Márquez volvió a ser "el más listo de la clase"
- El piloto de Honda acertó al cambiar de moto cuando la pista se secó y venció
- Rossi volvió a tener suerte por la caída de Lorenzo al que aventaja en 23 puntos
- Faltan cinco carreras y Lorenzo y Márquez están dispuestos a presentar batalla
El español Marc Márquez, vencedor del GP de San Marino, supo sacar provecho de las circunstancias que este domingo rodearon la disputa del esta carrera y tal y como explicó su padre Juliá "fue el más listo de la clase", en esa situación.
La segunda carrera por tierras italianas resultó mucho más extraña y complicada de lo que nadie podía esperar y una vez más la suerte se alió con el italiano Valentino Rossi (Yamaha YZR M 1), que a la "suerte" de que volviese a llover como en Silverstone, se unió el hecho de que su máximo rival Jorge Lorenzo acabó por los suelos y se quedó sin puntuar, por lo que le bastó con ser quinto.
Rossi llegó a la carrera de "su barrio", pues se encuentra a apenas doce kilómetros de la localidad de Tavullia, en donde reside, con doce puntos de ventaja, y se pudo marchar de ahí con nada menos que una renta de 23 puntos, después de sacar en algunos momentos la calculadora para no cometer el más mínimo error sobre un nuevo asfalto muy complicado y que desconcertó a no pocos pilotos.
Márquez acertó con la estrategia
En esta ocasión Márquez demostró su picaresca e intuición cuando al ver que la pista se comenzaba a secarse y que el cambio de moto, por segunda vez, se iba a hacer inevitable, dejó pasar literalmente a sus rivales para así tener mayores opciones de sorprenderlos.
Ninguno de los dos se apercibió de esa circunstancia y así fue como Márquez les vio marchar para completar otra vuelta mientras él entró en su taller a cambiar de moto y logró la ventaja que le acabó entregando en bandeja la victoria.
Aunque, de no ser por la caída que sufrió el británico Scott Redding (Honda RC 213 V), que se mostró muy efectivo bajo el agua, el desarrollo final bien pudiese haber sido otro, pero el Quedgeley se tuvo que conformar con una tercera posición que en cualquier caso representó su primer podio en la categoría de MotoGP.
La lluvia, protagonista
Y lo cierto es que la carrera de San Marino se complicó por momentos con la aparición de una lluvia intermitente que forzó no pocos cambios durante la misma y que obligaron a los equipos y a los pilotos a intentar agudizar al máximo el ingenio para no equivocarse en su decisión y esa fue la clave del éxito o el fracaso.
Al final, una vez más, Valentino Rossi acertó con su trabajo y con las decisiones a tomar, mientras que Jorge Lorenzo se precipitó, quizás por el nerviosismo de saberse el más rápido con la pista seca pero sembrar la incertidumbre cuando el agua hizo acto de presencia y sucumbió a esa presión, como él mismo reconoció tras superar el golpe de una inesperada caída que le alejó de la pelea por el título once puntos más.
En cualquier caso quedan cinco grandes premios por delante y ahora son dos los pilotos que se han conjurado para ganar todas las carreras posibles y ambos son españoles, Jorge Lorenzo y Marc Márquez, si bien fue éste último el que cumplió en Misano Adriático.