El Valencia confía en otra machada ante un Sevilla con doble ventaja
- La UEFA confirma al Valencia que no podrá contar con Alcácer
- Por parte del Sevilla, la única duda es la de Daniel Carriço
- Los hispalenses parten con la ventaja del 2-0 logrado en la ida
- Europa League: Valencia - Sevilla en vivo, jueves a las 21:05 en RTVE.es
Posibles alineaciones:
Valencia CF: Alves; Pereira, Costa, Mathieu, Bernat; Fuego, Keita; Feghouli, Parejo, Cartabia; y Jonas.
Sevilla FC: Beto; Figueiras, Pareja, Fazio, Navarro; M'bia, Jairo; Reyes, Rakitic, Vitolo; y Bacca.
Árbitro: Milorad Mazic (SER).
Estadio: Mestalla.
Hora: 21.05 horas
El estadio de Mestalla acoge este jueves otra final, tras la de Copa del Rey de hace dos semanas, y es que el Valencia CF no tiene margen de error en su duelo de vuelta de la semifinal de la Europa League ante el Sevilla FC por el 2-0 de la ida en el Sánchez Pizjuán, que sitúa a los hispalenses como favoritos y obliga a los che a protagonizar una segunda remontada consecutiva. [Valencia - Sevilla en vivo
Se consume o no el 'sentiment' (sentimiento) del Valencia CF, con la afición volcada en una remontada en la que cree y confían, sean los locales o los sevillistas quienes accedan a la final, Mestalla sacará un billete español para la final de Turín, en la que estará o bien el Benfica o el anfitrión, la Juventus, con 2-1 favorable a las 'águilas', de momento.
Así, como ya sucediera ante el Basilea, en la capital del Túria toca desplegar fútbol ofensivo, marcar en esta ocasión a un Beto invicto en la ida, y soñar con dos goles que, por lo menos lleven el partido a la prórroga. Contra los suizos, la gesta llegó en ella, al igualar el 3-0 contrario del St.Jakob-Park en los 90 minutos, y poner la guinda hasta el 5-0 final en la prórroga.
No obstante, los propios valencianistas reconocen que el Sevilla no es el Basilea, que el nivel de la Liga española, no es el helvético. Por ello, Mestalla deberá aumentar decibelios, empujar más que nunca a los suyos, si quieren seguir soñando con ir a Turín y eliminar a un Sevilla que ya es mejor que ellos en la Liga BBVA, por mucho que este partido esté aislado por completo.
Ni unos ni otros quieren poner en liza sus actuaciones en la Liga. Cierto es que es un duelo fratricida, que llevará a unos a la final y a los otros les condenará a no cumplir con este objetivo, pero el Valencia confía en sus posibilidades más allá de su irregularidad en el campeonato doméstico, donde está octavo a 14 puntos del Sevilla, quinto.
A remontar un 2-0
En Valencia, además, hay ganas de revancha por lo sucedido en la ida. El Sevilla jugó mejor buena parte del partido, pero consideran injusto el 2-0 por el fuera de juego claro de M'bia en el primer gol sevillista, y también por el hecho de que su delantero canterano y máximo goleador en la competición europea, Paco Alcácer (7 goles), no pueda jugar por una amarilla que consideran que no era.
Alcácer, sus compañeros y el club aseguran y esgrimen que no tocó a Beto en la acción en que vio la amarilla que le impide, hasta el momento, jugar. Está convocado por Juan Antonio Pizzi, pues esperan una resolución a última hora del Comité de Apelación de la UEFA. De momento, la única seguridad es que será Diego Alves quien ocupe la portería, y no Vicent Guaita como en la ida.
Por parte del Sevilla, la única duda es la de Daniel Carriço, aunque Unai Emery, en su regreso a Mestalla, se lleva a todos los jugadores para hacer piña. En Sevilla saben que la mejor manera de seguir en la buena racha de resultados ligueros es tener la moral alta, y ello pasa por no dejarse remontar y por saberse en la final de una Europa League que ya ganaron en 2006 y 2007 de forma consecutiva.
En principio Emery confiará en los mismos hombres que en la ida, con Rakitic centrando la creación de juego por el centro, con Reyes y Vitolo por banda y con Bacca como referencia arriba.
En el Valencia, si Alcácer no puede jugar como así todo apunta, podría ser Jonas el ariete con ayuda desde la segunda línea de Parejo, Feghouli o Fede Cartabia, con Vargas en la recámara. Mucha pólvora para hacer estallar Mestalla e imprimir un nombre en la final de Turín.