Brasil suena a 'caxirola', la 'vuvuzela' brasileña
- Similar a una maraca, sucede a las estridentes 'vuvuzelas' sudafricanas
- La 'caxirola' tiene su origen en el 'caxixi', instrumento tradicional brasileño
- La FIFA ha vetado su entrada a los estadios por motivos de seguridad
¿Recuerdan el sonido de las 'vuvuzelas' del Mundial de Sudáfrica? ¿Cómo olvidarlo, verdad? Fue uno de los grandes sonidos del campeonato que encumbró a España en lo más alto. Ahora, cuatro años después, la Roja tratará de revalidar el título sin el ambiente que generaban las 'vuvuzelas', pero sí con el de las 'caxirolas', su versión brasileña.
Si aquellas 'vuvuzelas' sonaban cual trompeta futbolera, las próximamente conocidas en el mundo entero 'caxirolas' tienen un sonido más parecido al de las maracas. Más llevadero, más brasileño, más apto para todos los oídos, el invento ha pasado el visto bueno de Carlinhos Brown, el mago musical de Salvador de Bahía.
Carlinhos ha utilizado un instrumentro popular brasileño para crear lo que será, a buen seguro, una de las sensaciones del Mundial. Si la 'vuvuzela' es el elemento no futbolístico más recordado de Sudáfrica, en Brasil ya se habla más de la 'caxirola' que del logo, los carteles o la mascota, Fuleco, un armadillo engalanado con los colores de la bandera brasileña.
La FIFA veta su entrada en los estadios
La 'caxirola' ha empezado a ganar la partida a Fuleco en las tiendas de 'merchandising' mundialista y la organización, sabedora del tirón del sonido, tenía previsto fabricar casi 190 millones de unidades, casi una por cada habitante brasileño.
La 'caxirola' tiene su origen en un instrumento tradicional brasileño, el 'caxixi' de los indios brasileños, que se utiliza habitualmente en las rondas de capoeira.
El artilugio, que tiene versiones de cada país participante con los colores de cada equipo, se venderá por todo el país pero será más difícil verla en el interior de los estadios, donde la FIFA ha prohíbido su entrada por seguridad. No será un impedimento para, con seguridad, escucharlo por las calles del país, tal y como sucedió con las célebres 'vuvuzelas' en Sudáfrica.