El espíritu de Fuente Dé planea en los Alpes
- Froome encara la recta final como líder sólido y dispuesto a responder a los ataques
- Quintana, el mejor posicionado, está mentalizado para dar batalla hasta el Alpe D'Huez
- Contador apostará por ataques largos como en Fuente Dé y Nibali, por las bajadas
- Tour de Francia en directo, a partir de las 13:55h. en Teledeporte y RTVE.es
Llegan los Alpes, la hora de le verdad en el Tour de Francia. El británico Chris Froome entra en la montaña como líder sólido y será el foco de los ataques de un grupo opositor que sueña con lucir la prenda dorada en París, encabezado por Nairo Quintana, Alberto Contador, Alejandro Valverde y Tejay Van Garderen.
Cuatro etapas de montaña, tres finales en alto, puertos míticos y, uno de ellos, el Alpe D'Huez la víspera de entrar en París, servirán de escenario para que el líder defienda su condición y para que los rivales traten de derrocarlo. Pero, ¿cómo, dónde, cuando?.
Froome, el más fuerte hasta ahora
Froome ha sido superior a todos en las dos primeras semanas. La exhibición de La Pierre Saint Martin en el estreno pirenaico, es la base de un colchón mínimo de 3 minutos que obliga a sus enemigos a basar sus opciones en la estrategia, en busca de una gesta, ya que admiten que en el cara a cara el británico es superior.
Froome y su equipo están mentalizados para la batalla, que les puede llegar en un descenso, con un ataque de lejos o en un ascenso que encuentre alguna debilidad en el maillot amarillo quien, de momento, ha respondido a cualquier sublevación, por pequeña que fuese. Hay quien está rezando para que llueva, a ver si se ablanda el rubio del Sky.
Movistar, al acecho de Froome
Movistar, con Quintana y Valverde segundo y cuarto en la general, tendrá mucho que decir en la "Operación Froome". El colombiano quiere cambiar el color blanco de mejor joven por el amarillo de mejor corredor de todo el Tour.
El "escarabajo" se la jugará en su terreno, los ascensos largos, y deberá encontrar el "espíritu del Terminillo", aquel arranque bajo la nevada en la Tirreno Adriático que dejó helados a Contador y Nibali, entre otros. Si Nairo llega con opciones al Alpe D'Huez, se podría vivir el mayor espectáculo del mundo.
Contador, a repetir el ataque de Fuente Dé
Si alguien apuesta por el ataque de lejos, ese podría ser Alberto Contador. El madrileño parece no tener las piernas de antaño cuando las cuestas son muy empinadas, pero mientras tenga un gramo de fuerza, atacará.
Es la manera de ver el ciclismo de este corredor que quitó la Vuelta de 2012 a "Purito" Rodríguez con un largo e inesperado ataque camino de Fuente Dé. Fue aquella una hazaña que siempre se recordará.
Nibali, especialista en las bajadas
¿Alguien se anima a atacar en un descenso?. El dedo señala al italiano Vincenzo Nibali. Sin duda lo hará porque por algo es un gran especialista en bajadas, pero en este caso el lastre que pesa sobre el siciliano es muy pesado, nada menos que 7.49 minutos de retraso.
¿Cual será el papel de Valverde?. El murciano se encuentra como no se le recuerda en un Tour, pero no olvida que se debe a Quintana. El campeón de España podría buscar un triunfo de etapa y un puesto en el podio, si lo permite la estrategia para su jefe de filas. El primer objetivo podría ser desalojar al americano Van Garderen del tercer puesto.
Desde Gap, donde el pelotón disfruta de la segunda jornada de descanso, se divisan a lo lejos las cumbres alpinas. Esperan el Glandon, la Croix de Fer, el Alpe d'Huez, puertos legendarios donde se va a decidir quien sucede a Nibali en el palmarés.
Arrancan los Alpes
La fiesta comienza este miércoles con la decimoséptima etapa que termina en el alto de Pra Loup, una jornada idéntica a la reciente del Dauphiné, donde se impuso el francés Bardet. El descenso del Col de D'Allos es de los que cortan la respiración. La última subida está en la historia del Tour, en 1975 Thevenet hundió al mismísimo Eddy Merckx.
Al día siguiente la carrera llega a Saint Jean de Maurienne tras superar siete puertos, entre ellos el Glandon (21,7 kms al 5,1%) y la Lacets de Monvernier, muy exigente con 3 kilómetros al 8 por ciento antes de la llegada. Más opciones para los valientes y hábiles en los descensos.
El viernes llegada al alto de La Toussuiere tras una subida de 18 kms al 6 por ciento. Antes, el inédito Chaussy (15,4 / 6,3%), la Croix de Fer (22,4 km / 6,9%) por su vertiente más dura y el Mollard (5,7 km / 6,8%). Jornada corta, propicia para una guerra sin cuartel.
Alpe D'Huez suena fuerte. El broche del Tour no podía tener un escenario más simbólico. Tras superar la Croix de Fer, el último cartucho se prenderá en las 21 curvas que superan los 13,8 kms al 8,1 de pendiente media. La foto del podio final quedará definida.