El fútbol olímpico deja fríos a los cariocas
- Los aficionados de la selección se reúnen en el Boulevard Olímpico de Río
- El equipo olímpico no arrastra a las masas y decepciona en su debut
- Neymar no es suficiente, crónica del Brasil 0-0 Sudáfrica
A un día de la inauguración oficial de los Juegos Olímpicos, el espíritu olímpico no parece apasionar a los cariocas, y ni siquiera el debut del fútbol masculino, con la gran estrella brasileña a la cabeza, Neymar Jr., ha despertado a las masas que habitualmente acompañan a la canarinha. Para colmo, el anodino debut del equipo no ha ayudado nada.
Brasil no ha pasado del empate a cero contra Sudáfrica y los aficionados reunidos ante la pantalla gigante instalada junto al puerto de Río han vivido con decepción y, en ocasiones, cierta indiferencia, la llegada de su deporte rey a los Juegos Olímpicos.
"Neymar no consigue llevar a la selección lejos", criticaba Roberto, uno de los cientos de brasileños congregados ante la gran pantalla. Otros, como Andrea, prefería seguir confiando: "somos la mejor selección del mundo, hay que esperar y veremos como conseguimos el título".
Sin embargo, el ánimo general, lejos del fervor con el que Río vivió el Mundial 2014, no estaba por las nubes y el acontecimiento no ha causado el revuelo esperado. La entrega de banderines con la enseña nacional y el colorido de las camisetas de la canarinha, eso sí, son uno de los primeros signos de que en esta ciudad está a punto de empezar el mayor acontecimiento deportivo del planeta. Porque, salvo por la entrega de voluntarios, atletas y trabajadores, a Río le está costando coger el aire olímpico.
El Boulevard Olímpico se llena de vida
Los brasileños, eso sí, son muy amigos de la vida en las calles y no han dejado de pasear de lado a lado el recién estrenado Boulevard Olímpico, uno de los legados de Río 2016 para el centro de la ciudad. Una zona antaño oscura y peligrosa ha renacido con un agradable paseo coronado por el espectacular mural de Eduardo Kobra.
La larga calle, paralela al puerto, ha cambiado los coches por un tranvia que circula sobre el césped, y por ella deambulaban este jueves cientos de personas que, en su mayoría, ajenos al partido, pasaban la tarde comiendo en un food-truck y haciéndose fotos con los enormes 'hashtag' de #SomosTodosBrasil.
Este enclave, al igual que el Parque Madureira, pretende ser un punto de encuentro para los aficionados y visitantes en estos Juegos Olímpicos más allá de las sedes deportivas. Río se ha volcado y trabaja hasta última hora para que todo funcione. Falta saber si el carioca de a pie se terminará abrazando a sus Juegos Olímpicos.