Un italiano invitado a la fiesta francesa

• El Tour 2014 de Nibali es también el del resurgir del ciclismo francés
• Pèraud, segundo, y Pinot, tercero, pusieron el acento francés en el podio final
• El AG2R se apuntó la clasificación por equipos, algo que no ocurría desde 1998
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Un joven veterano y un niño prodigio hacen soñar a Francia

Tan solo un ciclista —eso sí, el único que inscribirá su nombre en la historia del palmarés del Tour de Francia— no es francés y se encuentra a estas horas aún en una nube tras la conclusión del Tour 2014. Es Vincenzo Nibali. [Blog 'En Ruta': Obligado a refrendarlo

El italiano ha sido el invitado especial a la fiesta francesa en la que por fin se ha convertido la Grande Boucle. Hacía 17 años que París no veía a un corredor local en el podio final y este año han subido, a falta de uno, dos corredores: el veterano Jean-Christophe Péraud (AG2R) y el joven Thibaut Pinot (FDJ). [Blog 'En Ruta': La fatiga ha podido más que las ganas

El italiano Vincenzo Nibali se convirtió hoy en tres veces grande nada más atravesar la meta de París, ya que pasa a la historia como uno de los seis ciclistas ganadores de Tour, Giro y Vuelta, en una jornada festiva, de homenaje al "Tiburón de Mesina", en la que repitió victoria en el esprint el alemán Marcel Kittel.

Dos franceses en los Campos Elíseos es algo que no veían en el país organizador desde hace 30 años, cuando lo hicieron Laurent Fignon en el primer escalón e Hinault en el segundo, en el Tour de 1984.

Borrados quedan de un plumazo los complejos del ciclismo francés, que ya cuenta los días para que arranque el Tour 2015, confiados en que no tardará en llegar la victoria final de un galo.

Generación gala prometedora con Pinot como estilete

Jean-Christophe Péraud es un ciclista veterano de 37 años que se pasó de la bicicleta de montaña a la de carretera hace 4 años. El corredor del AG2R La Mondiale ha conseguido revertir la situación durante la carrera y, a base de esfuerzo, recuperar el tiempo perdido con su compañero de equipo Bardet y auparse al segundo puesto de la general superando todas las dificultades —incluido el pinchazo en la crono y la caída en las calles de París—.

Poco dado a las entrevistas, Pèraud es puntilloso en la bicicleta y aplica a la carretera muchas de las reglas que aprendió en la bicicleta de montaña: La constancia, la capacidad de prolongar el esfuerzo y el sufrimiento. Pese a su avanzada edad, los que le conocen afirman que su físico es mucho más joven, porque en su anterior ocupación completaba menos días de competición.

El tercer puesto del podio lo ha ocupado un corredor joven con mucha proyección: Thibaut Pinot. Se trata de un joven que explotó pronto cuando con 22 años, benjamín del pelotón, se impuso en Pourrentruy, en los Alpes en el Tour de 2012. Ese año acabó décimo, el más joven ciclista que entraba en el "top 10" desde 1947, cifras que le propulsaron a la condición de joven prodigio.

Excelente escalador, el ciclista del Franco Condado mostraba lagunas en los descensos y en la lucha contra el crono pero en este Tour ha tenido que dar el do de pecho para suplir esos defectos.

Ha sido el único capaz de demarrar —junto con Contador en Gerarde la Mauselane— a Vincenzo Nibali en la montaña. Lo hizo en la 16ª etapa, en los últimos metros de la subida al Port de Balès.

Un equipo francés de nuevo en lo más alto por equipos

A estos hay que añadir el éxito de volver a ver a un equipo francés en el primer puesto de la clasificación por equipos. Lo ha conseguido el AG2R La Mondiale de Pèraud. No lo hacía un equipo galo desde que en 1998 lo hiciera el Cofidis.

Uno de los que han ayudado a que el AG2R ganara ha sido otro joven con mucho futuro: Romain Bardet, que pese a ocupar durante varios días el podio finalmente ha acabado sexto.

En la recámara tienen franceses también a Warren Barguil, de 22 años, para muchos el más talentoso de todos, ganador de dos etapas en la pasada Vuelta a España y al que su equipo, el Giant, no ha llevado lamentablemente a la ronda gala.