El Sevilla conquista su tercera Europa League
- La final se decidió en la tanda de penaltis a favor de los hispalenses
- El cuadro sevillista aguantó más de dos horas las acometidas lisboetas
- Gameiro anotó el lanzamiento decisivo tras dos fallos de los portugueses
- Así hemos contado el Sevilla 0 (4) - Benfica 0 (2)
Ficha técnica:
0 - Sevilla: Beto; Coke, Nico Pareja, Fazio, Alberto Moreno; M'Bia, Carriço; Reyes (Marko Marin, m.78) (Gameiro, m.104), Rakitic, Vitolo (Diogo Figueiras, m.110); y Bacca.
0 - Benfica: Oblak; Maxi Pereira, Luisao, Garay, Siqueira (Cardozo, m.99); Ruben Amorim, André Gomes; Gaitán (Cavaleiro, 119). Sulejmani (Almeida, m.25), Rodrigo; y Lima.
Lanzamientos de penaltis:
0-1: Lima, marca.
1-1: Bacca, marca.
1-1: Cardozo, para Beto.
2-1: M'Bia, marca.
2-1: Rodrigo, para Beto.
3-1: Coke, marca.
3-2: Luisao, marca.
4-2: Gameiro, marca.
Árbitro: Felix Brych (Alemania). Amonestó a los sevillistas Fazio (m.11), Alberto Moreno (m.12) y Coke (m.98) y a los benfiquistas Siqueira (m.29) y Almeida (m.100).
Incidencias: Final de la Liga Europa disputada en el Juventus Stadium de Turín ante unos 33.000 espectadores según los datos de la organización. Terreno de juego en perfectas condiciones. Asistió al partido, entre otras autoridades, el Príncipe Felipe.
El Sevilla se proclama campeón de la UEFA Europa League, tras vencer al Benfica en la final de Turín por penaltis. Siete años después de su última Copa UEFA -antigua denominación- los hispalenses regresan a lo más alto del torneo.
Los españoles han tenido que esperar bastante menos que el Benfica, que aumenta a ocho las finales europeas y 52 años sin levantar un trofeo continental. Un mal que achacan a la maldición de Bela Guttman, el técnico húngaro que les hizo bicampeones de Europa en los sesenta.
Incapaces de anotar un gol en más de 120 minutos de juego, la decisiva tanda de penaltis castigó la falta de acierto del Benfica, que tuvo más ocasiones durante el tiempo de juego.
Las 'águilas' replegaron las garras en la tanda decisiva, condenados por los fallos del paraguayo Cardozo y el hispano brasileño Rodrigo; el meta portugués Beto, paradójicamente, hizo de villano ante sus compatriotas. Por contra, los sevillistas Bacca, M'Bia, Coke y Gameiro fusilaron a Oblak.
Entra Vitolo al once
Ya antes del partido el Sevilla recibió una buena noticia con la inclusión de Vitolo en el once, que era duda por lesión, y el extremo puso a los cinco minutos de juego un balón a los pies de Bacca tras internarse en el área. La defensa impidió in extremis que rematara el delantero colombiano, quien por exceso de ímpetu frustró con fuera de juego una contra posterior.
Sin un dominador claro en el centro del campo y ocasiones con cuentagotas, solo propiciadas por las pérdidas de balón, el partido parecía más favorable para el Sevilla. Por lo menos mientras duró la inspiración de Rakitic. Al final fue nombrado el mejor del partido por la UEFA.
El Benfica, que salió muy presionante, solo se acercaba a balón parado. Como ocurrió en la falta lateral que supuso la lesión de Sulejmani por una entrada de Alberto Moreno.
Sin embargo, las 'águilas' despertaron al final de los primeros 45 minutos gracias, en parte, a los errores de la defensa sevillista. Ya con el tiempo reglamentario cumplido, un balón largo de Amorín se convirtió en ocasión de Maxi por la indecisión en la salida de Beto, que reaccionó a tiempo con una gran parada. En la continuación lo intentó el hispano brasileño Rodrigo, que también se encontró con la parada del meta sevillista.
Los nervios jugaron una mala pasada a los sevillistas en la siguiente jugada, cuando Gaitán se llevó un mal rechace de la zaga y amenazaba a Beto con el mano a mano, pero Fazio reaccionó a tiempo para obstaculizar el disparo. Los lisboetas pidieron penalti de forma airada en el camino hacia el vestuario.
También pintaba de color blanco el inicio de la segunda parte, con un Sevilla apretando en ataque. Pero a medida que pasaban los minutos el partido se iba complicando.
El Sevilla aguanta al Benfica
Un errático Alberto Moreno regalaba el balón a Maxi Pereira para que organizara la contra y abriera a la otra banda a Lima, quien armó su zurda para batir a Beto y casi cantaba gol, pero pasó Nico Pareja providencial para salvar bajo palos. Por dos veces fue salvador el argentino, pues en la continuación se la sacó también a Rodrigo.
El partido se volvió loco y los de Emery también dispusieron de ocasiones, sobre todo en las botas de un Reyes al que le faltó puntería.
El árbitro alemán Felix Brych ayudó a que no se moviera el marcador, perdonando un penalti a Moreno y unas manos de Carriço, aunque este lance pareció involuntario.
A medida que pasaban los minutos y se dejaba notar el cansancio menudearon las ocasiones del Sevilla y aumentaron las del Benfica. Coke le rebañó el balón a un activísimo Lima a pase de otro no menos inspirado Pereira.
El canterano del Madrid Rodrigo vio taponado por Fazio una dejada del brasileño Lima, quien en la siguiente obligó a estirarse a Beto con un duro disparo desde fuera del área.
La falta de puntería de los atacantes fue la mejor noticia para el Sevilla hasta que Brych señaló el final de los noventa minutos reglamentarios. El Sevilla había hecho un cambio, Marko Marin por Reyes, mientras que Jorge Jesús mantuvo a los mismos salvo por el cambio obligado de Sulejmani.
Prórroga con víctimas
Durante la media hora de tiempo añadido no se vieron demasiadas ocasiones. El Benfica se acercaba a balón parado sin acierto y el Sevilla tuvo la mejor en el minuto 105, en un balón que Bacca envió demasiado escorado tras recibir un gran pase de Rakitic.
El cansancio hacía mella y lo que más se vio fueron los tirones de gemelo, que a punto estuvieron de dejar a los hispalenses sin el delantero colombiano, fundamental para la tanda de penaltis.
La leyenda negra planeaba sobre los jugadores del Benfica, que vieron escaparse nuevamente un título europeo -y ya van ocho- por sus propios errores.
Mientras, el Sevilla celebró su tercera copa europea en tres finales. Recuerdo de los jugadores a Antonio Puerta, bicampeón del torneo cuando era la Copa UEFA y fallecido en 2007. Para él fue dedicado el trofeo que levantó el capitán Rakitic al cielo de Turín con el himno de El Arrebato de fondo.