La generación del 95 busca su salto a los Juegos
- Alberto Arévalo, Rocío Velázquez y Nico García disputan el preolímpico de saltos
- Velázquez y Arévalo lo afrontan tras proclamarse campeones de España
- La Copa del Mundo, del 19 al 24 de febrero, reparte 18 plazas olímpicas
Son Alberto Arévalo, Rocío Velázquez y Nicolás García Boissier. Nacieron en 1995 y encabezan la nueva generación de saltadores españoles, la punta de lanza de un deporte minoritario que luchará desde este viernes por estar presente en los Juegos de Río 2016 y mantener la presencia olímpica ininterrumpida de España en esta modalidad desde 1972.
La propia Río de Janeiro acoge la Copa del Mundo de Salto Ornamental que, del 19 al 24 de febrero, otorgará 18 plazas para estar en los Juegos el próximo verano. España acude al renovado Parque acuático Maria Lenk con un equipo muy joven que aspira a dar el primer paso olímpico en su todavía incipiente carrera deportiva. "Los tres están plenamente capacitados para estar entre los 25-30 primeros y eso les daría el pase", apunta a RTVE.es Quique Martínez, entrenador de García Boissier, pero añade, no obstante, que la precocidad de los saltadores es su mayor hándicap.
“La cabeza supone un 70% del éxito“
"Tienen calidad técnica, estética y física, el único tema es que son jóvenes, y las posibilidades de que mantengan el tipo el 'día D' y la 'hora H' no son del todo altas", avisa Martínez, que resume en una frase un deporte espectacular que no alcanza un centenar de licencias en España. "La maduración en este deporte llega alrededor de los 25-26 años y la cabeza supone un 70% del éxito, puedes estropear toda la técnica que tienes en treinta segundos, es un deporte de muchísima concentración", explica Manuel Gandarias, técnico de Velázquez y Arévalo.
Nicolás García: "Si puedo ir a estos Juegos, me serviría como experiencia"
Así pues, conscientes de su precocidad pero armados con la motivación del sueño olímpico, Nico, Rocío y Alberto afrontan su primera gran cita internacional sin miedo al fracaso ni al zika, que rodea toda competición que se celebra en Brasil estos días. "Vamos tranquilos, la organización ha tomado medidas", apunta García Boissier, entre algodones tras sufrir un golpe en la rodilla en la prueba de trampolín de un metro en el campeonato de España del pasado fin de semana.
“Quique Martínez: Nico tiene un cerebro privilegiado para el deporte de alto nivel“
"Ha sido un susto pero todo está bien", tranquiliza el canario, el saltador más experimentado de los tres. "He viajado más que mis compañeros en competiciones júnior, eso me puede dar más tranquilidad en competición", indica Nico, que, sin embargo, no oculta que estos Juegos le han llegado un poco pronto: "La edad buena pueden ser los 25 años, que coincidiría con los de Tokio, pero si puedo ir a estos, encantado, me serviría como primera experiencia y luego podría volver con otra meta".
"Lleva participando ininterrumpidamente en todos los europeos júnior desde 2009 y en todos ha entrado, al menos, en una final. Es un hombre experimentado entre los júnior, pero el paso a absoluto son palabras mayores", recuerda su entrenador, que cree que la clasificación para Río sería "un premio y un paso de madurez importante" para él.
Nico García Boissier, "con un cerebro privilegiado para el deporte de alto nivel", compite con una serie de dificultad medio-alta. "De los seis saltos, tiene dos que son de primera línea mundial y los otros cuatro son uno normal y otros tres que cambiaremos a corto plazo, pero lo que tiene, si lo hace bien y hasta el 80% de su capacidad, le vale", desgrana Martínez sobre su pupilo del CN Metropole.
Rocio Velázquez, a Río con "buenas sensaciones"
Junto a Nico, competirán Rocío Velázquez y Alberto Arevalo, ambos del Real Canoe CN madrileño, y grandes triunfadores de los Campeonatos de España, donde se proclamaron campeones en trampolines de 3 y 1 metro respectivamente. "Buenas sensaciones", admitía a RTVE.es una risueña Rocío Velázquez tras bajarse del podio.
“Manuel Gandarias: Rocío es muy consistente a la hora de competir“
La madrileña, que se inició en los saltos de la mano de su vecino Ricarco Camacho, ilustre exsaltador, alcanza el preolímpico en un buen momento personal, con la mínima para el Europeo en el bolsillo y tras quedarse a las puertas de la final en el Grand Prix, antes de imponerse en trampolín tres metros en las piscinas del Mundial '86. "Es la prueba importante, la que tengo en el preolímpico, que no me asusta, vamos a disfrutar y a intentar sacar la plaza", dice Rocío, que admite que será "una prueba bastante dura". "Nunca nos hemos enfrentado a una competición así de grande, a tanto nivel", añade.
"Haremos cinco saltos, el primero y el último son los mejores, el doble y medio adentro y triple y medio adelante", explica la saltadora, que tratará de olvidar el respeto que tiene "a un salto cruzado desde hace tiempo" y espera imponer su confianza: "Tengo bastante regularidad y soy bastante segura de mí misma, lo que me da confianza y me permite no fallar", se autodefine.
Alberto Arévalo: "Venimos pisando fuerte"
"Es muy consistente a la hora de competir, aunque se ponga nerviosa no lo exterioriza", indica su entrenador, Manuel Gandarias, que incide mucho en el trabajo mental de sus saltadores. "Alberto ha mejorado una barbaridad en su aspecto mental, en un 70% desde el año pasado, tiene un potencial enorme pero mentalmente es un poco más débil, quizá por la falta de experiencia en la competición".
“Manuel Gandarias: Aberto es una bestia físicamente“
Arévalo, "muy serio trabajando y físicamente una bestia", se presenta en Río con "una serie de muchísima dificultad". "Tiene esa capacidad, hemos trabajado mucho la capacidad física para conseguir esa velocidad, esa fuerza y llegar a hacer esa serie", explica Gandarias.
Arévalo, que lleva algo menos de dos años trabajando esta serie, se muestra confiado en la apuesta de su entrenador para conseguir el pase a sus primeros Juegos Olímpicos: "Son saltos más difíciles a nivel de coeficiente pero tampoco hace falta que haga un salto espectacular, porque al sacar muchos puntos ya sube mucho por la dificultad, juego un poco con eso".
"Si sale mal no vamos a estar decepcionados, vamos a disfrutar que hemos llegado hasta aquí y vamos a lucharlo porque estar en los Juegos sería un sueño cumplido. Es difícil pero creo que podemos estar ahí. Somos del 95 y venimos pisando fuerte".