Gesta de Alex Txikon en la cima del Nanga Parbat
- Es la primera ascensión al Nanga Parbat en invierno
- El vizcaíno consiguió la gesta junto a Simone Moro y Ali Sadpara
- El K2 es el único ochomil que queda sin coronar en invierno
Cuando el montañero vizcaíno Alex Txikon hizo cumbre en los 8.216 metros del Nanga Parbat, no tuvo tiempo "ni de llorar ni de pensar" en que acababa de lograr la primera ascensión invernal a ese coloso himalayo situado en Pakistán y apodado la "montaña de la muerte".
"Quedaba un descenso muy complicado. No tuve tiempo de pensar al llegar a la cumbre", dijo hoy a Efe Txikon, tocado con el popular gorro afgano "pakul".
El alpinista, que ha subido diez "ochomiles" y viajado a Pakistán doce veces, afirmó sentirse "muy contento y orgulloso" por el éxito logrado con temperaturas de hasta 50 grados bajo cero y un fuerte viento constante.
"Uno de los momentos más duros fue la noche que pasamos en el campamento 4 tras hacer cumbre. Helaba", indicó el montañero.
En uno de los incidentes más dramáticos, un alud cubrió a Txikon hasta el cuello al comenzar la expedición, pero salió indemne.
Diferentes expediciones y un mismo objetivo
El vizcaíno, el italiano Simone Moro y el paquistaní Ali Sadpara lograron el pasado viernes la primera ascensión invernal al Nanga Parbat, uno de los dos únicos "ochomiles" junto con el K2 (8.611 metros) que jamás se había escalado en esta temporada.
Los escaladores se encontraban en expediciones distintas, pero Moro y la italiana Tamara Lunger se unieron al español y a Sadpara en la ruta Diamir tras intentarlo sin éxito por la Rupal.
Al igual que el vizcaíno, el legendario Moro, el primero en subir en invierno al Makalu, al Shisha Pamgma y al Gasherbrum II, tampoco tuvo tiempo de disfrutar los diez minutos que pasó en la cima.
"Sentí que había logrado el 50 % y que tenía que bajar", explicó el italiano.
"Uno piensa que hay cosas imposibles, pero no es verdad, es solo una palabra que está en el diccionario", subrayó Moro.
La italiana Lunger abandonó la ascensión a pocos metros de la cumbre por problemas físicos.
"Si subo a la cumbre, no regreso a casa. Eso fue lo que se me pasó por la cabeza", dijo la escaladora en rueda de prensa en Islamabad.
La montaña de la muerte
El Nanga Parbat se conoce como la "montaña de la muerte" por los 78 alpinistas que han muerto en sus laderas desde el primer intento por escalarla en 1895, algo que logró por primera vez el austriaco Hermann Bulh en 1953.
El pico no es la montaña más alta del mundo, pero sí es la más grande con una pared de 4.000 metros que escalar.
Txikon repetía la intentona tras fracasar el año pasado junto a Sadpara y en esta ocasión estaba destinado a alcanzar su cumbre sin oxígeno ni porteadores.
La expedición fue extremadamente larga, con un periodo de aclimatación en Argentina seguido por dos meses en el campo base esperando "con paciencia" el momento oportuno para ascender.
En total pasó quince noches en la montaña, cinco de ellas en el campamento 1 a 4.800 metros, siete en el 2 a 6.550, una en el 3 a 6.700 y dos en el campamento 4 a 7.200 metros.
El K2 es ahora el único "ochomil" que nunca ha sido escalado en invierno.
"Estoy seguro de que alguien lo conseguirá", aventuró un optimista Moro.