Los Juegos Olímpicos de Río, vividos desde la favela Morro dos Cabritos

• Así perciben los beneficios de los JJOO los más pobres en Río
• Sus vecinos esperan que la herencia de los JJOO sea en positivo

Vista aérea de una de las favelas de Río de Janeiro.

Si el Corcovado es el corazón de Río de Janeiro, el otro corazón son las favelas. Río es una ciudad muy marcada por estos barrios pero con una realidad muy poco conocida. Ahora, los cariocas, han recibido la visita de la familia olímpica. Aquí están a punto de concluir los primeros Juegos Olímpicos de Sudamérica.

Miles de deportistas, con sus raquetas, sus cintas, sus pelotas de tenis, sus pesas, etc., han vivido intensamente 15 días en la ciudad carioca junto a miles de aficionados y periodistas. Y lo que se han encontrado son muchas diferencias, tantas como clases sociales. Desde multimillonarios hasta los más pobres entre los pobres. De hecho, viven muy cerca. Las "favelas de ricos" están pegadas a las favelas de los pobres.

Hasta Morro Dos Cabritos suben furgonetas que enseñan la favela. JOSÉ BARRERO

Los Juegos Olímpicos trascienden lo que ocurre en las canchas y pistas deportivas. Por ejemplo, el espíritu olímpico siempre ha hablado de la "tregua olímpica", ese periodo de paz que se producía en todo el mundo mientras se celebraban los juegos. Aquí, también esperan la paz y toda la paz y nada más que la paz.

Para ver cómo es la vida en las favelas y lo que pueden influir los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en las favelas, subimos al "Morro dos Cabritos", uno de esos barrios. Subes allí en una furgoneta pagando 3 reales, que vienen a ser un euro. Subes con los mismos vecinos del Morro.

Al bajar nos encontramos con un grupo de seis policías armados y buscando a alguien. Son los Bopes, los que se encargan del "trabajo sucio", nos apuntaba Felicce, ingeniero civil y voluntario que hace "Caritativa" allí. Suben unas cestas de comida y tratan de tener una amistad con las familias.

Ruth, Sharleni y Damiana, tres madres de familias numerosas que viven en la favela de Morro dos cabritos. JOSÉ BARRERO

Felicce nos contaba que en los últimos meses había habido muchos problemas de violencia por el tráfico de drogas. Pudimos tener la suerte de conversar con tres madres de la favela: Ruth, con 43 años, 6 hijos y 1 nieto; Sharleni, con 34 años y tres hijos; y con Damiana, con 45 años y 4 hijos.

El impacto del deporte en las favelas

Estas tres madres de la favela reconocen que este acontecimiento traerá beneficios a la ciudad y esperan que, sobre todo aporten nuevos proyectos y oportunidades para sus hijos, para los jóvenes, como facilitar las actividades deportivas.

Los voluntarios y trabajadores sociales que suben por allí a estar con ellos también consideran que los valores del deporte son muy positivos para estos jóvenes que, en muchas ocasiones, tienen la tentación de acaba en el tráfico de drogas.

Las condiciones dentro de la favela han mejorado mucho, porque antes sólo había barro. JOSÉ BARRERO

Y es que los proyectos que desarrollan los gobiernos en la ciudad, comentan, no les resultan los más adecuados. Además, para empezar, piden al Comité Olímpico Internacional que cuenten la verdad de cómo es la vida allí a través de los medios de comunicación.

Se calcula que la realización de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro puede llegar a costar más de 10.600 millones de euros.

Del barro a la chabola

Ruth, Sharleny y Damiana, dicen llevar una vida sencilla. Están felices porque nacieron allí. Las cosas han cambiado porque cuando ellas eran más jóvenes todo era barro. Ahora tienen sus chabolas, con ladrillos vistos, algunas pintadas de todos los colores, calles asfaltadas y cables de la luz, muchos cables de la luz de coger la electricidad de la red pública "bajo cuerda".

Nos contaron que las niñas tiene hijos con 10 o 12 años, que las carencias provocan a los jóvenes meterse en el tráfico de drogas y que las familias están fundamentalmente cuidadas por las madres. Y es que las pobrezas que hay en la favela no son solo materiales.

Con la venida de los Juegos Olímpicos a Río de Janeiro, esperan alternativas como más educación y que los valores del deporte puedan ayudar a tener más oportunidades. Que los jóvenes puedan tener más salidas, más posibilidades, más ofertas para poder tener una nueva vida.