La falta de gol vuelve a condenar a España frente a Holanda

• Dos goles holandeses en tres minutos deciden el amistoso para los locales
• La Roja tiene posesión y crea ocasiones pero no es capaz de ver puerta
• España no volverá a concentrarse hasta junio, que se enfrenta a Bielorrusia

Imagen del defensa de la selección española Gerad Piqué durante el partido amistoso.

Ficha técnica:

2 - Holanda: Vermeer; Janmaat, De Vrij, Martins Indi, Willems; Narsingh, Blind (De Guzman, m.73), Klaassen, Sneijder (Wijnaldum, m.62); Huntelaar (Dost, m.79) y Depay (Afellay, m.84).

0 - España: De Gea; Carvajal, Raúl Albiol, Piqué (San José, m.68), Bernat; Mario Suárez (Ramos, m.68), Cesc, Cazorla (Iniesta, m.76), Isco (Silva, m.46); Pedro (Vitolo, m.46) y Juanmi (Morata, m.62).

Goles: 

1-0, m.13: De Vrij.

2-0, m.16: Klaassen.

¿Qué hubiera pasado si Silva hubiera marcado el 2-0 en el debut de España en el Mundial ante Holanda? Esta respuesta ya nunca se resolverá pero quedó clara una cosa y es que la Roja si perdona lo acaba pagando. Esta vez, de nuevo ante Holanda pero ahora en un amistoso, España ha vuelto a perder después de crear más ocasiones que los holandeses.

Con goles de Klaassen y De Vrij, la Holanda de Hiddink se ha impuesto a los de Del Bosque a pesar de que estos llevaran el peso del partido durante más de una hora de juego.

Dos goles en tres minutos

La Roja ha pagado muy cara la pájara que han sufrido los chicos de Del Bosque del minuto 12 al 15. En el inicio los dos equipos salieron convencidos de presionar arriba pero Holanda puso el partido de cara en el primer despiste de los visitantes.

Tras un saque de córner, el balón llegó a Sneijder en banda izquierda y su centro lo cazó el central De Vrij, anticipándose a los centrales españoles. Nada pudo hacer De Gea ante el despiste en las marcas de sus compañeros (min. 12).

El gol dejó muy noqueados a los españoles que antes de pestañear vieron como Klaassen remataba por dos veces solo, dentro del área. El primer disparo lo pudo rechazar De Gea pero el segundo no. Llegaba el segundo gol en el Amsterdam Arena en el minuto 15.

Ante el éxtasis de los aficionados oranje, que recordaban el 5-1 de Brasil, España supo digerir los goles y comenzar a pisar el área local. Hoy solo repetían en el once titular Piqué e Isco y fue precisamente el malagueño el que quiso alejarse de la banda izquierda, caer más al centro, para poder participar más en la creación de juego.

Mucha posesión pero cero goles

Pero las ocasiones de la Roja hoy no se traducían en goles. La tuvo muy clara Pedro a la media hora después de robar un balón pero no supo batir al guardameta Vermeer en el mano a mano. También la tuvo el debutante Juanmi con un disparo desde la frontal (min. 33).

En la segunda mitad Del Bosque introdujo en el césped a Silva y a Vitolo para dar descanso a Isco y a Pedro. España mantuvo esas buenas sensaciones con las que se fue a los vestuarios pero el gol no llegaba.

Cesc no acertó a rematar un centro raso de Bernat desde la banda izquierda (min. 49) y piqué no consiguió engañar a Vermeer cuando lanzó una falta desde la frontal por debajo de la barrera (min. 60). La única vez que el balón tocó las mallas locales fue cuando Silva anotó gol después de interceptar un remate de Morata en el área. La pena es que el canario se encontraba en posición ilegal y el árbitro escocés Collum anulaba el gol (min 69).

Pitos para 'el verdugo' Iniesta

Enfrente estaba una Holanda que con el marcador a favor tenía muy claro que había que acumular jugadores en el centro de la defensa, aún a riesgo de conceder las bandas a los españoles. Contrarrestar la posesión de la Roja fue algo a lo que Hiddink renunció en el momento en el que dio descanso a Sneijder y a Blind.

A la contra con la velocidad de Depay, o en jugadas a balón parado con el peligro de Martins Indi tuvieron sus opciones de marcar el tercero pero el marcador acabaría siendo el 2-0.

Tan solo destacar al final del partido los pitos de la afición holandesa a Iniesta, silbado por aquel tanto de gloria en la final de Johannesburgo. España vive de eso en su presente. De recuerdos.