España perderá el liderato del ránking FIFA

• Alemania será la nueva cabeza de la clasificación por su victoria en el Mundial
• Selecciones como Brasil, Argentina e, incluso, Suiza pueden superar a la Roja
• La campeona de 2010 pasará de 1.485 puntos a 1.188 en el próximo cómputo
• Repasa el Mundial de Brasil 2014

Sergio Ramos intenta consolar a su compañero Iker Casillas durante el pasado Mundial de Brasil.

La selección española sigue liderando el ránking de la FIFA después del Mundial 2014. Sin embargo, el organismo rector del fútbol tiene previsto actualizar la tabla y se augura una dura caída de la Roja, por si no fuera suficiente la de Brasil.

En julio de 2008, tras vencer en la Eurocopa de Austria y Suiza, España se aupó a la plaza de honor del ránking por primera vez en su historia.

Seis gloriosos años después, con otra Eurocopa y un Mundial de por medio, la selección no ha abandonado el liderato con el que afrontó la cita mundialista.

El combinado que dirige Vicente del Bosque afrontaba el torneo con 1.485 puntos, seguido de Alemania con 1.300. Pero la eliminación a las primeras de cambio supondrá pérdida obligada de puntos, mientras que los ya campeones sumarán seguro.

Alemania será la nueva líder mundial del fútbol, según el ránking de la FIFA. No obstante, habrá que esperar al cómputo oficial del mes para saber cuántos puestos perderá España, que pasará de 1.485 puntos a 1.188.

De acuerdo con una herramienta de cálculo de la web oficial de la FIFA, Alemania sumará 1.761 puntos; Argentina, 1.689; Colombia, 1.587; Holanda, 1.525; Bélgica, 1.504; Uruguay, 1.435; Suiza, 1.335, y Brasil, 1.220. Francia se queda a un paso de España con 1.185 puntos

La importancia de los rivales

La FIFA emplea una fórmula algo compleja para el cálculo de puntos, que tiene en cuenta victorias, derrotas, empates, importancia del partido y del rival.

Además, en la ecuación se aplican factores correctores en función de la media de puntos ganados en los últimos doce meses, así como la media en partidos anteriores al último año para la depreciación, hasta llegar al cuatrienio.

La victoria da tres puntos, dos el empate y uno la derrota. Los amistosos dan un punto; los encuentros clasificatorios dan 2,5; Eurocopa y Copa Confederaciones, 3 puntos, y el Mundial, 4 puntos.

En cuanto a la importancia de los rivales, a estos se les da 200 puntos y se les resta su clasificación, aunque hay dos excepciones. El líder -España hasta ahora- otorga 200 puntos, mientras que a las selecciones que ocupan puestos inferiores al 150º se les da 50 puntos.

Por último, se aplica la importancia de la Confederación. En este baremo la UEFA y la Conmebol (Sudamérica) tienen el mayor peso con un punto. Todo se multiplica para saber el número total de puntos de cada partido, pero luego hay que aplicar los baremos correctores anuales.

Un baremo cuatrianual

Elegir bien los rivales para los partidos de preparación influye también en el ránking. Ya no es solo una cuestión de llegar mejor o peor al Mundial, sino la necesidad de sumar buenos puntos para mantener el liderato.

La derrota en el amistoso de Sudáfrica se presumió eliminada del cómputo por la FIFA debido a la irregularidad en el cambio de portero que hizo España -sustitución de Valdés por Reina con los cambios agotados-, pero finalmente se anunció que tenía validez.

Como ejemplo, el amistoso España 1 - Bolivia 0 del mes de mayo, único encuentro de la Roja ese mes, otorgó a la Roja 396 puntos: 3 de la victoria que se multiplican a 1 por ser amistoso, 1 por la UEFA y 132 por la importancia del rival en el ránking. De haber jugado contra Alemania habría sido 3x198= 594 puntos.

Sin embargo, la selección solo aumentó 24 puntos una vez aplicados los baremos del cuatrienio: en el año 2011 logró 1094, pero al ser solo un 20% del peso se quedan en 218; en 2012 alcanzó los 485,13 que se quedan en 145,54 al aplicarse el 30% del peso; en 2013 llegó a 912,48 pero se ven reducidos a la mitad. Sumados a los 664 de este año antes del Mundial (incluidos los 396 de Bolivia), el total alcanza los 1485.

Los tres partidos del Mundial, más los resultados de los inmediatos perseguidores hacen prever un batacazo mayúsculo.