Biles, el atletismo español y un gesto de deportividad, lo mejor de la undécima jornada de los Juegos
- La gimnasta estadounidense logra su cuarto oro y se consagra como una de las estrellas de Río
- El atletismo español gana su primera medalla en 12 años y deslumbra con Hortelano
- La deportividad de la neozelandesa Nikki Hamblin y la estadounidense Abby D'Agostino, ejemplo de los Juegos
La undécima jornada de los Juegos de Río nos deja la consagración y despedida de una de sus estrellas, el renace del atletismo español y un momento que ha emocionado a todos -jueces incluidos- en una carrera de atletismo femenino.
Medalla de oro: Simone Biles
Simone Biles se va de los Juegos dejándonos con la boca abierta: un ejercicio de suelo con diagonales y saltos imposibles que tratamos de desentrañar en este especial interactivo. Por el camino, se ha convertido en una auténtica estrella mediática en su país, hasta ahora relativamente indiferente a los éxitos de un deportista de gimnasia. Como muestra, dos ejemplos: El primero, la portada de Sports Illustrated, donde Biles aparece en igualdad de condiciones al gran Phelps y a la enorme Katie Ledecky (aunque le han superado en número total de medallas).
El otro ejemplo puede ser más de andar por casa, pero desvela el impacto que ha tenido este éxito en la vida de una adolescente de 19 años. El programa Today de la NBC le tenía preparada una sorpresa: conocer finalmente a su gran ídolo de la infancia, el actor y protagonista de la saga High School Musical -y ahora bien entrado en la treintena- Zac Efron, rendido ante el éxito de Biles.
Más allá de eso queda una trayectoria olímpica casi impecable y que promete ser ampliada en Tokio 2020: un oro por equipos, otro en concurso individual, uno en salto y otro en suelo (en barra de equilibrios tuvo un error y se tuvo que conformar con el bronce). Aquí tienes su último ejercicio para disfrutarlo.
Medalla de plata: El atletismo español
La plata de Orlando Ortega en 110 metros vallas tiene un poder casi curativo para un deporte, el atletismo, que dio grandes éxitos a nuestro país en los Juegos de Barcelona y Atlanta, mantuvo el tipo en los tiempos difíciles en Sidney y Atenas, y se desfondó de manera brusca en Londres y en Pekín.
A la plata de Ortega le puede acompañar algún metal de la auténtica revelación del atletismo español en estos juegos -Ortega ya era un vallista consolidad-, el joven Bruno Hortelano que batió el récord de España como si nada en las rondas clasificatorias de 200 metros.
También hizo lo propio David Fernández en las semifinales de los 400 vallas, aunque no pudo meterse en la final.
Medalla de bronce: Nikki Hamblin y Abbey D'Agostino
La atleta neozelandesa Nikki Hamblin y la estadounidense Abbey D'Agostino han protagonizado una de las escenas más emotivas de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro tras caerse en la pista de atletismo y ayudarse mutuamente en las series de los 5.000 metros.
Hamblin precipitó el infortunio al pisar el bordillo interior de la pista. Se desequilibró y se fue al suelo de forma que D'Agostino, que corría a su espalda, no pudo evitar el tropezón con ella y seguir la misma suerte.
Lejos de recriminarse o de seguir corriendo luchando por estar en la final, la estadounidense ayudó a Hamblin a levantarse para continuar dejando el gesto de deportividad de los Juegos
La polémica: La 'rajada' de Michael Conlan
Si hay un deportista enfadado por una derrota en estos Juegos, ese es Michael Conlan, un boxeador irlandés amateur de la categoría de menos de 56 kilos que perdió los cuartos de final contra el ruso Nakitin por decisión de los jueces, pese a que la impresión general era que Conlan lo había hecho mejor por estrecho margen.
Las palabras del boxeador de Belfast, campeón del mundo y que dará el salto al mundo del boxeo profesional, a la BBC no tienen desperdicio.
"Yo vine a por el oro y me han hecho trampas. No volveré a ningunos Juegos. Recomendaría a cualquiera que no compitiese para la Asociación Internacional de Boxeo Amateur (que organiza la competición olímpica) (..) Me han robado el suelo olímpico". Poco después, Conlan señalaba directamente al presidente Putin como responsable del resultado.