Así jugaron el FC Barcelona y el Real Madrid en la final de Copa
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Así jugó el Real Madrid la final de la Copa del Rey disputada esta noche en Mestalla ante el Barcelona (1-2).
Iker Casillas (7): su historial de títulos crece con su segunda Copa del Rey en una noche en la que batió un nuevo récord. Superó mil minutos sin encajar un tanto hasta que en el 67 de la final voló al testatazo de Bartra con la impotencia de ver que no llegaba a la escuadra. Muy concentrado todo el partido comenzó saliendo rápido ante Messi y lo acabó agradeciendo la fortuna que toda su carrera le ha acompañado en las grandes citas, cuando a segundos del final el poste evitó el empate de Neymar. En el primer acto no fue exigido, solo un testarazo blando de Alba y en la segunda respondió bien ante las llegadas azulgranas.
Dani Carvajal (8): examinado por Iniesta con mal recuerdo del último clásico, salió airoso de uno de los duelos más duros para un defensa madridista, con la incorporación de Cesc por su zona en momentos en los que defendió en inferioridad. Estuvo firme en defensa, voluntarioso y lanzó presión en campo rival cuando el Real Madrid comenzó arriba buscando el primer gol y en el nuevo escenario tras marcarlo con pocas incorporaciones al ataque pero precisas. Firmó el partido que necesitaba en una final para consagrarse ante la ausencia de Arbeloa por lesión.
Pepe (8): recibió la cartulina amarilla menos merecida de todas las trifulcas que ha protagonizado en los clásicos. Acudió a separar a Coentrao y Neymar y pesó su pasado. En sus labores defensivas estuvo impecable. Con su agresividad habitual, velocidad al corte en los ataques del Barcelona y sacó todo por arriba menos el saque de esquina que acabó en el gol del empate. Pidieron su expulsión por una falta a Messi en la frontal pero tuvo la virtud de controlarse jugando condicionado y acudiendo siempre a la pelea.
Sergio Ramos (8): firmó una final inmaculada. Líder de la defensa para mantenerla unida en la colocación, dando una clase de anticipación al rival y sabiendo leer el partido a la hora de sacar el balón jugado o en diagonales largas a espaldas de los laterales cuando el Barcelona mordió arriba. Con su raza habitual fue un muro que nunca superó Leo Messi.
Coentrao (8): su temporada irregular quedó en el olvido en un partido en el que se multiplicó en labores defensivas en el lateral izquierdo, firme ante los ataques de sus rivales y sacando el balón bien jugado para montar los contragolpes cuando su equipo se parapetó en su terreno.
Xabi Alonso (7): ejerció su papel de líder del centro del campo, construyendo con rapidez cuando el balón pasó por sus pies y vaciándose en labores defensivas para mantener el equilibrio del grupo. Realizó una buena lectura de la final en la zona donde habitualmente el Barcelona genera superioridad y hace sufrir a los madridistas.
Luka Modric (7): corrió más kilómetros que ninguno dejándose todo tras el balón cuando lo tuvo el Barcelona y lanzando ataques en cualquier rincón del campo en el momento que el esférico pasó por sus botas. Su buen partido rozó el premio del gol a nueve minutos del final con un disparo desde la frontal que rozó el poste.
Isco Alarcón (9): realizó el partido que tanto le pidió Carlo Ancelotti en la evolución de un jugador que era puro desequilibrio en los últimos metros pero debía dar más defensivamente. La muestra de su crecimiento llegó en el gol que marcó la final, el primero, que nació de un robo suyo a Alves para lanzar con un pase medido al espacio un contragolpe perfecto. Jugó condicionado toda la final tras recibir una justa amarilla nada más arrancar, a los tres minutos. También se pidió su expulsión por una mano a los 56. Cayó al costado izquierdo en la variación de sistema de Ancelotti y su entrega unida a la calidad cada vez que entró en acción provocó que la afición madridista le despidiera en pie con ovación a dos minutos del final.
Di María (9): otra vez apareció cuando más le necesitaba el Real Madrid, otra vez en Mestalla, el escenario donde un pase preciso a la cabeza de Cristiano Ronaldo dio la última final ante el Barcelona. Sin el portugués apareció para incendiar la final con un disparo cruzado abajo a los diez minutos al que no llegó Pinto. Su entrega fue la imagen de su equipo. Continuas ayudas defensivas y desequilibrante en ataque jugando en su posición preferida, en banda derecha. Se marchó vacío, sin nada más que poder dar sobre el terreno de juego a los 86 minutos.
Bale (9): rescató la versión demoledora del mejor jugador de Inglaterra, asumiendo el liderazgo que se le pedía y demostrando su calidad como futbolista en los momentos de verdad, para decidir una final. Lo buscó de forma incansable, lanzando carreras a sus rivales cada vez que le llegó el balón, hasta que marcó un gol para la historia a cinco minutos del final. Cuando el Barcelona apretaba en busca de la remontada tras empatar, enganchó la pelota y no la soltó. Recorrió todo el campo a la velocidad de un tren y con la convicción de marcar uno de los goles de su carrera. Nadie pudo derribarle, explotó su punta de velocidad y batió por debajo de las piernas a Pinto. La modificación táctica de Ancelotti le condujo a jugar de segundo punta y brilló como nunca. Monopolizó gran parte de las ocasiones de su equipo, en ocasiones pecó de egoísmo pero al final encontró su premio más deseado.
