Argentina termina con la hegemonía española y se proclama campeona del mundo
- La albiceleste se toma la revancha y vence a España por 1-6 en la final
- La Roja, invicta durante una década, buscaba su sexto mundial seguido
- Portugal golea por 7-3 a Alemania y se lleva el bronce
La selección argentina de hockey patines se proclama campeona del mundo al vencer en la final a España por 1-6. De esta forma, la albiceleste se toma la revancha frente a España en la cuarta tentativa.
La Roja, que era la detentora del título, buscaba una marca de seis mundiales consecutivos y 17 en total. Se rompe así una racha de más de una década y 71 partidos sin conocer la derrota. Por contra, es el quinto entorchado de Argentina después de 16 años de sequía.
El conjunto argentino remontó un gol de Bargalló en el m.5 y acabó venciendo con holgura al equipo español, ante el que había caído en la final de las tres ediciones anteriores del Mundial, de forma que recupera un título que no ganaba desde 1999, cuando venció en Reus precisamente a España.
Fue Ordóñez quien empató el partido, con un gran disparo desde media distancia. Tras la igualada, Argentina volvió a un dibujo más tradicional, con Platero de nuevo en pista y con David Páez, aparición de última hora en la convocatoria y que ha resultado decisivo. Suyos fueron los dos siguientes goles, en un momento en que el partido se encontraba equilibrado y con escasas ocasiones en ambas puertas.
La segunda mitad arrancó con España apretando los dientes y encerrando a Argentina en su área, en lo que sería la tónica de todo el segundo acto. La más clara en esta fase la tuvo Bargalló, que mandó la bola al hierro a los siete minutos. Argentina llegó a la décima falta y Toni Pérez tuvo la opción de recortar distancia, pero erró la directa. Al minuto, fue Ordóñez quien la transformó, y situó tres goles de renta que hacía muy cuesta arriba la remontada.
España lo dio todo, y consiguió que Argentina no saliera del área en unos minutos, aunque tampoco llegó a forzar a Grimalt, ya que los disparos morían en las espinilleras de los defensas albicelestes. Con España entregada al ataque, dos contras seguidas, una de Nicolía y otra de Ordóñez, sentenciaron la final.
En el partido por el tercer puesto, Portugal goleó por 7-3 a Alemania y consiguió, por cuarta edición consecutiva, la medalla de bronce.