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Fútbol | Real Madrid

El Madrid se complica la liga con su segundo tropiezo en cuatro días

  • Los blancos no perdían dos partidos seguidos en liga desde 2009
  • Las prisas por marcar y los fallos de Diego López, claves en la derrota en Sevilla
  • El Madrid ha pasado de ser líder a ocupar el tercer puesto tras Atlético y Barça

Por
Real Madrid
El delantero del Real Madrid Cristiano Ronaldo se lamenta tras la derrota en Sevilla.

Desde 2009, cuando el Real Madrid era entrenado por Juande Ramos, los blancos no habían sumado dos derrotas consecutivas en Liga.

En aquel momento, los madridistas encajaron el doloroso 2-6 ante el Barcelona y prácticamente decían adiós a la liga. Después vendrían otras cuatro derrotas ante Valencia (3-0), Villarreal (3-2), Mallorca (1-3) y Osasuna (2-1). Una racha nefasta que culminó con el primer título del Barça de Guardiola.

Desde entonces los blancos no habían cosechado dos tropiezos seguidos, y este ha llegado en el peor momento posible. Con las derrotas en el ‘clásico’ y la de este miércoles ante el Sevilla (1-2), el Madrid ha pasado de ser líder a ocupar el tercer puesto en solo cuatro días.

Así, de el "tenemos el destino en nuestras manos" que decía Ancelloti hace dos semanas, los blancos han pasado a depender de sus rivales. Y lo que es peor. Tienen perdido el gol-average con el Atlético y el Barça, con lo cual, para llevarse esta liga no les basta con tener los mismos puntos en la última jornada si no que deben superar a sus rivales.

Pero ¿qué es lo que falló en el conjunto de Ancelotti en el Sánchez Pizjúan?

Sin restar méritos a un certero Sevilla, el Madrid se complicó la liga básicamente por dos aspectos: su obsesión por resolver cuanto antes el choque y los fallos de Diego López.

Nervios y prisas en Sevilla

Los madridistas saltaron al campo con la presión de ganar y comenzaron por dominar el balón y cercar la portería de Beto con hasta cuatro disparos de Bale y Benzema.

Esta superioridad inicial se tradujo en el gol de Cristiano Ronaldo al trasformar una falta, pero casi sin tiempo para saborearlo llegó el empate de Bacca, tras una espectacular contra.

A partir de ahí, a los blancos les entraron las prisas por conseguir un segundo tanto y esas ansias de victoria nublaron el buen juego y el dominio del primer cuarto de hora.

El Madrid perdonó en exceso en la primera mitad y, ya en la segunda, se mostraron descompasados y nerviosos. Abusaron en exceso de los balones aéreos y de los centros largos que no encontraban rematador.

Ni siquiera las individualidades de Cristiano, que tantas otras veces resuelve, dieron su fruto. Y eso que el portugués intentó en varias ocasiones sorprender a su compatriota Beto.

Impotente, el Real Madrid se volcó en la presión pero el Sevilla supo aguantar los ataques a la desesperada de los blancos y llevarse los tres puntos que tanto ansiaban los de Ancelotti.

Fallos de Diego López

A esto se une la falta de acierto de Diego López, lo que reabre una vez más el debate sobre quién debe ocupar la portería blanca.

Centrado en defenderse, el Sevilla no dio mucho trabajo al meta gallego. Sin embargo, cuando tuvo que entrar en acción no estuvo muy acertado.

Es verdad que las dos contras en los goles del Sevilla fueron magistrales y que pillaron a todo el Real Madrid con las armas bajadas. Pero también es cierto que, en ambas ocasiones, Diego López no estuvo rápido y no supo tapar el hueco. Especialmente en el segundo tanto donde, a pesar de tocar el balón, dudó en la salida y permitió que el disparo de Bacca acabara en el fondo de la red.

Ni una parada reseñable en este encuentro, ni tampoco en el pasado ‘clásico’, hacen que cada vez más madridistas pidan que Casillas vuelva a defender la portería blanca.

Debates al margen, el Madrid deberá emplearse a fondo si quiere optar a ganar esta liga que hace cuatro días lideraban.

El margen de error que tenían se ha terminado y, aunque no dependen de ellos mismos, su obligación es ganar los ocho partidos que restan. Después, deben esperar más de un error ajeno, sobre todo teniendo en cuenta que en la última jornada hay un Barça – Atlético.

La liga aún no es imposible, pero sí bastante difícil puesto que rojiblancos y culés siguen sin pisar el freno en esta recta final.