Benzema (8): realizó un partido brillante adaptándose a cada momento de la final. Comenzó lanzando desmarques, dejando detalles de calidad en cada balón que controló y viendo los desmarques de sus compañeros. Así regaló el primer gol a Benzema. Con su equipo atrás supo dar una salida de oxígeno a sus compañeros. Rozó el segundo gol a los 66 minutos y perdonó la sentencia a tres del final tras una bonita bicicleta probando abajo a Pinto.
Illarremendi (-): jugó los seis últimos minutos para aumentar la presencia de centrocampistas en el Real Madrid e intentar quitar el balón a un Barcelona volcado.
Casemiro (-): entró para perder tiempo cuando restaban dos minutos para el final del partido.
Varane (-): saltó al césped en el minuto 90 para acabar de encerrarse el Real Madrid en su terreno y contar los segundos hasta el final del partido.
Así jugó el Barcelona
Así jugó el Barcelona en la final de la Copa del Rey disputada esta noche en Mestalla ante el Real Madrid (1-2).
Pinto (5): Pudo hacer más en los dos goles del Real Madrid, aunque también evitó una goleada mayor al sacar tres buenas manos a tiros de Benzema y Bale.
Alves (4): En defensa volvió a ser un agujero negro: Bale y Benzema le ganaron la espalda en varias ocasiones y perdió balón que supuso el gol de Di Maria. En ataque, se empeñó en acabar todas sus internadas por banda con centros imprecisos que nunca encontraron destinatario.
Bartra (8): Cuando el Barça estaba muerto, él fue el encargado de amenazar la meta defendida por Casillas. Primero con un tiro desde fuera del área que Iker desvió a córner y luego con el golazo de cabeza que supuso el gol del empate. Al joven central azulgrana, que encima jugó tocado, no le pudo la presión de jugar su primera final. Acabó sustituido por Alexis en el minuto 85.
Mascherano (6): Bien en la anticipación, una tarjeta en el minuto 52 por una fea entrada a Pepe le condicionó. Aun así, no cometió errores graves y cortó más de una jugada de peligro.
Jordi Alba (7): El mejor de la zaga azulgrana en la primera mitad. Subió la banda cada vez que tuvo ocasión, salvó un gol cantado de Bale, e incluso tuvo su oportunidad en un cabezazo que Casillas atajó sin problemas. Todo eso lesionado en su muslo derecho, lo que le obligó a ser sustituido por Adriano al descanso.
Sergio Busquets (8): Con el equipo partido en dos tuvo que multiplicarse. Hizo de pivote, de tercer central, de director de juego, de todo. Acabó superado por la arrolladora velocidad de Bale en el segundo gol blanco, pero no se le puede pedir nada más.
Xavi (6): El de Terrassa ya no tiene la incidencia en el juego del equipo que tenía antaño y el partido de hoy no fue una excepción. Eso sí, los mejores minutos del Barcelona en la segunda mitad llegaron cuando Xavi tomó la manija y puso un poco de orden en la distribución.
Iniesta (6): No fue ni mucho menos uno de sus mejores partidos. Pero se ofreció siempre, se peleó con todos y lo intentó hasta el final. De los que mostró más orgullos por el bando azulgrana.
Messi (5): Tercer partido que el crack de Rosario juega andando. Sin él enchufado, el Barcelona se convierte en un equipo vulgar. Siempre que entró en contacto con el balón lo hizo muy lejos de la meta rival. Dos tiros muy desviados, uno de ellos de falta, y poco más. Parece que ya solo tenga en la cabeza el Mundial.
Cesc (6): Su movilidad durante la primera parte fue de lo mejor del ataque azulgrana. De los pocos que intentó desmarques en ruptura y pisó el área de Casillas con cierta asiduidad, pero el Barça necesita ensanchar el campo como el comer y fue el sacrificado para que entrara Pedro con media ahora aun por jugarse.
Neymar (6): Martino lo volvió a poner en la derecha, donde fue incapaz de desbordar a Coentrao y además en una confrontación con el luso acabó viendo la amarilla (min.16). En la última media hora recuperó su hábitat natural por la banda izquierda y empezó a hacer daño de verdad. A dos minutos del final tuvo el gol del empate pero su disparo se estrelló en el poste.
Adriano (6): Entró tras el descanso para sustituir al lesionado Jordi Alba y, al contrario que éste, se quedó en la retaguardia para vigilar a Di María. Cumplió sin alardes y pasó pocos apuros atrás.
Pedro (6): Sustituyó a Cesc (min.60). Su entrada coincidió con los mejores minutos del Barça. Aunque no hizo nada destacable su espíritu en la presión es contagioso.
Alexis (-): Salió por Bartra para jugar los últimos cinco minutos del partido. Sin tiempo para nada.