Los secretos de la tierra de la Caja Mágica: francesa y muy batida
- Tras la polémica de la pista azul, se siguió el modelo de Roland Garros
- El polvo de ladrillo ocupa pocos milímetros: la clave está en la siguiente capa
- La 'pastilla' de un material calizo denominado 'craon' procede del país vecino
- Madrid Open en directo, del 29 de abril al 8 de mayo en TVE y RTVE.es
De entre las polémicas de la Caja Mágica, la más llamativa quizá fue la del efímero cambio de las pistas a color azul.
También fue la decisión que más afectó a la faceta deportiva del gran torneo de tenis que acoge Madrid, ya que la superficie condiciona mucho la técnica del juego.
Aquella tierra azul que la ATP autorizó de forma experimental en 2012 disgustó mucho a las mayores estrellas en este terreno, como Djokovic o Nadal, quien llegó a amenazar con no volver a pisar esas pistas.
“Analizamos los problemas, estudiamos las pistas de referencia en España y en el mundo (...) y concluimos que no solo hubo fallos con la tierra sino en la base de la instalación, tanto por la mala calidad de algunos materiales como en la ejecución” debidos probablemente a las prisas con las que se terminó el complejo, explica a RTVE.es José Miguel García, resposable de competición del Mutua Madrid Open.
Con la visibilidad (mayor contraste con la pelota amarilla) como único argumento a favor del azul, la Asociación de Tenis Profesional (ATP) impidió que se volviera a usar ese material, pero en la Caja Mágica esta vez no se iban a limitar con la estética. “Había que retirar todo y hacerlo nuevo” desde abajo, añade García.
Entonces, explica, siguieron el modelo de Roland Garros, el club que acoge el mejor torneo del mundo sobre tierra batida: “En España no hay un estándar: en cada club el jefe de pistas tiene su forma de trabajar. En Francia sí hay protocolos”, afirmación que se puede comprobar haciendo una simple búsqueda en las webs de las respectivas federaciones.
Con un coste no especificado, para la edición de 2013 se instalaron nuevas tuberías de drenaje y gravas cada vez más finas según un esquema como este:
El último material es, por tanto, el más fino y la capa que menos ocupa (menos de un centímetro), pero la que atrae la atención: es el famoso polvo de ladrillo que facilita a los tenistas el deslizamiento característico de esta superficie.
Sin embargo, la clave está más bien en la pastilla, el segundo estrato, que aporta las características más elementales de dureza/flexibilidad.
Como el método de trabajo, este material también viene de Francia, en concreto de una cantera de calizas en la rivera del río Oise, al norte de París. “Lo trajimos en 80 camiones de 25 toneladas”, explica ‘Chemi’ García. En principio son 10 centímetros de ‘craon’ (su nombre técnico en francés), aunque compactados se quedan en cinco o seis.
Y esta es otra de las claves de esta tierra, 'batida' con rodillos de entre 80 y 600 kilos hasta su punto óptimo de compactación.
Antes de cada torneo, obviamente, se retira la tierra roja y las líneas de juego y los técnicos trabajan en el craon, un árido calizo que tiene la capacidad de volver a su estado original mediante un “proceso de regeneración”, explica García sobre su más-que-nunca Caja Mágica: “Más o menos se renuevan con el mismo material”, de forma que para poner a punto cada pista ‘solo’ se añade una tonelada de arcilla. [Vïdeo promocional de este proceso en 2015].
Además, durante todo el año hay que hacer un cuidado mantenimiento, con riegos muy frecuentes en verano y protegiéndolas de las heladas en invierno. Porque no solo están las tres pistas centrales, con cubierta retráctil, hay muchas más descubiertas: 17 en total. 700 metros cuadrados por pista. Cada pista sus diferentes capas… En fin, mucha tierra batida.
-
Otro orgullo francés
Como tantos productos que salen de los campos franceses, la propia tierra no podía ser una excepción en la cuestión del orgullo patrio. Y es que hay hasta una asociación en defensa de la tierra batida francesa y de la forma tradicional de acondicionar las pistas.
Los socios de la ADTB dicen que no tienen nada en contra de las pistas acondicionadas con tierras extraidas de Sourraïde (cerca de Biarritz), de Menton (más graníticas) o incluso del denominado ‘terbal’ de Bagnoles de l’Orne, pero prefieren el ‘craon’ de las canteras del Oise, en concreto de Saint Maximin, así como el “famoso ‘rougisol’”: el polvo de ladrillo “de nuestros abuelos”.
-