El hincha del Deportivo muerto en la reyerta del domingo, enterrado en la intimidad
- 'Jimmy', como era conocido, reposa ya en el cementerio coruñés de Féans
- Los Riazor Blues le despiden con cánticos y una pancarta homenaje
Francisco Javier Romero Taboada, 'Jimmy', el aficionado del Deportivo que falleció el domingo en una reyerta entre el grupo ultra al que pertenecía, Riazor Blues, y Frente Atlético, ha sido enterrado en el cementerio de Feáns, en la ciudad de la que era natural, La Coruña.
Antes de recibir sepultura, los familiares y amigos de Romero Taboada, que pidieron intimidad, celebraron una misa en su memoria en el tanatorio coruñés en el que le velaron desde la tarde del martes, cuando llegaron sus restos mortales procedentes de Madrid.
Los Riazor Blues colocaron junto al tanatorio Albia una pancarta firmada con las iniciales del grupo en la que se leía, en gallego, 'Os teus non te esquecen' (Los tuyos no te olvidan) y después le dieron el último adiós en el cementerio.
Allí le despidieron con ovación y cánticos detrás de otra pancarta con la leyenda: "Jimmy vive", que horas antes colgaba de una pasarela peatonal de la ciudad.
En Feáns, delante de unas trescientas personas, entre las que se encontraba el expresidente del Deportivo Augusto César Lendoiro, Jimmy recibió sepultura con una bandera de Los Suaves, la sección de los Riazor Blues a la que pertenecía, cubriendo el féretro.
Tras los oficios, a los que se sumaron aficionados de otros equipos, hubo aplausos, se lanzaron petardos y se entonó una canción de los Riazor Blues que podía escucharse en la distancia.
Cinco furgones de Policía
Más de cinco furgones de la Policía Nacional estuvieron en los aledaños del cementerio y también del tanatorio, por cuestiones de seguridad, para evitar incidentes como la agresión que había sufrido un cámara de televisión en Madrid el pasado lunes al mediodía en el momento en que el féretro iniciaba su camino hacia La Coruña desde el tanatorio Norte de Madrid.
A la ciudad gallega llegó esa misma tarde, donde lo esperaban una veintena de familiares y amigos desolados por su fallecimiento en la reyerta del Manzanares.
Jimmy, que tenía 43 años y dos hijos, uno de corta edad, falleció en esa pelea como consecuencia de un traumatismo craneoencefálico con hemorragia y el estallido del bazo por un golpe provocado posiblemente por una barra de hierro, según determinó la autopsia que le practicaron el lunes.