No hay consolación para Brasil ni Holanda

• Van Gaal no da valor a un encuentro que "no tiene nada que ver con el fútbol”
• Para Scolari, sin nada que ganar, otra derrota sería la puntilla de la 'canarinha'
• Brasil - Holanda, tercer puesto del Mundial en vivo, sábado, 22:00h. en RTVE.es

Luiz Felipe Scolari y Louis Van Gaal, seleccionadores de Brasil y Holanda, respectivamente.

Brasil y Holanda, dos de los grandes derrotados del Mundial jugarán en Brasilia para establecer el tercer y cuarto puestos. Será el duelo de los perdedores, que el técnico holandés, Van Gaal, desprecia; y que el brasileño, Scolari, teme. Ni siquiera el sustancioso premio de 16 millones de euros que la FIFA concede al ganador servirá de estímulo. [Mundial 2014: Brasil - Holanda en vivo, sábado a las 22:00h. en RTVE.es]

“Los partidos por el tercer puesto no deberían ser jugados“

"Los partidos por el tercer puesto no deberían ser jugados y eso vengo diciéndolo desde hace quince años. No tiene nada que ver con el fútbol", son palabras del seleccionador holandés, Louis Van Gaal.

Holanda no alcanzó la cuarta final mundialista de su historia y el peaje que tiene que pagar es prolongar su estancia en Brasil tres días más para jugar un encuentro que ni el técnico ni sus jugadores tienen el más mínimo interés en disputar.

Y es que en muy pocas ocasiones el hecho de quedar tercera en una Copa del Mundo significó un buen final para una selección. Estados Unidos, en 1930; Portugal, en 1966; Suecia, en 1994; Croacia, en 1998; y Turquía, en 2002. Lo demás, encuentros jugados a regañadientes.

Ocasión para cambiar de imagen

Pero, nobleza obliga y Van y los suyos tendrán que ofrecer una imagen más acorde con su categoría de la mostraron el pasado miércoles en su decepcionante partido contra Argentina.

Ese sí que era interesante, ese sí que había que disputarlo y en ese fue en el cometieron el pecado de ser enormemente cautos. Una imagen diametralmente opuesta a la que ofrecieron en su debut en el Mundial, con aquella goleada a España (5-1), después se mantuvieron firmes ante Australia y consolidaron liderato contra Chile.

Los apuros empezaron en la fase eliminatoria, con problemas para deshacerse de México y más aún de Costa Rica, en aquel choque en el que Van Gaal enseñó al mundo su maestría cuando cambió en el último instante de la prórroga al portero Cillessen por el suplente Tim Krul, quien paró dos tiros en la decisiva tanda desde el punto de penalti.

Sin embargo, al no poder llegar a la quinta final de su historia, el encuentro ante Brasil carece de interés para Holanda. Lo mismo puede decir Brasil tras su histórica catástrofe (1-7) ante Alemania, equipo que precisamente ocupó el tercer escalón en el podio mundialista en 2006 y 2010 y que en esta ocasión escapó a tan agridulce trance.

Un partido- trampa para Brasil

La recompensa para la federación que quede tercera es de 16 millones de euros, el cuarto se llevará 14 y medio. Premios sustanciosos, pero insuficientes para generar motivación en los jugadores. Una motivación que no pueden dejar de tener, bien a su pesar, los futbolistas brasileños.

“Otra decepción, claro que va a empeorar todo“

"A medida que no juguemos bien, no ganemos o tengamos otra decepción, claro que va a empeorar todo, pero incluso una victoria podrá cambiar poco", dijo Scolari.

El seleccionador brasileño es consciente de que en el partido del sábado Brasil tiene nada que ganar y mucho que perder. Scolari admitió que luchar por el tercer lugar es un "sueño bien menor" para el conjunto anfitrión, que luchaba por el sueño de lograr el sexto título Mundial.

Los brasileños sembraron dudas por su juego ya en el partido inaugural contra Croacia; tampoco anduvieron 'finos' ante México e incluso lucieron poco ante Camerún, a pesar del resultado. En las eliminatorias, más de lo mismo, merced a sus pírricas victorias sobre Chile, en los penaltis, y sobre Colombia (2-1).

Los traspiés de la 'canarinha' se convirtieron en batacazo contra Alemania. Por ello saben que nada hará olvidar la histórica humillación sufrida ante los germanos, ni siquiera golear a Holanda y dar una exhibición, que ya llegará muy tarde para Brasil.