Murray y Djokovic se citan en la final
- El británico supera al canadiense Raonic por 5-7, 7-6 y 7-6
- 'Nole' doblega con más contundencia a Nishikori (6-1 y 6-1)
El británico Andy Murray salvó una bola de partido pero confirmó, en su cuarta oportunidad, la victoria ante el canadiense Milos Raonic, por 5-7, 7-6 (5) y 7-6 (9), para alcanzar la final del Masters por primera vez en su carrera con permiso de Novak Djokovic, su rival en la final.
El británico se impuso en tres horas y 38 minutos, nuevo récord en cuanto a partido más largo en un partido a tres sets en el Masters, desde 1991, para vencer a Raonic por tercera vez este año en Londres (finales de Queen's y Wimbledon) y octava vez consecutiva.
En un partido frenético que al final significó la victoria 23 consecutiva de Murray, Raonic tuvo más oportunidades que el británico para convertirse en el primer canadiense en disputar la final individual. En el primer desempate de la tarde estuvo a solo dos puntos de la victoria (5-5) con saque, y cedió los dos puntos siguientes.
En el segundo desempate, el discípulo de Carlos Moyá salvó tres bolas de partido y tuvo bola para ganar, pero al resto. Con todo el público del O2 vibrando y alentando a su héroe local, Murray confirmó a la cuarta oportunidad.
Días atrás Murray había protagonizado el hasta entonces partido más largo a tres sets en el Masters, al batir al japonés Kei Nishikori en tres horas y 20 minutos. Una vez más, el británico sacó su garra para salir airoso de un encuentro endiablado.
Djokovic, por la vía rápida
El serbio Novak Djokovic se plantó por sexta vez en la final del Masters al derrotar al japonés Kei Nishikori por 6-1 y 6-1 en 66 minutos y luchará este domingo por el título -y el número uno al final de año- contra el británico Andy Murray.
Djokovic jugó a lo campeón, con la mente puesta en igualar los seis Masters del suizo Roger Federer, para destrozar a Nishikori en algo más de una hora. Le tiene tomada la medida el serbio al japonés cada vez que se enfrentan en el O2. Hace dos años le venció 6-1, 3-6 y 6-0, y el año pasado 6-1 y 6-1.
El de Shimane se mostró cansado después del partido de anoche contra Cilic y no pudo seguir el ritmo del serbio, que le rompió el servicio en seis ocasiones, y jugó a su antojo, incluso relajado en algunos momentos ahorrando energías para la batalla del domingo.
El serbio intenta acabar la temporada como número uno por tercer año consecutivo y quinta vez en seis años. Tendrá enfrente a un rival que quiere convertirse en el jugador 17 en la historia en finalizar en el trono de la ATP.
El físico tendrá mucho que ver en el último partido del año para ambos. Murray ha disputado dos maratonianos encuentros en la liguilla de grupos. El primero contra Nishikori y el de este viernes contra Raonic. Los dos más largos, a tres sets, en la historia del Masters desde que empezaron a tomarse los tiempos en 1991. Solo en estos dos ha permanecido en pista el de Dunblane casi ocho horas.
Djokovic ha tenido una primera fase con menos desgaste. Sólo ha cedido un set contra el austríaco Dominic Thiem y ha disputado dos partidos casi de entrenamiento, uno contra el belga David Goffin, sustituto del francés Gael Monfils, y otro contra Nishikori este viernes, cuando el japonés venía de sufrir tres mangas ante el croata Marin Cilic el día anterior.
Será el duelo 25 entre ambos, con 24 a 10 para el serbio. Todo un clásico ya, que se ha repetido esta temporada en cuatro finales, con tres victorias de Djokovic, Abierto de Australia, Roland Garros y Madrid, mientras que Murray se impuso en la de Roma.