El Unicaja acusa las bajas en Moscú y pierde su condición de invicto
- El conjunto malagueño cae por 95-85 ante el CSKA
- El Valencia se lleva el duelo fratricida contra el Laboral Kutxa (76-69)
El Unicaja puso fin a su racha de tres triunfos consecutivos en la Euroliga al perder (95-85) en la cancha del CSKA de Moscú, al que plantó resistencia a pesar de las bajas del base serbio Stefan Markovic, del escolta islandés Jon Stefasson y del alero Carlos Suárez.
El equipo malagueño se presentó al partido igualado con tres victorias con el conjunto ruso, que ahora lidera en solitario la clasificación del Grupo B tras la cuarta jornada.
Los de Joan Plaza siempre fueron por debajo en el marcador ante un rival en el que sobresalió el base serbio Milos Teodosic, con 27 puntos y diez asistencias.
En el primer cuarto, el Unicaja intentó mantenerse en el encuentro con una fuerte defensa y rápidas transiciones, aunque el CSKA de Moscú apretó desde todos los puntos y pareció inaccesible (29-21).
El conjunto ruso no dio tregua (42-28, minuto 15), con Teodosic inconmensurable anotando desde la línea de triples (12 puntos) y asistiendo (seis) ayudado por el alero estadounidense Sonny Weems, quien logró catorce puntos.
El Unicaja tuvo muchos problemas para defender a estos dos jugadores y en ambas zonas sufrió, tanto en el rebote como en el juego interior.
Solamente el alero lituano Mindaugas Kuzminskas (once puntos) y el base uruguayo Jayson Granger (nueve puntos) pusieron su impronta en el parqué del Palacio de los Deportes moscovita (52-39, minuto 20).
El Unicaja no se rindió y empezó a funcionar tras el descanso y a recortar distancias con los triples del escolta estadounidense Ryan Toolson y el liderazgo de Granger, que cogió el mando en ataque (61-56, minuto 25).
El CSKA de Moscú se vio en peligro y su técnico, el griego Dimitris Itoudis, pidió un tiempo muerto para calmar y aplacar a su equipo, lo que le vino bien porque Teodosic cerró el cuarto con un triple (72-66).
Los últimos diez minutos fueron vibrantes y emocionantes con un Unicaja volcado (75-71, minuto 31) y un conjunto ruso liderado por Teodosic.
El encuentro entró en unos instantes finales con superioridad del CSKA, que tuvo más acierto en sus ataques y que cerró el enfrentamiento con diez puntos de ventaja (95-85).
El Valencia gana al Baskonia
El Valencia Basket logró su primera victoria en la Euroliga y recuperó parte de sus opciones de pasar a la segunda fase al derrotar al Laboral Kutxa (79-69), en un duelo en el que tiró de garra para sobrevivir a los dos momentos en los que estuvo contra las cuerdas y en el que Luke Harangody ejerció de estilete ofensivo para rematar su triunfo.
El equipo valenciano afrontó este partido tras sufrir tres derrotas en las tres primeras jornadas y tras haber rescindido el contrato del escolta Dwight Buycks poco antes de arrancar el choque, pero supo gestionar la ansiedad para imponerse a un rival que, tras una buena primera parte, se diluyó y en el que sólo Toko Shengelia evitó una derrota mayor.
El conjunto vasco arrancó el encuentro más suelto en ataque. Con Thomas Heurtel a los mandos y una buena lectura del bloqueo directo, anotaba sin dificultad. Si el francés no era capaz de finalizar, buscaba en una esquina a Kim Tillie, que, agazapado, golpeó a la nerviosa defensa local.
Al Valencia la necesidad de ganar le pesó. Tras el tirón inicial que le dio el impetuoso Luke Harangody, se encogió. Sin ser capaz de crecer desde la defensa y obligado a descifrar las defensas alternativas de su rival, perdió su ritmo de anotación (11-20, m.8).
Los valencianos perdieron el rumbo pero no las ganas y, a base de casta, se agarraron al partido. Guillem Vives y Pau Ribas le dieron mordiente a la línea exterior y Loncar aportó bullicio bajo los tableros. A falta de claridad, eso le sirvió durante unos minutos.
Pero la entrada en la pista de un motivado Toko Shengelia, que se formó en las categorías inferiores de la Fonteta, dio un nuevo impulso al Laboral Kutxa. El georgiano reboteó, tiró de lejos y machacó el aro de su exequipo hasta elevar la renta alavesa a los diez puntos (22-32, m.15).
Tampoco así el Valencia se rindió. Ribas tiró de su equipo en los peores momentos, el cansancio empezó a nublar las ideas del Laboral Kutxa y en apenas tres minutos, entre Harangody y Dubljevic, construyeron un parcial de 14-0 que permitió a los locales llegar al descanso con una mínima renta (38-36, m.20).
En la segunda mitad, el Valencia mantuvo la producción de su dupla interior pero añadió nuevas armas. Un par de contraataques y varias acciones individuales de Van Rossom le dieron aire y aunque la perseverancia de Shengelia retrasó su despegue, una breve aparición de Loncar le permitió encarar el último cuarto con un tranquilizador colchón (65-56, 30).
El mal porcentaje de tiros libres lastró los intentos del Baskonia por recuperarse y cuando logró estrechar el marcador, con Ribas en el banquillo con problemas musculares, apareció de nuevo Harangody con sus triples para dar tranquilidad a su equipo (75-65, m.38).
Con la Fonteta empujando a los suyos y el depósito de confianza local algo más lleno, al Laboral Kutxa le faltaron argumentos para complicarle el final del choque y ni si quiera pudo recuperar ninguno de esos diez puntos para el 'basket average'.