La larga lucha de Tito Vilanova
- El exentrenador del Barça ha fallecido por un cáncer de glándula parótida
- Formado en La Masía como jugador, hizo tándem con Guardiola en el banquillo
- Tras ganar una Liga como primer técnico, la enfermedad le obligó a dimitir
El exentrenador del FC Barcelona, Francesc 'Tito' Vilanova, ha fallecido este viernes 25 de abril a causa de una recaída en el cáncer de glándula parótida que le fue diagnosticado en 2011.
Vilanova, que dejó el banquillo culé en 2013, ha permanecido en este año casi completo junto a su familia para luchar contra su enfermedad.
Como legado futbolístico deja toda una vida dedicada al fútbol con La Masía del Barça como referente, donde se formó como futbolista y a la que regresó en 2007 como ayudante del técnico Pep Guardiola.
Junto al de Santpedor, y posteriormente como primer técnico, contribuyó a los éxitos más recientes del conjunto azulgrana.
Una vida de trabajo
Tito Vilanova llegó a La Masía con 16 años en 1984, el mismo año que lo hacía Pep Guardiola. Ambos entablaron una importantante amistad pero Tito, sin embargo, tuvo que abandonar el club para buscar suerte en el Figueres y en el Celta de Vigo. Badajoz, Mallorca, Lleida y Elche fueron algunos de los sitios por donde pasó después hasta que en 2002 decidió colgar las botas en el Gramenet.
Vilanova se hizo técnico en el FC Palafrugell, Figueres y Terrasa hasta que en la temporada 2007/08 regresó al Barça para ser la mano derecha de Pep en el Barça B. Un curso después, ambos subirían al primer equipo.
Entre los dos, auparían al Barça a su mejor época de la historia ganando seis títulos en su primer año, o dos Champions y tres Ligas en cuatro temporadas.
En noviembre de 2011 tuvo que tomar la baja para ser operado por primera vez por un tumor en la glándula parótida y recibir posteriormente las sesiones correspondientes de radio y quimioterapia.
Sustituto de su amigo Pep
Cuando Guardiola comunicó al club su intención de dejar el banquillo, Rosell y Zubizarreta no dudaron en pensar en Tito como el hombre ideal para comandar la nave culé a pesar de los rumores que hablaban de Valverde, Blanc, Bielsa o incluso Luis Enrique.
"El club acierta de lleno con la elección. Es una persona más que capacitada, no ya por todo lo que me ha ayudado. Los jugadores le conocen, tocará muy poco lo que tenemos. Yo sólo daba voz a las ideas conjuntas que teníamos los dos", afirmó Guardiola en su momento.
Por entonces su relación, al menos de cara a los medios, parecía inquebrantable.
Un Barça de récord en una temporada difícil
Fue muy duro para los culés aceptar la marcha de Guardiola y asimilar que Vilanova sería el técnico número 50 en la historia del FC Barcelona.
Al frente de la primera plantilla, Tito batió el récord de puntos de la Liga en una primera vuelta, logrando 55 puntos de 57 posibles. Es decir, todo victorias menos un empate en el 'clásico' del Camp Nou frente a un Madrid de Mourinho que se descolgaba a 18 puntos de los culés.
Pero al mismo tiempo que todo parecían mieles en lo deportivo, Vilanova recaía de su enfermedad justo un año después de la primera intervención. El 20 de diciembre fue intervenido de nuevo y otra vez el balance fue satisfactorio, pero a principios del mes de enero Vilanova se marchó a Nueva York para buscar una opinión alternativa y, tras un breve regreso a España, permaneció en Estados Unidos dos meses para ser tratado en el Sloan Kettering Memorial.
Regresó el 26 de marzo a tiempo para acompañar al equipo a París para la disputa de la ida de cuartos de la Champions contra el PSG.
Durante su ausencia el equipo se mantuvo líder, pero la distancia con el Madrid se redujo y el Barça se vio inmerso en el debate sobre el cambio de ciclo por los resultados en otras competiciones. La Liga no parecía peligrar, pero en Copa del Rey se cruzaron contra el Real Madrid, en semifinales.
Mientras, en Champions el Barça ofrecía una de cal y otra de arena. Fuera de casa no ha sido capaz de vencer en ninguna de las eliminatorias y la eliminación ante el Bayern de Múnich por 7-0 escoció.
Lo que no se escapó fue el 22ª título de Liga para el FC Barcelona, la consagración de Tito. El equipo acabó la Liga igualando el récord de los 100 puntos que poseía el Real Madrid y mejoró la plusmarca de anotación en la historia liguera azulgrana: 115 goles.
Cuando todo parecía apuntar a su continuidad, anunció por sorpresa su dimisión en julio de ese año. El cáncer le obligó de nuevo a renunciar al banquillo azulgrana, esta vez de forma definitiva.