El empuje del Calderón, clave en la victoria del Atlético
- La diosa de la fortuna sonrió al Atlético en la lotería de los penaltis
- El empuje del Calderón respondió a las exigencias de Simeone
- Crónica del Atlético 1 - Bayer Leverkusen 0 (3-2), por Óscar López
El Atlético de Madrid estará en el bombo de los ocho mejores equipos de la Champions League gracias a la remontada llevada a cabo en el partido de vuelta. Tocó sufrir hasta la tanda de los penaltis pero la fortuna le debía una a los de Simeone desde la final de Lisboa. Estas fueron las claves de la victoria colchonera: [Crónica del Atlético 1 - Bayer Leverkusen 0 (3-2)
El Vicente Calderón
Lo había pedido el 'Cholo' Simeone en la víspera y la afición colchonera no le ha defraudado. Desde que pitó Rizzoli el inicio, la grada apretó y los alemanes lo notaron. En el primer cuarto de hora perdieron un par de balones de manera no forzada, los robó el Calderón.
Los cánticos en recuerdo de Luis Aragonés antes de que comenzara la tanda de penaltis seguro que algo ayudaron a la hora de atraer a la diosa fortuna.
Lesión de Moya
El Atlético de Madrid no ha tenido nada de suerte con las lesiones en esta eliminatoria. En el partido de ida, Simeone tuvo que gastar dos cambios para sustituir a los lesionados Siqueira y Saúl. En este partido de vuelta, a los 23 minutos, la misma situación. El lesionado era el portero Moya y Oblak tuvo que salir sin calentar para colocarse bajo los palos.
A la postre el cambio sería decisivo ya que el portero esloveno detuvo un penalti decisivo en la tanda de penaltis.
Gol de Mario Suárez
Antes de que se cumpliera la media hora del partido, el Atlético de Madrid había empatado la eliminatoria gracias al gol de Mario Suárez. El centrocampista, titular en la noche para suplir al sancionado Tiago, contó con la ayuda del central del Bayer Ömer Toprak pero lo importante es que subió al electrónico.
Partido duro de domar
Así como el partido de ida tuvo en el Leverkusen al claro dominador del juego, en la vuelta no ha sido nada fácil hacerse con el control del balón. El Atlético lo intentó más, sin duda, pero era muy caro jugar en el medio del campo. Todo eran balones largos, controles defectuosos e interrupciones del juego.
Defensa atlética superlativa
A pesar de la baja de un icono colchonero como Godín, la defensa compuesta por Jesús Gámez en la izquierda, Giménez y Miranda en el centro, y Juanfran en la derecha; estuvo soberbia. Ni un fallo se cometió en los 120 minutos de partido y eso que en la prórroga la tensión era palpable y el partido estaba ya roto.
Desgaste físico mayúsculo
Los cambios de Moya y Cani antes de que se llegara a la reanudación condicionaron mucho en lo físico a los locales. El cambio de Torres por Mandzukic en el 82 tampoco sirvió de mucho ya que el de Fuenlabrada tenía mucho campo por delante para correr y la gasolina duró pocos minutos. En los alemanes el esfuerzo pasó una factura similar.
Los atléticos que asistieron al Calderón no olvidarán fácilmente la estampa de Arda Turan rezando durante la tanda y dejando el césped en camilla después, exhausto y con la mano en su abductor.
La lotería de los penaltis
Cuando se llega a la tanda de los penaltis la suerte está echada. A priori Leno era un portero 'parapenaltis' y la presión podría ser mayor para los atléticos, que jugaban en casa. Además el primer lanzamiento de un veterano como Raúl García se fue alto.
Por suerte Çalhanoglu ejecutó el peor penalti visto en décadas y los fallos posteriores de Toprak y Kiessling dejaron en el olvido la parada de Leno a Koke.