El Real Madrid salva el 'match ball' en la Euroliga frente al Fenerbahçe
- El equipo de Pablo Laso se impone al de Obradovic por 80 a 73
- Unas horas antes, Rudy Fernández era operado con "éxito" de la hernia discal
- El Laboral Kutxa apabulla a un débil Limoges (92-56)
El Real Madrid creyó y trabajó más que el Fenerbahce por conseguir una victoria fundamental para sus intereses, pese a las ausencias de Rudy Fernández y Trey Thompkins, no bajó la guardia y acabó imponiéndose por 80-73 en un partido de garra, tesón y esfuerzo que tuvo recompensa final.
El Real Madrid comenzó centrado en el partido, consciente de su importancia, pero el Fenerbahce no se quedó atrás. Los problemas de Sergio Rodríguez para frenar a Dixon y las jugadas individuales del 'Chacho', 9-9 (min. 3), marcaron los primeros minutos.
Sin ir por delante en el marcador y con problemas para seguir al Fenerbahce en la anotación, el Madrid mantuvo la paridad hasta que Datome y Vesely comenzaron a campar a sus anchas sin que la defensa local hiciera nada por detener la hemorragia de puntos de esos dos jugadores.
El equipo turco comenzó a poner tierra de por medio, 13-22 (min.7) con un Madrid que quería y no podía. La situación se fue complicando y con 16-24 a falta de 1.40 minutos, Pablo Laso le dio los galones para dirigir al equipo a Luka Doncic. El primer cuarto finalizó con 18-28, prueba de la escasa efectividad de la defensa madridista.
Todo cambió en la salida del segundo cuarto. Con Doncic a los mandos del equipo y con Andrés 'Chapu' Nocioni cargando de ganas al equipo, el Real Madrid consiguió un parcial de 14-0 en los primeros cuatro minutos. La genialidad de Doncic y una agresiva defensa en zona 1-3-1 obraron el milagro de meter al Madrid en el partido y que se adelantara por primera vez en el marcador, 32-28.
Con empate a 32 (min.15.50) el Real Madrid no pudo mantener ese nivel de defensa y entrega y el Fenerbahce volvió a dominar el partido, con un parcial de 0-7 (32-35, min. 16.20) gracias a los rebotes y a un Vesely que volvió a entrar en la defensa como un cuchillo en la mantequilla.
Al descanso la reacción de los españoles se quedó en casi nada porque al final el marcador reflejó un 36-45. La buena noticia fue la defensa madridista y la mala, que no la pudo mantener durante los diez minutos del cuarto.
El Real Madrid mantuvo sus buenas intenciones y actitud en el inicio del tercer acto y dio otro pequeño empujón a sus aspiraciones, 43-47 (min.23), pero siempre dando la impresión de un gran esfuerzo, de tener que gastar muchas energías y de poner mucho empeño para conseguir cada punto. Aún así, con poca fluidez en ataque, llegó al ecuador del cuarto con un equilibrado 48-50.
Por contra, el Fenerbahce que también pasó por apuros en ataque, apenas necesitaba un par de minutos de inspiración para adelantarse, 48-55 (min.26.45). Otra nueva reacción madridista permitió igualar el marcador a falta de un minuto, 54-55 y llegar al final del tercer cuarto con ventaja mínima pero ventaja, 56-55. Y un parcial muy importante de 20-10.
A estas alturas de partido las cosas estaban un poco más claras para el Real Madrid y más oscuras para los turcos. Zeljco Obradovic lo vio claro y no dudó en pedir tiempo muerto tras un triple de Sergio Llull (59-55) cuando apenas se habían disputado veinte segundos del último cuarto.
