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Fútbol | FC Barcelona

El Barça pierde el rumbo

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Bartomeu confía en Martino y en el equipo

La derrota del FC Barcelona ante el Valladolid en Zorrilla (1-0) pone a la deriva al equipo culé, pero no por el tropiezo, sino por a forma en la que se ha producido. Además, los catalanes se han quedado sin apenas margen de error en su lucha por la Liga.

La indolencia de los hombres de Martino desde que comenzó el choque, con el campeonato en juego, contrastó con el buen hacer de los 'blanquivioletas', que sí dieron la talla en un partido vital para sus aspiraciones de permanencia.

El técnico argentino no dio ninguna sorpresa en su alineación y jugó desde el inicio con el once de gala, salvo Iniesta por problemas personales.

La gran actiuación de Neymar a mitad de semana con su selección ante Sudáfrica, hizo un 'hat-trick', hacía presagiar su resurgir en Zorrilla tras la lesión que le tuvo un mes parado.

Sin embargo, el astro brasileño quedó en entredicho con el peor partido desde que llegó a Barcelona. Ni estuvo ni se le esperó. Neymar acusó falta de frescura y, sobre todo, de ganas.

Tampoco estuvo a la altura Messi, al que se le vio vomitar en el amistoso entre Rumanía y Argentina. El argentino tuvo las ocasiones más claras de los azulgranas, pero su apatía pasó factura a sus tiros, igual de tediosos que el juego culé.

El dato es preocupante, el FC Barcelona ha perdido tres partidos en los últimos seis encuentros de Liga. Es decir, que ha sufrido más derrotas en un mes que en toda la campaña pasada, cuando solo cedió dos triunfos para levantar el título liguero.

La mala racha comenzó en el Camp Nou el pasado 2 de febrero, cuando sufrió una dura derrota en casa ante el Valencia, que se impuso por 2-3 en un gran partido. El traspiés quedó en una anécdota, con dos goleadas seguidas en las dos jornadas siguientes ante Sevilla (1-4) y Rayo (6-0).

En la jornada 25, de nuevo, Martino afrontaba un choque importante ante la Real Sociedad en Anoeta, que mediría su fortaleza en un momento importante de la lucha por la Liga.

El equipo volvió a fallar y los hombres de Arrasate se llevaron por delante al Barça (3-1). Es cierto que Anoeta no se le da bien a los culés, pero la facilidad de la victoria sorprendio, al igual que la actitud del equipo.

El FC Barcelona se tomó la venganza en su estadio una semana después ante el Almería (4-1), en la jornada 26. De por medio, el club se metió en la final de la Copa del Rey y dejó encarrilado el pase a cuartos de la Champions en la casa del City (0-2).

Martino siembra al caos con los cambios

Este año 2014 contrasta con el buen tramo final del equipo en 2013. Hasta diciembre, el Barça solo cayó derrotado en casa del Athletic en la la jornada 15 (1-0) y acabó líder, empatado a puntos con el Atlético de Madrid.

A pesar de las buenas estadísticas las dudas rondaban sobre el nuevo estilo que el 'Tata' quería transmitir al equipo, que perdió toque en virtud de un juego más directo que se aprovechaba de los errores rivales con un estilo más enfocado a la contra.

La derrota ante el Valladolid ha dejado en evidencia que el Barça sí ha perdido sus señas de identidad. El técnico argentino se vio superado por las circunstancias y no supo reaccionar con un 'plan B' de garantías.

El primer cambio debió ser la salida del campo de Neymar, apagado y sin ideas desde que el colegiado pitó el inicio del partido. En lugar de atreverse con una de las estrellas, el primer cambio fue quitar a Fábregas.

El reemplazo fue curioso y delató el miedo escénico de Martino, que decidió dar entrada a Alexis. Sacrificó un centrocampista por un extremo, cuando las necesidades del equipo pasaban por más control en el centro del campo. Toda una declaración de intenciones.

El esquema del equipo era un 4-2-4. Solo Xavi y Busquets se quedaban en el centro del campo. Arriba echó el resto con Neymar, Messi, Pedro y Alexis. Minutos más tarde, el técnico se dio cuenta de la carencia en el centro del campo y la siguiente decisión fue sacar a Piqué para dar entrada a Sergi Roberto.

El Barça se quedó con tres defensas y el esquema cambió de nuevo, sembrando el caos en un equipo necesitado de referencias. La tercera y última sustitución, por fin, fue destinada a sacar del campo a un desatinado Neymar, esta decisión fue un mero cambio de cromos, con la entrada de Tello.

Desde que Guardiola llegó al equipo, este Barcelona se ha caracterizado por jugar siempre a los mismo, con una filosofía y una paciencia que han sido las señas de identidad sobre el campo, a pesar del resultado.

La derrota en Zorrilla ha evidenciado un cambio desde el banquillo que ha dejado al equipo sin rumbo y trastocado. Las decisiones de Martino sembraron el caos en un equipo acostumbrado a no ponerse nervioso ni en las peores circunstancias y, lo que es peor, sin capacidad de reacción.

La siguiente cita del Barça será en el Camp Nou ant el Manchester City el próximo miércoles. Los culés afrontan el choque con la ventaja de los dos goles logrados en el partido de ida en Manchester, un buen escenario para que Martino intente redirigir a un barco que comienza a ir a la deriva.