esos templos del fútbol serán los protagonistas del Mundial. El Arena de Sao Paulo acogerá el partido inaugural de la competición el próximo 12 de junio, entre Brasil y Croacia. La final será en el histórico Maracaná de Río de Janeiro.

Los retrasos en las obras de los cinco estadios pendientes de finalizar no son el único problemas de los organizadores. Esas tardanzas han acarreado que el dinero destinado a las remodelaciones se haya incrementado en dos tercios.

El presupuesto para las obras de los 12 campos era en un principio de unos 2.966 millones de reales brasileños,  que traducidos en euros suponía una inversión unos 901 millones.

Según el diario de O Estado de Sao Paulo, esa cuantía se ha disparado al triple de lo presupuestado en 2007, cuando la FIFA anunció que Brasil albergaría el Mundial de 2014. De los 2.966 millones de reales se ha pasado a 8.900 millones, es decir unos 2.704 millones de euros.

Al finalizar las obras, el Mundial de Brasil 2014 habrá costado más que la suma de lo que costó el de Alemania 2006 y el de Sudáfrica 2010. Entre ambos se gastaron unos 2.100 millones de euros en las obras de remodelación y construcción de estadios.

De los 2.704 millones de euros que se habrán destinado a la finalización de las sedes, el 85% del capital estará sufragado con dinero público, el otro 15% corresponde a capital privado. Brasil destinará 2.298 millones del erario público a las obras de los 12 estadios.

Pero el costó de albergar un Mundial no solo es económico,  desde el 2007 han muertos siete obreros es dichas remodelaciones de cuatro de las 12 sedes. Cuatro trabajadores murieron en el estadio de Arena da Amazonia, dos más en el Arena de Sao Paulo y uno en el Estadio Nacional.

El estadio da Amazonia en Manaos fue el escenario que se cobró la última víctima mortal hasta el momento. Fue el pasado 2 de febrero, cuando una de las piezas de una grúa cayó sobre un obrero de 55 años.

Además, los altos costes derivados del Mundial 2014 pueden convertirse en el caldo de cultivo de nuevas protestas, como las ocurridas durante la Copa Confederaciones, donde miles de brasileños salieron a las calles por las subidas del transportey para pedir que una economía emergente como la brasileña viese revertido ese potencial en erradicar la pobreza del país.