Uno de los vicepresidentes de la FIFA, Juan Napout, acepta ser extraditado a Estados Unidos
- Así lo ha confirmado el ministerio de Justicia de Suiza en un comunicado
- El presidente de la CONMEBOL fue arrestado en Zúrich el 3 de diciembre
- Le acusan de haber recibido sobornos que se elevan "a millones de dólares"
El paraguayo Juan Ángel Napout, presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol(CONMEBOL), vicepresidente de la FIFA, y acusado de supuestos cargos de corrupción, aceptó ser extraditado a Estados Unidos, según informó el ministerio de Justicia de Suiza en un comunicado.
Napout ha decidido ser extraditado con un procedimiento simplificado y no esperar a que las autoridades de la Confederación Helvética se pronunciasen sobre si autorizaban o no dicha extradición.
Por razones de seguridad y de protección de la intimidad del detenido, no se darán detalles sobre el momento de la entrega a las autoridades estadounidenses.
Napout fue arrestado en Zúrich el pasado 3 de diciembre a petición de las autoridades estadounidenses que le acusan de haber recibido sobornos que se elevan "a millones de dólares" a cambio de la venta de los derechos de retransmisión de torneos futbolísticos disputados en América Latina y partidos de clasificación para Mundiales de Fútbol.
Según la información aportada por las autoridades de Estados Unidos a sus homólogos suizos, algunos de esos delitos fueron acordados y preparados en territorio estadounidense y los pagos se habrían realizado a través de bancos de ese país.
En su primera vista ante la policía del Cantón de Zúrich, Napout se había opuesto a una extradición a Estados Unidos, por lo que Berna había pedido a Washington que presentara una solicitud formal de extradición. En un interrogatorio, Napout declaró estar de acuerdo con su extradición.
De esta forma, el ministerio de Justicia ha podido autorizar de inmediato su extradición por medio de un procedimiento simplificado.
Según la Ley suiza relativa a la asistencia judicial en materia penal, el funcionario futbolístico deberá ser entregado en el plazo de diez días a una escolta policial estadounidense.