La necesidad, el trabajo, el esfuerzo, la concentración y las ganas durante más de treinta minutos comenzaba a imponerse a un Fenerbahce ya clasificado para la siguiente ronda. El 63-57 que ondeó en el marcador (min. 31.50) auspició buenos augurios, máxime con Sergio Llull especialmente enchufado y con dos triples casi consecutivos en su haber, pero el Fenerbahce, todo un equipo aspirante al título, consiguió en un abrir y cerrar de ojos volver a nivelar la situación, 66-66 (min.34.15).
La tensión que emanaba desde la pista y la presión que bajaba desde las gradas hicieron que cada posesión, cada punto, cada acierto y cada fallo fuese vital. Otro tirón local y 72-66 a falta de tres minutos y medio.
Un triple de Jeffery Taylor a minuto y medio para el final, casi sentenció el partido, 76-66, pero fue la defensa y el deseo de victoria lo que dio una victoria fundamental al Real Madrid por 80-73.
Rudy Fernández, operado con "éxito" de la hernia discal
Rudy Fernández ha sido intervenido "con éxito" este jueves de la hernia discal que padecía en la zona lumbar, según informaron los servicios médicos del conjunto blanco en un comunicado.
El escolta balear ha sido intervenido en el Hospital Universitario La Moraleja de una minodiscectomia L4/L5 "bajo la supervisión del equipo médico del club", añadió el Real Madrid en relación a Rudy, que seguirá las evoluciones de sus compañeros desde la cama del hospital.
El Laboral Kutxa apabulla a un débil Limoges (92-56)
El Laboral Kutxa apabulló sin contemplaciones al Limoges en el Buesa Arena, 92-56, y sumó un triunfo que deja enfilado su billete al Top 16 de la Euroliga.
Los vitorianos afrontarán las dos últimas jornadas de la fase regular con la tranquilidad de verse un año más entre los 16 mejores equipos de Europa y el objetivo de pelear por estar en las eliminatorias de cuartos de final.
El partido ante los franceses se solventó con otro varapalo de grandes dimensiones. El Baskonia disfrutó los 40 minutos para superar a un enemigo entregado y sin poder plantar oposición desde el salto inicial. Darius Adams fue el más efectivo con un vendaval anotador que le llevó a lograr 23 puntos.
El Laboral Kutxa salió dispuesto a despachar por la vía rápida al conjunto más flojo del grupo y el Limoges se evaporó en el salto inicial para dejar paso a un vendaval de juego vitoriano que rompió el partido en siete minutos, 24-9.
La electricidad y puntos de Adams, junto a la inspiración de Hanga y Causeur, hundieron al equipo francés que padeció en sus carnes la intención vitoriana de sellar su billete al Top 16.
Mantuvo constante e inclemente su demoledora ritmo el Baskonia para doblar en el marcador, 34-17, a un desorientado Limoges en solo 12 minutos de juego.
Los de Velimir Perasovic disfrutaron sobre la cancha con un recital ofensivo que les disparó hasta los 54 puntos en la primera parte, mientras el Limoges no pudo pasar de 29. Adams, con 12 puntos, y Bourousis con diez fueron los estiletes que lideraron y guiaron el juego vitoriano.
La emoción del segundo tiempo solo se limitó a saber si aguantaba la intensidad local para ahondar en la herida del equipo francés y si la voracidad del Baskonia le hacía superar el tope de 107 puntos endosados al Limoges en el partido de ida.
Llegó a rebajar la brecha por debajo de los veinte puntos, 59-37 minuto 23, pero Velimir Perasovic no permitió el mínimo atisbo de relajación en sus filas y refrescó a los suyos los conceptos.
Aplicaron a rajatabla las consignas del tiempo muerto con otro nuevo acelerón que estiró el varapalo vitoriano hasta un 71-40 a falta de dos minutos para cerrar el tercer periodo.
Los 30 puntos de ventaja con los que se jugaron los diez minutos finales, 73-43, no cesaron de crecer para el regocijo de la afición local y un Limoges que bajó los brazos demasiado pronto para recibir un más que severo correctivo sin oponer resistencia.