El Madrid dice adiós a 'San Iker' Casillas
- Tras 16 años en el primer equipo y 25 en el club, el mostoleño deja Chamartín
- Se va con tres Champions, cuatro Ligas y dos Copas del Rey de blanco
Iker Casillas se va del Real Madrid. Lo que parecía imposible después de verle levantar la Décima Copa de Europa -aunque con controversia- y se había complicado con varios amagos y parones en la negociación por su salida se ha hecho realidad finalmente este sábado, tras 16 años del portero y hasta ahora capitán en el primer equipo; 25 contando los nueve que pasó en la cantera.
A sus 34 años, y después de un palmarés casi inigualable, el mostoleño pone rumbo a Oporto, donde le espera un técnico que conoce la 'Fábrica' de talentos del Madrid: Julen Lopetegui.
Ese palmarés incluye cuatro Ligas, dos Copas del Rey, cuatro Supercopas de España y, lo más destacado, tres Champions League. Amén de más de setecientos partidos oficiales con el primer equipo (725), en los que ha encajado 752 goles; un promedio ligeramente superior a gol por partido.
Porque ese ha sido su oficio, parar goles. Lo ha ejercido con la camiseta blanca -metafóricamente, puesto que el portero juega de otro color- desde un 12 de septiembre de 1999 en 'La Catedral' de San Mamés ante el Athletic de Bilbao, con tan solo 18 años.
Ya con 16 había sido incluido por primera vez en una convocatoria del primer equipo, pero fue de la mano de John Benjamin Toshack, luego reemplazado por Vicente del Bosque, cuando llegó su puesta de largo.
Dos Champions con Del Bosque
Aquella temporada (1999-2000) llegó su primer gran éxito con la conquista de la octava Copa de Europa del Madrid, lo que le valió su primera internacionalidad con la selección; ese es capítulo aparte.
Al año siguiente el Madrid ganó la Liga, la primera de su palmarés, ya con Florentino Pérez en la presidencia del club. Comenzaba la era de los 'Galácticos', aunque él siempre prefirió decir que no era galáctico, "soy de Móstoles".
Con Vicente del Bosque en el banquillo vivió su primera crisis cuando en la temporada 2001-2002, la del centenario del club, tuvo que luchar por la titularidad con César Sánchez. El técnico salmantino parecía preferir al más veterano.
Sin embargo, la derrota en la final de Copa en el Bernabéu ante el Deportivo, el conocido 'Centenariazo' y la oportuna aparición en la final de Glasgow por la lesión de César le encumbraron de nuevo. Ahí se forjó la leyenda del 'Santo'.
Primera sequía de títulos
A pesar de haber ganado de nuevo la Liga en 2003, Florentino Pérez decidió prescindir de Del Bosque y el equipo vivió una etapa de sequía de títulos. Algo que no pareció afectar a Casillas, cuya 'santidad' no estaba bajo sospecha entonces.
De hecho, los críticos decían que el Madrid era "Casillas, Ronaldo (Nazario) y nueve mas". Y cuando 'O Fenómeno' no marcaba, era solo Casillas. La entidad vivió el relevo en la presidencia e Iker una nueva etapa.
A pesar de sus reflejos y la espectacularidad de sus paradas, Casillas siempre se vio obligado a convencer a sus técnicos. La presidencia de Ramón Calderón trajo la llegada de Capello como técnico; el italiano prefería un meta más alto y que jugara mejor con los pies, eso se dijo.
El Madrid de Capello ganó aquella Liga 2006-2007 con Casillas como portero. El transalpino se fue y llegó el alemán Schuster, se ganó la Liga siguiente e Iker siguió siendo la referencia en la portería.
Pero en la siguiente temporada comenzó la "era Guardiola" del Barça y al Madrid le tocó encajar un doloroso 2-6 en el Bernabéu. Una goleada sonrojante que, sin embargo, parecía no afectar a la titularidad del 'Santo' una vez más.
La nueva era de Florentino
El triplete del Barcelona y ciertos escándalos extraderportivos le costaron la presidencia a Calderón y auparon de nuevo a Florentino Pérez. El presidente de ACS sacó de nuevo el talonario para traer fichajes de relumbrón, coronados por Cristiano Ronaldo.
Sin embargo, la política de fichajes no parecía afectar aún demasiado a la cantera. El primer técnico de la segunda etapa fue Manuel Pellegrini, pero el chileno fue despedido por la puerta de atrás después de otro año en blanco.
