La muerte de un ultra cuestiona la seguridad en el fútbol
- La Policía desconocía la llegada de ultras del Deportivo de La Coruña
- El partido fue calificado de "bajo riesgo" y el dispositivo fue de 160 agentes
- Los 21 detenidos pasan este lunes a disposición judicial
Un día después de la reyerta entre ultras previa al Atlético-Deportivo que acabó con un fallecido las preguntas se agolpan sobre la responsabilidad de los hechos. Este lunes, los 21 detenidos pasan a disposición judicial y la Comisión Antiviolencia se ha reunido de urgencia para analizar lo ocurrido.
El partido estaba calificado "de bajo riesgo", por lo que los antidisturbios no estaban desplegados en el lugar cuando ocurrieron los hechos, y la Policía desconocía la llegada de ultras desde A Coruña, que habrían esquivado a las Fuerzas de Seguridad alquilando los autobuses en Lugo y comprando las entradas a través de una peña.
Según fuentes de la Delegación del Gobierno, la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte, al tratarse de un encuentro "de bajo riesgo", la Unidad de Intervención Policial se desplegó en la zona dos horas antes del inicio del partido, como es "habitual" en las competiciones deportivas de esta consideración.
El dispositivo de seguridad establecido para este encuentro, de acuerdo con su calificación, estaba formado por un centenar de agentes de Policía Nacional, entre la UIP, Caballería y guías caninos, así como por 60 agentes de la Policía Municipal, además de los "patrulleros habituales del distrito", según fuentes de la Delegación del Gobierno.
Además, en la reyerta se desarrolló en una zona en la que ni siquiera había presencia policial previa, ya que la seguridad se establece en el perímetro cercano al estadio. El enfrentamiento sucedió en una zona más alejada del estadio, concretamente en el parque Madrid Río, y tres horas antes del comienzo del partido, a las nueve de la mañana.
Cifuentes: "Hay que determinar por qué no se detectó la pelea"
Por su parte, la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, ha insistido en que la Policía no disponía de ninguna información que permitiese predecir la pelea y ha admitido que "habrá que determinar por qué no se pudo detectar que esto podía ocurrir".
Además, ha asegurado que ha pedido "informes por escrito" para saber con exactitud "más que qué falló, qué medidas pueden tomarse" para evitar sucesos similares en el futuro, según ha dicho en declaraciones a la Cadena Ser.
Cifuentes ha recalcado que el partido se declaró de bajo riesgo porque la Comisión Antioviolencia hace su valoración a partir de informaciones de los clubes y de la propia Policía, y que ni unos ni otros previeron los altercados. En la Policía, ha insistido, "no se conocía que esto se fuera a producir, si se hubiera conocido se habría puesto el dispositivo policial".
Además, ha precisado que durante el domingo habló varias veces con el delegado del Gobierno en Galicia, y que no le consta que allí la Policía tuviese información de que se iba a desplazar ningún autobús con ultras del Deportivo. "La Policía no estaba alertada ni de que venían esos autobuses ni de que hubiera una quedada con 'ultras' de otros equipos", ha insistido, una y otra vez.
Cardenal: "Han hecho todo pora burlar la vigilancia policial"
Por su parte, el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), Miguel Cardenal, cree que la batalla campal entre ultras en Madrid no se detectó porque estos grupos radicales se citaron "mediantes nuevas tecnologías que no eran usuales hasta ahora".
Además, destaca que "como saben que está vigilados han tratado de burlarla de todas las maneras", como por ejemplo "alquilando los autobuses en otra provicincia".
Asimismo, destacó que ahora toca investigar qué falló y ha insistido en que "son ultras violentos que se alinean no por su afición al deportes si no por sus conviciones ideológicas".
Interior pedirá mayor implicación a los clubes
Los responsables del Ministerio del Interior y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado solicitarán a los clubes una mayor implicación para erradicar a los violentos de los estadios de fútbol, según han informado fuentes conocedoras de la postura que va a adoptar el Departamento que dirige Jorge Fernández Díaz.
Las mismas fuentes consultadas explican que este es el mensaje principal que va a trasladar el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, en la reunión del Comité Antiviolencia.
La intención de las fuerzas de seguridad es lograr un compromiso por parte de los clubes para poner fin a cualquier privilegio del que puedan gozar estos grupos ultras por parte de sus entidades deportivas. Existe el convencimiento entre los responsables policiales de que ninguna estrategia para luchar contra la violencia en el deporte será eficaz sin la participación activa y real de los clubes profesionales.
Los 21 ultras detenidos pasan a disposición judicial
Por otra parte, este lunes los 21 detenidos se encuentran en la Brigada Provincial de Información de Moratalaz para prestar declaración y pasar a disposición judicial.
Según ha informado un portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, los detenidos forman parte de los grupos radicales Frente Atlético (ultraderecha), Riazor Blues (antifascistas), Bukaneros (ultras del Rayo Vallecano) y Alkor Hooligans del Alcorcón, cercanos estos dos últimos a la "filosofía" de los de Riazor.
La Delegación del Gobierno ha precisado que seis de los 21 arrestados tienen antecedentes por lesiones, robos con violencia, daños y desórdenes públicos, amenazas y robos con fuerza.