Kyrgios 'cañonea' a Nadal y hunde a la 'Armada'
- Victoria del australiano, 144º del mundo, por 7-6, 5-7, 7-6 y 6-3 y 37 'aces'
- El tenis español se queda sin representantes tras caer Robredo y Feliciano
- El vencedor jugará contra Raonic, que eliminó a Nishikori (4-6, 6-1, 7-6 y 6-3)
- Estadísticas del partido Rafa Nadal - Nick Kyrgios
El español Rafa Nadal cae ante el australiano Nick Kyrgios, número 144 del mundo, en octavos de final de Wimbledon 2014 por 7-6, 5-7, 7-6 y 6-3 en tres horas de partido. [Estadísticas del Nadal - Kyrgios]
El número uno del mundo, fuera. Kyrgios confirma la sorpresa del torneo. Nadal no fue capaz de encontrar alternativas al tenis directo del 'aussie', como ya le ocurriera en 2012 ante Rosol.
Se esfuma así, la posibilidad de una tercera 'Ensaladera' y el Grand Slam se queda sin representación española en una jornada aciaga, en la que Tommy Robredo y Feliciano López cayeron ante los suizos Roger Federer y Stanislas Wawrinka. Triste metáfora: un 'cañonero' -37 saques directos- hunde al buque insignia de la 'Armada' en Inglaterra.
Al vencedor le espera el canadiense Milos Raonic, octavo cabeza de serie, que remontó ante el japonés Kei Nishikori, décimo, por 4-6, 6-1, 7-6 y 6-3.
Kyrgios, un rival inédito
Un rival el australiano inédito para Nadal, desconocido, que se plantaba en octavos de final con una victoria sobre Richard Gasquet en segunda ronda como gran hito de este año, salvando nueve bolas de partido. A sus 19 y 1,93 de altura, apunta maneras para el futuro del tenis.
Y son maneras de sacador potente, como demostró apuntándose el primer juego en blanco con un saque directo nada más empezar. Toda una osadía que Rafa le pagó con la misma moneda.
Además de fuerte, Kyrgios sacaba rápido. Contraste con un Nadal que acumula más de 20 'warnings' por el tiempo que se toma en sacar entre punto y punto. Esa calma le permitió salvar las primeras bolas de rotura del partido en el sexto y octavo juegos.
El australiano, con 11 'aces' en sus seis primeros juegos de saque -por tres de Nadal-, apenas dejaba margen. En ese tiempo solo cedió tres puntos, uno fue de doble falta y los otros, por errores no forzados.
La presión era para Rafa, que se esforzó para salvar una nueva bola de rotura en contra con 6-5, cuando todo parecía ir encaminado al desempate. Pero los doce juegos anteriores eran mal aval para el 'tie break'; como así sucedió, con 'ace' incluido al final.
Obligado a remontar de nuevo
De nuevo tocaba remar a contracorriente, algo a lo que ya se ha acostumbrado el balear en la presente edición de Wimbledon. La única diferencia era que los anteriores rivales no eran una incógnita.
El hándicap estaba en el servicio de Kyrgios, infranqueable. Nadal se defendía y mostraba calidad, pero iba a remolque en el resto. Algo de luz empezó a ver en el sexto juego, logrando forzar hasta en dos ocasiones el 'deuce', pero nunca la bola de rotura.
A la joven promesa australiana le salía todo, como una bola a la línea tras tocar en la cinta o una devolución entre las piernas, para asombro de sí mismo y de toda la pista central.
Una diferencia respecto al primer set era que el español había empezado sacando, por lo que un 'break' a favor podía ser definitivo. Con 5-4, Kyrgios dejó claro que no pensaba bajar el pistón y se apuntó dos 'aces' más.
Pero a la siguiente tentativa, salió el genio de Nadal para apuntarse la segunda manga y nivelar el marcador. Todavía tuvo tiempo el australiano de salvar la primera bola de set con otro saque directo, el 21º en lo que iba de partido.
Errores de derecha
El encuentro había cambiado. El tenis agresivo de Kyrgios había perdido fuelle y solo se mantenía gracias a su cañón en el servicio, aunque a base de bien. Lo cierto es que pasó de un 71% de puntos ganados con su segundo servicio a 36% en el segundo set. Rafa no ganó puntos con su segundo saque, pero es que solo tuvo que disputar cuatro de 31 en dicho parcial.
Sin embargo, no perdía la osadía el espigado jugador 'aussie' y el encuentro ganó en peloteos de calidad en el tercer set, con juegos algo más disputados pero desarrollo parecido a los anteriores.
Rafa tuvo un punto de set con 6-5 al resto, pero el trigésimo saque directo de Kyrgios le sirvió para forzar el segundo 'tie break' del partido. Un desempate más disputado que el primero, pero que volvió a caer del lado australiano gracias a un resto agresivo.
Demasiadas derechas falladas por el español, demasiada irregularidad con su 'drive'. En circunstancias normales no habría dejado escapar algunas bolas inexplicablemente falladas en este partido.
El set en contra no entraba en los planes de Nadal y acusó el golpe con una rotura en el cuarto juego del cuarto set; la primera que aprovechaba un Kyrgios que se había vuelto a reencontrar con su versión descarada.
Eso le bastó al australiano para confirmar la sorpresa del torneo, cerrando el partido con su 37º saque directo.