El triplete de Zidane
- El técnico ha ganado la Champions, la Supercopa Europea y el Mundialito
- Bajo su batuta el Real Madrid lleva 37 partidos invicto
- Su 'liderato silencioso' gusta a todo el madridismo
No suele alzar la voz para hacerse oír pero la claridad con la que se expresa ha calado profundamente en todos los estamentos del Real Madrid hasta convertirse en el líder que necesitaba el equipo. Si genial fue como jugador, su figura como entrenador emerge ligada también al éxito. Los tres títulos conseguidos desde que llegara al banquillo blanco hacen que se haya ganado el respeto de seguidores y rivales.
“Todavía me queda mucho por aprender “, aseguraba el francés hace unos meses sin que pareciera falsa modestia, y es que todo lo que dice lo hace sin adornos, alejándose de cualquier pomposidad o floritura. “Sé que tengo presión, así va a ser siempre mientras esté en este club” ha afirmado recientemente tras ganar el Mundial de Clubes en Japón, otra declaración de intenciones para alguien que sabe que no se puede vivir del pasado sino que el siguiente reto comienza cuando todavía no se ha degustado el éxito anterior.
Y es que los datos avalan la figura del técnico francés que cogió al equipo cuando el club despidió a Benítez y dio el salto desde el Real Madrid Castilla. Con él en el banquillo el Real Madrid conquistó la Champions en una final ajustadísima frente al Atlético de Madrid en Milán. Era la undécima del club blanco y la primera de Zidane como técnico a los pocos meses de llegar al puesto. Después fue la Supercopa de Europa, una final ganada al Sevilla en un desenlace agónico después de que Ramos marcara el empate en el minuto 93 para acabar imponiéndose en la prórroga. Y finalmente el Mundial de Clubes tras imponerse al Kashima japonés por 4-2 con más apuros de los previstos.
Pero no sólo de los títulos vive el técnico. Sus 37 partidos invictos, a sólo dos del récord de Luis Enrique hablan muy mucho de la solvencia de un equipo que ha sabido sobreponerse a la adversidad como pocos. Enderezado el rumbo tras la marcha de Benítez ha sabido dar equilibrio a una plantilla cargada de estrellas donde muchos daban por hecho la marcha de algunas de ellas al no contar con los suficientes minutos. Jugadores como Isco hace tiempo o James más recientemente han estado en las quinielas para abandonar el club por lo poco que jugaban pero el entrenador ha sabido darles minutos cuando se necesitaban y, lo que es más importante todavía, les ha hecho partícipes de un proyecto común al ser jugadores con los que cuenta.
Capítulo aparte merecen las lesiones, como las de Modric, Casemiro, Koos, Ramos o Morata. El técnico ha suplido las bajas con jugadores que han cumplido a la perfección su papel y eso no se consigue si un jugador no está comprometido con el proyecto tal como quiere Zidane, circunstancia que ha propiciado que el Madrid lidere la Liga con ventaja sobre el eterno rival y esté vivo en todas las competiciones por las que volverá a pelear de seguir en esta línea.
Los jugadores le respetan, los dirigentes le ponen como modelo y para la grada es el referente madridista por encima incluso de jugadores como Cristiano Ronaldo. Hoy Zidane es el líder de un Madrid que se gusta y que es el rival a batir en todos los torneos en los que compite.