La UEFA da por perdido el partido a Montenegro ante Rusia (0-3)
- El partido tuvo que ser suspendido por altercados entre aficionados
- El meta ruso Akinfeev recibió el impacto de una bengala y fue hospitalizado
- Montenegro deberá jugar dos partidos a puerta cerrada
El Comité de Control, Ética y Disciplina de la UEFA ha decidido que el partido Montenegro-Rusia, de la fase de clasificación para la Eurocopa 2016 que tuvo que ser suspendido el pasado 27 de marzo por graves incidentes, se de por finalizado con el resultado de 0-3.
Asimismo, Montenegro tendrá que jugar a puerta cerrada los dos próximos partidos de competiciones de la UEFA que tenga en casa. El segundo, no obstante, queda en suspenso durante un periodo de prueba de dos años. Además deberá pagar una multa de 50.000 euros.
En cuanto a la Unión de Fútbol de Rusia, a la que se abrió un expediente por conducta inapropiada de sus seguidores, ha sido multada con 25.000 euros.
El encuentro, que se disputaba en el estadio Pod Goricom de Podgorica, tuvo que ser suspendido por el colegiado alemán Deniz Aytekin a los 68 minutos tras una trifulca entre los jugadores de los dos conjuntos y varios incidentes violentos en las gradas.
El accidentado encuentro tuvo que ser interrumpido primero a los 30 segundos de juego después de que el portero ruso, Ígor Akinféyev, recibiera el impacto en la cabeza de una bengala lanzada desde la grada situada detrás de su portería.
Tras el incidente, el arbitro alemán que pitaba el encuentro, Deniz Aytekin, mandó a los dos equipos al vestuario después de que los servicios médicos sacaran a Akinféyev del césped.
Tras más de media hora de tensa espera, con aficionados de los dos conjuntos nerviosos en las gradas, el partido fue reanudado, mientras que Akinféyev fue hospitalizado con quemaduras en el cuello y parte del pelo quemado.
Lanzamiento de butacas
También el comienzo del segundo tiempo fue retrasado después de que algunos aficionados montenegrinos arrancaran sus butacas para lanzarlas a los seguidores rusos.
Tras una reunión urgente entre responsables de la UEFA y de las dos selecciones, se decidió seguir con el partido a pesar de todos los incidentes, aunque se advirtió por megafonía que el partido sería suspendido definitivamente en caso de que pasara algo más.
Y pasó tras el penalti pitado contra Montenegro y fallado por el conjunto ruso en el minuto 65, a lo que siguió una tángana entre jugadores y cuerpo técnico en el campo y nuevos incidentes violentos en las gradas.
Finalmente, se suspendió definitivamente el encuentro cuando el marcador marcaba un empate a cero, y las hinchadas fueron sacadas del campo por separado.