El gran salto de los Gasol y otras historias del All Star
- La imagen de su salto inicial es ya parte de la historia del deporte español
- El partido destacó por la lluvia de triples, 51 encestados entre los dos equipos
- Westbrool, MVP con 41 puntos, se quedó a uno del record de Chamberlain
El All Star 2015 será recordado para siempre por ser el primero que protagonizaron dos hermanos, además españoles, Pau y Marc Gasol. Es posible que, en un tiempo, pocos sepan decir qué equipo logró la victoria en el encuentro. Ni siquiera cuál fue el jugador más valioso. Pero está claro que la imagen de los Gasol frente a frente en el salto inicial entra directa a la historia del deporte español.
Igual que la imagen de Iniesta alzando la camiseta y mostrando su recuerdo a Dani Jarque tras lograr el tanto de la victoria en el Mundial de Sudáfrica. O la de Fernando Alonso con el rostro desencajado tras proclamarse por primera vez campeón del Mundo de Fórmula 1 en 2005 en Brasil. Por no hablar de un exhausto Rafa Nadal tumbado sobre la hierba de Wimbledon tras batir en un partido épico a Roger Federer. O muchas otras estampas que protagonizaron Mireia Belmonte, Miguel Indurain o Fermín Cacho, por citar solo a unos pocos.
En lo meramente deportivo, los Gasol cumplieron sin grandes alardes. Pau se marchó con 10 puntos y 12 rebotes en 26 minutos, manteniendo la racha de ‘dobles-dobles’ que está siendo su marca de la casa esta temporada, su primera en Chicago.
Mientras, Marc anotó 6 puntos y capturó 10 rebotes en 25 minutos. Ambos fueron los máximos reboteadores de sus respectivos equipos. Algo por otro lado normal ya que en muchas fases del partido se limitaron a coger los rechaces de los numerosos triples que, con mayor o menor fundamento, se jugaron durante el partido muchos de los participantes.
Estaba claro que este tipo de partidos, en el que las defensas solo se suponen pero no se practican y en los que el individualismo prima sobre el juego colectivo, no son los más adecuados para que brillen los Gasol. Pero desde luego no desentonan entre tanta estrella. Es más, son parte de ese firmamento. Y sí, el salto lo ganó Pau.
Lluvia de triples
Pero el partido tuvo más cosas además del protagonismo de los dos españoles. Por ejemplo, una auténtica lluvia de tiros de 3 puntos, 48 encestados de 133 intentos, un 36%.
Nada extraño si tenemos en cuenta que hasta cinco de los participantes en el concurso de triples del sábado (Kyrie Irving, Kyle Korver, Klay Thompson, James Harden y el ganador, Stephen Curry) participaron en el partido.
Korver y Harden, con 7 triples conseguidos cada uno, fueron los mejores en este aspecto.
Russell Westbrook, MVP
Si el hecho de jugar un All-Star te coloca en un plano superior dentro de la NBA –lo que también se traduce en millonarios contratos publicitarios- no digamos ya el hecho de ser elegido mejor jugador del partido. Un club selecto en el que aparecen nombres como Will Chamberlain, Michael Jordan, ‘Magic Johnson’ o Shaquille O’Neal.
Este año todas las miradas estaban puestas en Stephen Curry, el jugador más votado por los aficionados y, por supuesto, en LeBron James, probablemente el mejor jugador de la liga. Pero el ganador fue el base de Oklahoma City Thunder Russell Westbrook, que concluyó el encuentro con 41 puntos.
Westbrook tiene cierta fama de egoísta en su juego, lo que sin duda le benefició en el encuentro de anoche. Salió desde el banquillo y desde el principio empezó a jugarse tiros de forma indiscriminada, con un total de 16 de 28 intentados en 26 minutos.
Logró el récord de puntos al descanso, con 27, pero se quedó a uno solo de la marca histórica de Will Chamberlain, quien sigue siendo el máximo anotador de un encuentro con 42 puntos.
El reconocimiento a Atlanta Hawks
El partido sirvió en cierto modo como homenaje a los Atlanta Hawks, el equipo que, contra pronóstico, está liderando la conferencia Este y que durante el mes de enero contó sus 17 partidos por victorias. Su técnico, Mike Budenholzer, dirigió a Este desde el banquillo y hasta cuatro jugadores de los Hawks fueron seleccionados para el encuentro, pese a que ninguno tiene la categoría de gran estrella: Al Horford, Kyle Korver, Paul Milsap y Jeff Teague.
Como era de esperar, Budenholzer decidió poner a sus cuatro pupilos juntos sobre la pista. Lo hizo a finales del primer período, con los primeros cambios. Un gran gesto para un equipo con el que nadie contaba hace unos meses y que es una de las sensaciones de la temporada.
Los ‘Splash Brothers’, irregulares
Otro de los focos del partido estaba puesto en el dúo que forman Stephen Curry y Klay Thompson, los llamados ‘Splash Brothers’. Los jugadores de los Golden State Warriors están maravillando esta temporada, liderando al mejor equipo de la NBA. Ambos son hijos de exjugadores de la liga (Dell Curry, un fino tirador de los Charlotte Hornets de los 90; y Mychal Thomson, un pívot que jugó en los Lakers de ‘Magic’ Johnson).
Pero en esta ocasión los ‘Splash Brothers’ no pudieron brillar como dúo ya que Klay Thompson no rindió al nivel esperado, con solo 7 puntos. Al principio no le entraron los tiros y eso desconcentró al hábil escolta de los Warriors, quien vio el tramo final del partido desde el banquillo.
Más acertado estuvo Curry, un ‘jugón’ que deja su sello en cada jugada, con pases imposibles, cambios de ritmo y un gusto innato por el baloncesto. Anotó 15 puntos pero está claro que, antes o después, será un MVP del All Star.
Mucho más que un partido (o mucho menos)
Es difícil decidir si catalogar el All Star Game en la categoría de partido de baloncesto o en el de espectáculo sin más. En el de anoche los sistemas defensivos brillaron por su ausencia y los jugadores se limitaron a buscar la acción individual, esa que maravilla a los menos aficionados al baloncesto pero que a los amantes de este deporte les deja con el gesto torcido.
La prueba más fehaciente de que no hubo defensa fue que en todo el encuentro solo se cometieron nueve faltas personales, dos en la primera parte.
Todo ello con unas gradas pobladas de celebridades como Bill Clinton, Rhianna, Christina Aguilera, Beyonce, Jay-Z, Ben Stiler… y espectaculares números musicales, antes y durante el encuentro. Un verdadero ‘show’ televisivo en el que, además, hubo baloncesto.