El Atlético de Madrid, abonado al sufrimiento hasta el último suspiro

• Los de Simeone estuvieron a un gol de proclamarse campeones de Liga
• Se jugarán la liga a todo o nada ante el Barcelona en el Camp Nou
• El Atlético debe ganar o empatar. Al Barça solo le vale la victoria

El jugador del Atlético de Madrid Jorge "Koke" Resurrecion se lamenta tras una ocasión fallada ante el Málaga.

“¡Qué manera de sufrir, qué manera de palmar…qué manera de vivir!”, dice el Himno del Centenario del Atlético de Madrid. Una canción de Sabina que destaca el sufrimiento como parte del ADN atlético. Pues bien, ese padecimiento, esa angustia, ese estoicismo del conjunto rojiblanco se prolongará al máximo en una temporada que, pese a todo, está siendo de ensueño.

Este domingo, el equipo de Simeone tenía al alcance de su mano el trofeo de una liga que se resiste desde hace 18 años: Debían ganar al Málaga y esperar un pinchazo del Barcelona.

Antes del encuentro, la parroquia colchonera confiaba en el Elche. Los alicantinos se jugaban la salvación y por eso la afición esperaba  que les echaran una manita, como finalmente ocurrió, al empatar 0-0 con el Barça.

El otro requisito, que el Atlético ganara al Málaga, también se veía a tiro. Los rojiblancos, invictos en el Calderón esta liga, acumulaban 15 victorias y tres empates por lo que soñar con un nuevo triunfo no era una quimera.

Pero la seguridad, la fe y la esperanza de que los goles y la victoria llegarían se fueron trasformando en dudas e incertidumbres a medida que pasaban los minutos.  Los de Simeone saltaron al campo conscientes de lo que se jugaban y esa responsabilidad fue pesando en los jugadores a los que, como ocurrió ante el Levante, les pudo la ansiedad.

Las prisas por marcar un gol se traducían en un abuso del juego directo y por alto. Sin Diego Costa sobre el césped Villa asumió el rol de goleador que tuvo tiempo atrás pero que no acaba de aparecer en el Atlético. El ‘guaje’, nervioso como el resto del equipo, dispuso de la ocasión más clara a los 12 minutos, pero la estrelló en el larguero cuando Caballero estaba ya batido.

Y así, obcecados por anotar pero sin generar peligro real fueron pasando los minutos hasta el descanso.

Los fantasmas del 'Pupas'

Pese a todo, la grada, acostumbrada a sufrir, seguía creyendo en los suyos y en la victoria. Pero la desesperación y los fantasmas del ‘Pupas’ volvieron a sobrevolar la ribera del Manzanares cuando tras la reanudación el equipo comenzó a regalar balones. Por suerte ahí estaba Courtois para ganar un mano a mano a Santa Cruz y evitar el primer gol del Málaga. Pero en otro despiste monumental, llegó el mazazo.

Alderweireld no acertó en un control que parecía claro y el meta belga salió innecesariamente regalando una ocasión única a Samu que adelantó a los malagueños.

El Calderón no podía creérselo. De tocar la liga y depender de ellos mismos a casi decir adiós y estar a merced del Barça. “¡Qué manera de subir y bajar de las nubes!”, que también decía Sabina en su Himno.

Pero con “la afición a tu lado, porque es adicta al veneno del balón envenado” el equipo creyó en la reacción. Los cambios de Simeone (Diego, Sosa y Adrián) dieron otro aire a este Atlético que logró el empate gracias a un cabezazo de Alderweireld.

Quedaba un cuarto de hora y este equipo seguía “infartando en la ribera del Manzanares los corazones”. Llegó el pitido final en Elche y un tanto rojiblanco le daba la liga al Atlético de Madrid.  Y casi la tuvieron cuando Adrián, en el 94, colocó el balón en la escuadra. El gol casi se cantaba en la grada cuando Willy Caballero voló para meter la mano y devolver al Atlético a la cruda realidad.  Acostumbrado a sufrir y a pelear hasta el último suspiro los hombres de Simeone se jugarán el todo por el todo ante el Barça en el último encuentro.

Un partido de liga que se ha convertido en una final y que los rojiblancos pelearán y sufrirán hasta el pitido definitivo.

Y es que como se escuchaba en las gradas del Calderón al finalizar el partido de ayer “La victoria con sufrimiento sabe mejor. Somos el Atleti”. "¡Qué manera de aguantar, qué manera de crecer, qué manera de sentir….Qué manera de viajar a la gloria!” tiene este Atlético de Madrid.