Se fichó entonces al portugués José Mourinho y con él llegó el escándalo. En su primera temporada juntos, la primera como capitán por la marcha de Raúl, llegó el 5-0 en el Camp Nou, pero también la Copa del Rey ganada en Mestalla también frente al Barça. Todo parecía normal.
En la segunda temporada el Madrid reconquistó la Liga y ambos se hicieron un 'selfie' juntos, que Iker colgó en su perfil de Facebook. El motivo era acallar los rumores sobre su mala relación.
En lo extradeportivo, el ambiente estaba enrarecido por el pique con el Barcelona. La tensión generada en los 'clásicos' amenazaba la convivencia en una selección campeona de Europa y del Mundo. Casillas y Xavi tendieron puentes entre ambos vestuarios y eso no gustó a Mou.
Suplente una década después con Mou
Llegó el 22 de diciembre de 2012 y Casillas experimento en Málaga su primera suplencia por motivos técnicos en una década. El sustituto fue Antonio Adán. Tras el parón navideño el capitán recuperó la titularidad, pero una lesión en un partido de Copa ante el Valencia, provocada por su compañero Álvaro Arbeloa, obligó al club a buscar en el mercado de invierno un recambio y ficharon a Diego López.
El gallego relegó de nuevo a Casillas a la suplencia, convirtiéndose en el favorito de Mourinho y ampliando la brecha entre el técnico y las 'vacas sagradas' del vestuario; entre estos estaba Iker. La derrota en la final de Copa ante el Atlético precipitó la salida del portugués.
Pero la división ya no era solo en el vestuario, sino también en la grada del Bernabéu. Una parte, la más proclive a Mou, le acusaba de ser el 'topo' que filtraba a la prensa los secretos del primer equipo. Acusación que, en buena medida, fue alimentada por 'The Special One'.
El Madrid fichó entonces a Carlo Ancelotti, un entrenador con un perfil más abierto y dialogante. Sin embargo, el italiano optó por Diego López como titular en Liga y Casillas en las otras dos competiciones. Mal consuelo que se convirtió en pesadilla cuando de nuevo un compañero de equipo, Sergio Ramos, le provocaba una lesión en el primer partido de Champions contra el Galatasaray en Estambul.
La Décima no acaba con el debate
Casillas se recuperó de la lesión y recuperó la titularidad en dichas competiciones. El Madrid vio aplazado el debate hasta su recuperación, aunque los defensores del 'Santo' aumentaron el volumen de sus reivindicaciones gracias a una nueva victoria en la final de Copa frente al Barça.
La Champions avanzaba y el Madrid se veía en la final, gracias entre otras cosas a una gran actuación de Casillas en las eliminatorias contra el Schalke, el Borussia y el Bayern de Múnich. Ancelotti se vio obligado a darle minutos en Liga para que no llegara a la final de Lisboa falto de minutos.
Cuando se fue Mourinho y llegó Ancelotti se apagaron los primeros rumores de la marcha de Casillas, pero el final de temporada 2013-2014 y su actuación en la final los reavivaron
Dicha final se jugó contra el Atlético de Madrid, que con Simeone en el banquillo se había convertido en una pesadilla para el Madrid de Ancelotti. Para colmo, los rojiblancos se adelantaron gracias a un fallo de Casillas ante Godín.
El segundo capitán, Sergio Ramos, forzó la prórroga y el Madrid ganó la Décima. Pero en la entrega del trofeo Casillas quiso ceder el honor de recoger la 'Orejona' a Ramos, consciente de su error. El protocolo no lo permitía y ese relevo se produjo en Cibeles.
A pesar de las críticas, la consecución de la ansiada Copa de Europa frenó de nuevo las intenciones de Casillas de irse, que ya entonces trascendían. Los títulos le habían dado una tregua hasta ese momento.
Esta última temporada en el Madrid, otra vez en blanco, Casillas se ha hartado de las críticas, de la división en el seno del madridismo; ha dicho "basta". Con pesar, puesto que tenía contrato en vigor y el club le ofrecía la retirada de blanco, se despide de la que ha sido su casa durante un cuarto de siglo.
Le queda la selección española, donde Vicente del Bosque le viene preparando desde hace un año una "transición dulce" con quien se perfila como sustituto en el Madrid, David de Gea. Menos dulce y más amarga ha sido su marcha del Madrid.