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Balonmano | España 39 - Finlandia 16

España abusa de Finlandia para asegurar el primer puesto de su grupo (39-16)

  • El encuentro fue una exhibición hispana de principio a fin
  • La selección finlandesa no llegó ni a la condición de "sparring"

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  • Ficha técnica:

39.- España (21+18): Pérez de Vargas (p), Ángel Fernández (3), Víctor Tomás (2), Cañellas (3,1p), Antonio García (4), Gedeón Guardiola (3), Dujshevaev (3), Goñi (4), Rocas (3,1p), Maqueda (1), Entrerríos (3), Viran Morros (1), Baena (4), Rivera (1) y Del Arco (4).

16.- Finlandia (9+7): Makela (p), Koljonen (2), Ronnberg (2), Weber (1), Sundberg (3), Benny Broman (3), Tamminen (1), Roslander (p), Jualim Broman, Forss, Helander (1), Hellakosky, Soderlund (1), Thor (2), Remy y Auer.

Parciales: 5-2, 8-2, 11-5, 14-6, 20-9, 21-9 (descanso), 26-10, 27-10, 30-12, 33-15, 36-16 y 39-16 (final)

Árbitros: Panayides y Andreu (Chypre). Excluyeron por dos minutos al español Dujshebaev y a los finlandeses Sundberg, Soderlund y Auer.

Incidencias: Unos 2.500 espectadores en el Palacio de los Deportes de La Rioja. Antes del partido la Federación Española de Balonmano entregó un obsequio de reconocimiento a Raúl Enterríos, al cumplir 200 internacionalidades.

La selección española de balonmano ha logrado un abultado triunfo sobre la de Finlandia, por 39-16 con el que se asegura el primer puesto de su grupo de clasificación para el próximo Campeonato de Europa.

La falta de calidad del equipo finlandés ha hecho que el partido quedara decantado desde los primeros minutos y que la única emoción fuese comprobar por qué diferencia iba a ganar el equipo de Manolo Cadenas.

Porque incluso los menos habituales entre los "hispanos" como Goñi, Antonio García o Ángel Fernández dejaron claro desde el inicio que no se iban a relajar y que pretendían dejarle claro al seleccionador que tienen un hueco en su selección.

El ritmo de los nuevos, y la competitividad de los de siempre, hicieron que el partido fuera una exhibición de España, ante un rival que no llegó ni a la condición de "sparring".

El mayor desequilibrio en el juego se produjo en el primer tiempo, casi desde el inicio, porque los españoles salieron muy centrados, empeñados en marcar distancias pronto, liderados por Joan Cañellas y Víctor Tomás, además de por un Gonzalo Pérez de Vargas a un nivel excepcional en la portería.

El 11-5 que reflejaba el marcador al cuarto de hora ya indicaba, por sí solo, que España quería concluir su clasificación con un buen partido y que Finlandia no tendría nada que hacer, sobre todo por su inferioridad física por el centro. Así, poco a poco, la diferencia a favor de los españoles fue a más, hasta alcanzar los doce goles al descanso (21-9).

Segundo tiempo más normal

El segundo tiempo de Finlandia fue algo más normal, porque defendió más y porque España tuvo muchos minutos en pista a un equipo "mortal", formado por muchos de los jugadores que en el futuro tendrán toda la responsabilidad de sostener al balonmano español en la elite mundial.

Pero aún así, la diferencia fue a más porque los más nuevos en España también demostraron un "hambre" encomiable y, en vez de relajarse, le dieron más ritmo al partido.

Por ello acabaron por apabullar a una Finlandia impotente, también, ante el portero español, que estuvo a su mejor nivel.