El Athletic luce la Supercopa en Bilbao ante miles de aficionados

• Miles de personas llenan la plaza del Ayuntamiento para recibir a los de Valverde
• Jugadores, cuerpo técnico y directiva ofrecieron el trofeo a la Virgen de Begoña
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Una marea rojiblanca de 50.000 personas homenajea al campeón de la Supercopa

Miles de personas han abarrotado la explanada del Ayuntamiento de Bilbao y sus aledaños para homenajear al Athletic Club con motivo de la Supercopa conquistada por el equipo rojiblanco ayer en el Camp Nou frente al FC Barcelona.

Los jugadores han llegado a las inmediaciones de la casa consistorial, engalanada con una gran pancarta rojiblanca en su balconada en la que se leía 'Txapeldunak' (Campeones), montados en el autobús descubierto al que se han subido casi una hora antes en la Basílica de Begoña.

Los campeones se han apeado del vehículo jaleados por esa impresionante marea humana que se ha citado en el mismo escenario donde hace 31 años el Athletic celebró su último título en 1984.

Antes de la recepción oficial en el Salon Árabe, futbolistas, técnicos y directivos han posado con la Supercopa en las escalinatas del consistorio acompañados por el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto.

La ofrenda en Begoña abrió los actos de homenaje

La ofrenda de la Supercopa a la Virgen de Begoña, patrona de Bilbao, ha abierto los actos de homenaje que recibe hoy el Athletic Club con motivo del trofeo conquistado por el equipo rojiblanco en el Camp Nou.

La basílica bilbaína se ha quedado pequeña para acoger a los cientos de fieles y seguidores que se han dado cita en el templo para recibir a los jugadores, técnicos y junta directiva, encabezada por Josu Urrutia, que han ofrecido la copa a la 'Amatxo'.

Tras sendas alocuciones del párroco de Begoña, José Luis Atxotegi, y de Urrutia, han sido el técnico Ernesto Valverde, y el capitán, Carlos Gurpegui, quienes han ofrecido formalmente el trofeo a la virgen.

Al mismo tiempo, las campanas de la basílica han repicado el himno del Athletic, al que han puesto letra las decenas de personas que han abarrotado las bancadas y los pasillos de la iglesia.