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Uno de los siete dirigentes de la FIFA detenidos en Suiza acepta su extradición a EE.UU.

  • Las autoridades judiciales helvéticas no han hecho pública su identidad
  • La Policía estadounidense tiene diez días para su traslado
  • Blatter: "El futuro de la FIFA está en juego"

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Imagen de la sede de la FIFA en Zúrich (Suiza) / AFP
Imagen de la sede de la FIFA en Zúrich (Suiza) / AFP

Uno de los siete responsables de la FIFA que se encuentran detenidos en Suiza desde el pasado 27 de marzo aceptó su extradición a Estados Unidos, informó la Oficina Federal de Justicia.

Conforme al procedimiento acordado, la Policía de Estados Unidos tiene diez días para recoger y trasladar al detenido a este país.

Las autoridades suizas no precisaron cuál de los siete dirigentes deportivos será extraditado ni cuando se producirá su entrega, por razones de seguridad. La Oficina Federal de Justicia indicó, en ese sentido, que además el detenido ha solicitado que su nombre no sea divulgado.

Están detenidos por este caso en el cantón de Zúrich el uruguayo Eugenio Figueredo, en su calidad de vicepresidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol y de la FIFA; el costarricense Eduardo Li, presidente de la Federación costarricense de fútbol; y el brasileño José María Marín, miembro ejecutivo de la Confederación Sudamericana de Fútbol.

Están igualmente detenidos en el cantón de Zúrich y regiones circundantes Julio Rocha, expresidente de la Federación Nicaraguense de Fútbol y funcionario de la FIFA; y el venezolano Rafael Esquivel, presidente de la Federación de Fútbol de Venezuela y miembro ejecutivo de la Confederación Sudamericana de Fútbol.

Además, la policía suiza arrestó a los británicos Costar Takkas, ex secretario general de la Federación de Fútbol de Islas Caimán, y Jeffrey Webb, presidente de la Confederación de Fubtol de América del Norte, Centroamérica y el Caribe, y vicepresidente de la FIFA.

Para evitar el riesgo de colusión, los siete se encuentran en distintos lugares de reclusión de Suiza. Todos ellos se encontraban en Zúrich a fines de marzo para participar en el Congreso anual de la FIFA y fueron arrestados por la Policía en una incursión a primera hora del día en el hotel donde se hospedaban.

Según informó la Oficina Federal de Justicia de Suiza, la persona a extraditar rechazó el procedimiento simplificado de extradición poco después de ser detenido, pero en una audición realizada ayer cambió de posición y aceptó ser entregado a la Justicia de EEUU.

Una fiscalía de Nueva York acusa a ese detenido de haber recibido y guardado para él sobornos millonarios que le entregaron compañías a cambio de los derechos de comercialización de eventos futbolísticos, como campeonatos regionales y continentales en Norteamérica y Sudamérica.

Sus prácticas -según la acusación- causaron prejuicio financiero a dos confederaciones de la FIFA y a distintas asociaciones nacionales. El pasado 1 de julio, el Gobierno estadounidense formalizó el pedido de extradición contra los siete dirigentes futbolísticos.

Si la extradición es aprobada por la Oficina Federal de Justicia en algunos o todos los casos restantes, los afectados tendrán dos instancias superiores de apelación, el Tribunal Penal Federal y, el máximo órgano de justicia de Suiza, el Tribunal Federal. El procedimiento completo podría durar así hasta seis meses.

Blatter: "El futuro de la FIFA está en juego"

Joseph Blatter, presidente interino de la FIFA, defendió la necesidad de "cambiar las estructuras" de la organización y aseguró que ocupar el despacho presidencial "es una atracción secundaria", ya que "el futuro" de la misma está en juego" con las próximas decisiones del Comité Ejecutivo y el Congreso.

"La indignación popular de las últimas semanas se ha dirigido hacia mí personalmente. No tengo problemas con esto, me puedo defender. Sin embargo haría un llamamiento a la justicia. No tengo la responsabilidad de los miembros del Comité Ejecutivo. No los he elegido yo", indicó.

En el artículo que publica semanalmente en la revista de la FIFA, Blatter insistió en que tampoco puede asumir la responsabilidad sobre el comportamiento de estos miembros del Ejecutivo y abogó por establecer "controles independientes de integridad".

"El presidente de la FIFA debe trabajar con personas elegidas por las confederaciones. No podemos cambiar la moral de las personas, pero si podemos tener un mejor control del comportamiento humano. En esto es en lo que invertiré mi energía", firmó Blatter.

Tras posicionarse en contra de establecer límites de edad para los directivos de la FIFA, Blatter también dijo en su texto que, pese a haber trabajado durante 40 años para esta federación y haber adquirido una gran experiencia, sigue sin comprender algunas de las cosas que ocurren en el mundo del fútbol.

"Cuando introducimos un cambio en las normas del juego todo el mundo se adhiere pero cuando la misma FIFA se mueve para implementar un código de conducta para toda la organización lo bloquean todas las confederaciones con la excepción de Asia. Hasta hoy la UEFA no tiene Comité Ético y la Asociación Alemana tampoco", añadió.