Christian Jongeneel: "Lo vi muy claro, ya no tenía que vencer a nadie, sino mejorar la vida de otras personas"
- El nadador español ha logrado dar dos vueltas a la isla de Manhattan
- Su objetivo, recaudar fondos para las mujeres afectadas de VIH en la India
- "Antes te movía un espíritu de superación, ahora, me mueve la solidaridad"
Christian Jongeneel es un nadador español de larga distancia que se convirtió el pasado 17 de septiembre en el primer no estadounidense en completar dos vueltas enteras a la isla de Manhattan. Este malagueño, de 42 años, no se impuso este reto para batir ningún récord ni convertirse en un héroe, sino para recaudar fondos para combatir el VIH entre las mujeres de la India, mediante la iniciativa Brazadas Soldiarias, impulsada por la Fundación Vicente Ferrer.
"La parte más dura fue en la segunda vuelta, me encontré con unas corrientes fortísimas y había momentos en los que no podía avanzar. Llevaba más de 15 horas nadando, fue un momento muy, muy, muy duro", ha resaltado el deportista en una entrevista a RTVE.es.
Para lograr completar los 92 kilómetros que suponen las dos vueltas a la isla de Manhattan, Jongeneel necesitó 20 horas, sin ningún tipo de protección contra las frías aguas y las fuertes corrientes. Solo un bañador corto, unas gafas y un gorro le servían de protección.
"A veces me sorprendo de mí mismo. Todos los obstáculos que fueron apareciendo los fui superando; estaba muy concienciado y fui muy positivo en todo momento", ha proseguido el malagueño.
Es la primera vez que un deportista español logra este reto, al alcance de muy pocos. Hasta ahora, solo Stacy Chattan (1984), Juline Ridge (1983) y Skip Storch (2007), todos de nacionalidad estadounidense, lo habían logrado.
"Muchos te preguntan cuántos metros haces, qué entrenamiento… pero la verdad es que no caen en la preparación mental, sobre todo, el por qué estás haciendo eso", ha argumentado Christian.
La India, el tercer país con más casos de Sida
La India es el tercer país del mundo con más casos de Sida, de los 750.000 afectan a mujeres. La Fundación Vicente Ferrer lleva 47 años ayudando y comprometida con los colectivos más vulnerables y en riesgo de exclusión, siendo Anantapur, al sur del país, una de las zonas más afectadas por el virus y donde más presencia tiene esta ONG.
"Para mí hoy en día es mucho más fácil nadar que antes. Entonces te movía un espíritu de superación, de ganar, de terminar. Ahora, me mueve un espíritu solidario y con la mente puesta en la India", ha explicado el nadador a RTVE.es.
Brazadas Solidarias es un proyecto que conjuga en perfecta sintonía deporte y solidaridad, donde el nombre de Christian Jongeneel adquiere una especial relevancia. Este nadador se ha propuesto mejorar la vida de las más de 20.000 personas que la Fundación Vicente Ferrer atiende en Anantapur, al sur del país, una de las zonas más afectadas por el VIH.
"Hubo un momento en el que me di cuenta de que ese espíritu de superación no estaba en nadar más rápido, en ganar más competiciones, en batir récords, en ganar a la gente… estaba en otra cosa que tiene mucha más esencia, que es en superarte como persona ayudando a los demás. Lo vi muy claro, ya no tenía que vencer a nadie, sino mejorar la vida de otras personas", ha proseguido el deportista.
A por el siguiente reto
Su currículo en esto de ayudar a los más desfavorecidos es largo. Entre sus hazañas cumplidas están el Estrecho de Gibraltar, el Canal de la Mancha, el Canal de Menorca o el Estrecho de Cook. El reto neozelandés es el que recuerda como "el más complicado".
"El de Nueva Zelanda fue el más complicado, porque la temperatura de agua estaba a 12 grados; terminé la travesía muy fatigado, con hipotermia, perdí un poquito la consciencia, pero bueno… la terminé y al momento me rucuperé".
Una vez superada la prueba de Manhattan, Christian Jongeneel ya está pensando en afrontar su siguiente cita para seguir recaudando fondos, con los que pretende seguir mejorando la situación nutricional y sanitaria de las áreas rurales de Anantapur, donde las carencias infantiles se incrementan en el caso de las niñas.
“Tengo tantos retos como océanos y mares hay en el mundo“
"Tengo tantos retos como océanos y mares hay en el mundo. Me gustaría volver a India porque es un país que me ha llegado. También hay otra travesía bastante emblemática en Hawái que me gustaría utilizar como plataforma para captar más fondos para la Fundación Vicente Ferrer", ha asegurado el nadador malagueño.
Para Jongeneel su felicidad como deportista no está en lograr mejores marcas o lograr más medallas, sino en aportar su granito de arena en la ayuda de los colectivos más desfavorecidos.
"A veces es complicado entender que la felicidad no es meter más goles, más canastas, ni ser el primero, ni sentirte un héroe por hacer todas esas cosas. Como realmente uno se siente un héroe es ayudando a otras personas. Cuando te sientes realizado día a día, el concepto de fracaso o de éxito ya no existe, porque cada día estás haciendo lo que te gusta y por las personas que te gustan".