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Atletismo | Caso Pistorius

Una testigo que escuchó "fuertes gritos" contradice la versión de Oscar Pistorius

  • La vecina del atleta asegura que los gritos fueron antes de los disparos
  • Comienza el juicio por el presunto asesinato de Reeva Stenkamp
  • El sudafricano mantiene que fue accidental y se declara "no culpable"

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Oscar Pistorius reconoce que disparó a su novia pero dice que fue un accidente

Oscar Pistorius se declara "no culpable" del asesinato premeditado de su novia Reeva Stenkamp, cuya muerte ocurrió en la madrugada del 14 de febrero de 2013 en casa del atleta sudafricano por los disparos del arma de este. El corredor paralímpico, apodado "Blade Runner", siempre ha sostenido que escuchó ruidos en el baño y creyó que alguien asaltaba su domicilio.

El Tribunal de la Magistratura de Pretoria, presidido por la juez Thokozile Masipa, ha comenzado a juzgar lo que ocurrió el 14 de febrero de 2013 en la exclusiva vivienda que la pareja compartía en Pretoria.

Según el fiscal del caso, Gerrie Nel, durante la madrugada del día de la muerte el atleta y su novia tuvieron una fuerte discusión que llevó a la modelo a esconderse en el cuarto de baño.

El atleta, a quien gente de su entorno describe como un apasionado de las armas, cargó su pistola de "9 mm" y disparó desde fuera, atravesando la puerta y alcanzando mortalmente su compañera.

Una vecina escuchó gritos

Michelle Burger, vecina de Oscar Pistorius y primer testigo llamado por el fiscal a declarar en el juicio por asesinato al atleta sudafricano, dijo hoy que oyó gritos y disparos la noche en que el deportista mató a tiros a su novia.

"Justo después de las tres de la mañana me despertaron unos terribles gritos de mujer", afirmó Burger, cuyo marido también oyó los gritos, ante el Tribunal Superior de Pretoria, donde hoy comenzó el juicio.

Burger aseguró haber escuchado también a un hombre pidiendo ayuda, y su marido pensó que se trataba de un asalto a una casa y llamó a los guardias de seguridad.

Según la testigo, los gritos de mujer alcanzaron después un "clímax", tras el que se escucharon cuatro disparos. Burger, cuyo balcón está a 177 metros de la casa de Pistorius, que vivía en la urbanización contigua, indicó que pudo sentir el "terror" y la "agonía" de la mujer que gritaba.

El principal abogado de la defensa, Barry Roux, se enzarzó después en un largo interrogatorio a Burger, al cuestionar los detalles ofrecidos por la testigo y preguntarse por qué no oyó los golpes de bate de crícket con los que Pistorius trató de abrir la puerta del baño tras la que acabó con la vida de su novia.

Pese a comenzar su intervención visiblemente nerviosa y sensible, la mujer, que trabaja en la Universidad de Pretoria, resistió el carácter incisivo de Roux, e insistió en que oyó claramente voces angustiadas y tiros de arma.

"Sé cómo suena un disparo. Sólo puedo decir lo que oí", indicó la testigo, que al escuchar los gritos pensó que se trataba de un asalto a una casa cercana y avisó a una empresa de seguridad.

Confusión, según la defensa

En el tribunal, uno de los abogados del deportista, Kenny Oldwage, leyó la versión de los hechos aportada por el acusado, que sostiene que confundió a su pareja con un intruso.

"Reeva debió haber ido al aseo. Cerró la puerta corredera. Me acerqué al baño para defender a Reeva y a mí mismo", leyó el abogado.

"No existe ningún tipo de fundamento para el alegato de la Fiscalía de que él quería matar a Steenkamp", agregó el letrado, que negó que la pareja mantuviera una discusión la noche del fatal tiroteo, como mantiene el Ministerio Fiscal.

Al llegar al tribunal vestido con traje oscuro y camisa blanca, el deportista saludó con gesto circunspecto a varios policías, y habló en repetidas ocasiones con sus abogados.

Decenas de periodistas llenan la sala del Tribunal Superior de Pretoria, donde la juez Thokozile Masipa debe establecer si Pistorius mató de forma intencionada o no a la modelo, que entonces tenía 29 años.

Acompañada de otros miembros de la familia, la madre de la fallecida, June Steenkamp, está presente en la sala.

También lo están el tío del acusado, Arnold Pistorius, y sus hermanos, que se han sentado en la misma fila que los Steenkamp y no se han saludado con la familia de la víctima.

Premeditación, según el fiscal

Nel sostiene que Pistorius mató a Steenkamp, una mujer "inocente y desarmada", de forma premeditada, algo que el corredor olímpico siempre ha negado. "Nada puede estar más lejos de la verdad", afirmó el atleta, de 26 años, durante la vista judicial que le sirvió para obtener la libertad condicional bajo fianza.

Según su versión, poco después de acostarse escuchó un ruido en el cuarto de baño y pensó que había intrusos en su casa, por lo que cogió la pistola que guardaba debajo de la cama, pues había recibido "amenazas de muerte" en el pasado, y se fue hasta la puerta. "Disparé un tiro -arguyó el velocista- y le grité a Reeva que llamara la Policía, pero al regresar a la cama ella no estaba allí".

El corredor volvió al baño, rompió la puerta con un bate de criquet y encontró a la mujer ensangrentada.Aún estaba viva, así que la llevó a la planta baja de la vivienda para trasladarla al hospital. "Murió en mis brazos", relató Pistorius entre sollozos ante el juez.

En libertad condicional desde 2013

Ocho días después del suceso, y tras cuatro aplazamientos de la vista, el juez le concedió la libertad bajo fianza ante la inconsistencia de las pruebas aportadas por la Fiscalía.

El magistrado le impuso una fianza de un millón de rands (85.000 euros) y le exigió que entregara su pasaporte y sus armas de fuego, condiciones que un mes después modificó el Tribunal Superior de Justicia.

La Policía completó su investigación sobre la muerte de Reeva Steenkamp y publicó sus conclusiones en la vista que celebrada el pasado febrero en el Tribunal de la Magistratura de Pretoria.

A partir de ahora "Blade Runner" ("el corredor cuchilla"), como se conoce popularmente a Pistorius por la forma de sus prótesis de carbono, iniciará una prueba que tiene como meta evitar la cadena perpetua.