Valencia y Sevilla se meten en semifinales
- El Valencia ganó 0-1 a Las Palmas con un gol de Rodrigo
- El Sevilla no da opción a la sorpresa y se mete en semifinales
- Iborra, Juan Muñoz y Coke, goleadores en el 0-3 de Anduva
El Valencia CF se clasificó para las semifinales de la Copa del Rey al vencer a domicilio a la UD Las Palmas (0-1), en un partido que dominó en la primera parte, cuando marcó el gol que decidió la eliminatoria, y sufrió después para mantener su renta.
Tras el 1-1 de Mestalla, al equipo canario le valía el empate inicial sin goles para llegar a semifinales. Y su puesta en escena así pareció reflejarlo. Con más titulares de los esperados -entre ellos los habilidosos Tana y Viera-, el equipo de Setién apenas incomodó la salida de balón del Valencia, que se hizo dueño del mismo y dominó el juego, asumiendo su papel de equipo grande y la obligación de marcar tras el 1-1 de la semana pasada en Mestalla.
Los acercamientos visitantes fueron a más, especialmente por la izquierda de su ataque, con Piatti y las subidas de Gayà, justo en el lado más débil de los isleños. En un centro del lateral, Negredo remató de volea fuera en el primer aviso serio, en el minuto 12.
Los amarillos apenas plasmaron su habitual fútbol de toque pese a que Setién colocó a Viera en la izquierda, donde más daño hace. Sin conexión entre los pequeños, los canarios se aferraron al balón parado. Una falta que lanzó Willian José la detuvo Ryan sin problemas en su primer intento.
Una pérdida de balón en zona muy peligrosa dio origen al gol del Valencia. André Gomes se internó por la derecha sin oposición y el portugués puso un centro raso al área que Rodrigo, en posición correcta y con toda la ventaja, remató por bajo para el 0-1.
Las Palmas, sin capacidad de reacción
Ni siquiera el tanto encajado hizo reaccionar a Las Palmas que solo incomodaba en la estrategia, con faltas lanzadas por Momo. En una de ellas, Aythami remató de cabeza y el balón dio en el brazo de Abdennour, jugada reclamada como penalti por los isleños.
Sin embargo, el segundo tanto valencianista siempre pareció estar más cerca que el empate. Y los de Neville perdonaron antes del descanso, como una llegada clara de Negredo que erró en su finalización, o una falta lanzada por Parejo que Lizoain envió a córner, cabeceado después por Mustafi fuera.
El segundo tiempo comenzó con intentos lejanos de ambos equipos y buenas respuestas de los porteros, hasta que el Valencia volvió a perdonar. Rodrigo, solo ante Lizoain, envió alto tras un gran pase de Negredo.
Los de Neville fallaban de nuevo en la finalización, y casi lo pagan segundos después, cuando Momo remató un centro de Culio y Ryan se lució para despejar a córner. El partido, y por tanto la eliminatoria, caminaba por un fino hilo.
Al Valencia solo le penalizaban las pérdidas de Enzo Pérez, que provocaban contraataques peligrosos de un Las Palmas ya más parecido a sí mismo, y que fue inclinando el campo hacia la portería de Ryan, obligado también por las circunstancias, en busca de un gol que forzara al menos la prórroga. Viera lo intentó de falta ante su exequipo, pero el portero australiano no falló.
Sufrió el conjunto ché, sobre todo en los minutos finales, fundamentalmente porque había perdido el control que tenía del partido, y acabó empujado en su área. Un cabezazo desviado de Aythami, a centro de Viera, fue la última y más clara ocasión, ya en el tiempo añadido, de un equipo canario que murió con las botas puestas.
El Sevilla no da opciones al Mirandés
El Sevilla destrozó hoy el sueño copero del Mirandés y no dio opción a la sorpresa en Anduva, donde dominó el partido de principio a fin para firmar una goleada que le vuelve a colocar en las semifinales de la Copa del Rey.
Partido de ida y vuelta desde el primer minuto, con un Mirandés muy valiente y un Sevilla vertical y rápido en el despliegue, que sabía de la necesidad de encontrar portería cuanto antes para impedir alguna sorpresa desagradable.
Fruto de ese planteamiento, los hombres de Emery comenzaron pronto a rondar el área de Raúl, hasta que en el minuto 7, una jugada que parecía resuelta acabó con penalti sobre Cristóforo muy discutido por la grada. Iborra no falló desde los once metros y dejó la eliminatoria vista para sentencia.
El tempranero gol, sumado al 2-0 de la ida, ponía en clarísima ventaja al Sevilla, que a partir de ese momento dominó el tempo del juego y llevó el partido al terreno que quiso. De hecho, lejos de darse por satisfecho con el resultado, el conjunto sevillista aprovechó el mazazo para intentar hacer sangre.
Juan Muñoz no llegó a un remate franco en el 10, mientras que Vitolo mandó a las nubes un balón que Javi Cantero no acertó a achicar en el segundo palo. Apenas unos minutos después, Raúl tuvo que volver a intervenir para sacar otro duro lanzamiento de Vitolo.
Mientras tanto, el Mirandés, al que le costó una vida entrar en el partido, apenas pudo generar peligro. Sólo Abdón Prats, con un lanzamiento de libre directo bien atajado por Soria mediada la primera parte, consiguió inquietar al bando visitante.
Y eso que el conjunto rojillo fue de menos a más a medida que pasaban los minutos, al menos en cuanto a la posesión y el dominio posicional, que no en la generación de peligro.
Sin embargo, al Mirandés le costaba un mundo superar a la ordenada defensa sevillista, que apenas cedió espacios para la creación y las escasas opciones rojillas acabaron muriendo en la orilla. Abdón lo intentó con un disparo seco a la media vuelta y Álex García no llegó por centímetros a un buen centro al segundo palo en los primeros minutos de la segunda parte, pero ni uno ni otro encontraron puerta.
Sí lo hizo, sin embargo, Juan Muñoz, que en el 71 acababa con cualquier tipo de esperanza rojilla culminando a placer una gran jugada de Vitolo y poniendo el segundo del Sevilla en el marcador. Ahí murió el partido y, por ende, la eliminatoria.
Ya en los minutos finales, y después de tres magníficas ocasiones del Mirandés para maquillar el resultado, incluido un balón al palo de Néstor, Coke redondeó la goleada con un tanto de cabeza en el descuento.