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Arrestado el presunto autor de los disparos antes de la Copa de Italia

  • El arrestado es un conocido aficionado 'ultra' del Roma
  • Uno de los heridos está en estado crítico, según los médicos

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Italian Cup Finals - ACF Fiorentina vs. SSC Napoli
El jugador del Nápoles Marek Hamsik tuvo que tranquilizar a los aficionados de su equipo antes de poder empezar la Copa de Italia, tras los disparos que hirieron de gravedad a una persona.

Un conocido 'ultra' del Roma se encuentra bajo arresto por haber sido supuestamente el autor de los disparos que hirieron este sábado a tres aficionados napolitanos, uno de ellos de gravedad, antes de la final de Copa Italia entre el Nápoles y el Fiorentina en el estadio Olímpico de Roma. El 'ultra' es Daniele De Santis, de 48 años, que se encuentra en el Hospital Gemelli de Roma ya que también resultó herido en los altercados antes del encuentro.

Tras la final, en la que se impuso el Nápoles por 3-1 al Fiorentinano se produjeron incidentes.

Según los investigadores, De Sanctis que trabaja en un negocio en la zona donde se produjeron los disparos "provocó" lanzando algunos petardos a un grupo de aficionados del Nápoles que se dirigían al estadio.

Ante la "violenta" reacción de los aficionados del Nápoles que le habían rodeado, el arrestado sacó la pistola y comenzó a disparar e hirió a tres hinchas.

El más grave es Ciro Esposito, de 30 años, que recibió un disparo en el tórax que alcanzó la columna vertebral y tuvo que ser operado de urgencia durante la noche y su estado es considerado crítico por los médicos del hospital Gemelli, donde también fue trasladado.

Los otros dos aficionados son un hombre de 43 años, que resultó herido de bala en una mano y otro de 32 años, que recibió dos disparos, en la mano y en el brazo, pero cuyo estado no reviste gravedad.

Los medios de comunicación italianos señalan a De Sanctis como uno de los líderes de uno de los grupos 'ultra' del Roma y ya conocido por ser uno de los que durante el derbi Lazio-Roma del 21 de marzo de 2004 obligó a suspender el partido al haberse difundido en el estadio el rumor de que un niño había sido atropellado por una furgoneta de la Policía.

De Sanctis era uno de los 'ultras' que bajaron al césped a hablar con el capitán romanista, Francesco Totti, para obligar a que no se jugase, a pesar de que en varias ocasiones se informó por los altavoces del estadio Olímpico que la noticia de la muerte del niño no era verdad.

Además de los tres hinchas napolitanos, también resultaron leves cinco agentes de las fuerzas del orden en los altercados que se produjeron antes de la entrada de los aficionados al estadio.

Ya dentro del campo y mientras se esperaba la decisión de si se disputaba el encuentro, un bombero también fue alcanzado por un petardo de los muchos que se lanzaron desde la "curva norte" (fondo norte) del Olímpico donde se encontraban los ultras del Nápoles.