Kyrgios y su relación con el Atlético en el Mutua Madrid Open
- El polémico australiano se reencontraba con Wawrinka y le superaba 7-6 y 7-6
- El colorido en la Caja Mágica lo pusieron las camisetas del equipo rojiblanco
- Mutua Madrid Open, del 1 al 8 de mayo en TVE y RTVE.es
El día lo tenía todo: buen tiempo, resaca de la clasificación atlética y un partido con mucho morbo. Ese era el que enfrentaba al australiano Nick Kyrgios contra el suizo Stan Wawrinka. [Mutua Madrid Open
Kyrgios, que venía de ganar por 7-6 (7) y 6-4 al argentino Guido Pella en primera ronda, es conocido en el circuito como un chico prometedor al que la cabeza no le funciona igual de bien que la raqueta.
No guarda relación pero era curioso ver un gran número de espectadores con la camiseta del Atlético de Madrid, ese equipo que a base de molestar (como dice su entrenador) se ha convertido en el rebelde de Europa que discute la soberanía del juego bonito. Rebelde, como Kyrgios.
En España lo conocimos cuando eliminó a Rafa Nadal de Wimbledon 2014 pero especialmente sonado fue su lamentable incidente en el Masters 1000 de Montreal (Canadá) en 2015. Aquel día, mientras jugaba, se dirigió a su rival para decirle que el también australiano Kokkinakis se había acostado con su novia, la tenista croata Donna Vekic. Ese rival que estaba enfrente era Wawrinka.
Ya se habían visto las caras en Dubai desde entonces pero hoy nadie quería perderse el reencuentro entre ambos y Vekic, presente en el palco para invitados de los jugadores. Ya desde antes del calentamiento, los voluntarios tenían que dejar entrar co cuentagotas al público que quería acceder al Estadio 3. Solo se entraba si antes salía alguien. Era un partido que bien podía haberse jugado en la Manolo Santana o, al menos, en la Arantxa Sánchez Vicario.
Una vez arrancado el partido primó el juego limpio y la caballerosidad entre ambos (el oceánico aplaudió todos los puntos ganadores que le endosó Wawrinka durante el primer set). Kyrgios tuvo sus más y sus menos con el juez de silla por un saque cantado como malo ("¿Me tomas el pelo?", le llegó a espetar) pero su derecha funcionó y sus nervios no saltaron por los aires. Todo lo contrario, funcionaron cuando más falta hacían, en los dos desempates.
El partido se resolvió en dos tiebreaks a a favor de Nick Kyrgios: 7-6 (9/7), 7-6 (7/2). El número 21 del mundo se las verá ahora en octavos de final contra Pablo Cuevas, verdugo de Gael Monfils, seguro que habrá espectáculo pero es probable que se vean menos camisetas rojiblancas.