Valencia elimina al Barça y jugará la final contra el Madrid, que necesitó otra prórroga ante Baskonia
- Los anfitriones no pueden vengarse de la final de 2016 y caen en el tiempo extra (99-103)
- Los blancos buscarán este domingo su cuarto título consecutivo en la competición
- Los azulgrana permiten la remontada 'taronja' (67-76) y profundizan su crisis
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El Real Madrid volvió a tirar de fe y de orgullo para derribar este sábado tras una prórroga, como ocurrió el jueves en cuartos de final, la férrea resistencia de un bravo Baskonia. Los blancos buscará este domingo su cuarta Copa del Rey consecutiva ante el Valencia, que ha remontado ante el Barça (67-76) para confirmar la crisis de los azulgrana.
La madurez de un inmenso Luka Doncic, los puntos de Anthony Randolph y la sangre fría de Sergio Llull en los momentos decisivos de la primera semifinal fueron demasiados obstáculos para un equipo vitoriano que lo dio todo pero acabó desfondado en un duelo vibrante.
Al ritmo que marcaba Shane Larkin, defendido de salida por Carroll, y aprovechando el poder reboteador de Johannes Voigtmann, el Baskonia arrancó con mínimas ventajas que pudo contrarrestar de inicio Felipe Reyes bajo los tableros.
La igualdad en la pista se reflejaba en el marcador. El partido era de alto nivel, lucha a raudales y máxima intensidad en ambas zonas.
Tras su salida a pista, Andrea Bargnani dio oxígeno a los suyos con dos de los cuatro triples que permitieron a los locales finiquitar el primer cuarto con cinco de ventaja (20-15).
El Real Madrid metió una marcha más en un segundo acto casi perfecto, selló al máximo su defensa y atacó con más criterio y velocidad hasta sumar un parcial de 10-2 adornado con sendos 'alley-oops' que le devolvió el mando del partido.
Larkin reaccionó y sumó cinco puntos que fueron rápidamente respondidos por Luka Doncic. Baskonia empezó a dudar y Anthony Randolph le castigó con dos triples consecutivos que ampliaron la herida abierta en la defensa baskonista.
El estadounidense hizo mucho daño, al igual que un Doncic soberbio que dio todo un recital. La joven perla eslovena aportó 13 puntos, tres rebotes, dos asistencias y 16 de valoración en un segundo cuarto para enmarcar que los madridistas dominaron claramente (29-15) y que les permitió llegar al descanso con nueve de ventaja (35-44).
A tirones
No bajaron los de Pablo Laso el ritmo en la reanudación y llegaron a gozar de ventajas de hasta 13 puntos. Baskonia, al verse contra las cuerdas, tiró de orgullo, selló al máximo sus líneas defensivas y volvió a meterse en el partido tras una brava reacción liderada por Hanga que le otorgó un 13-2 de parcial (48-50, min 25).
En el ecuador del tercer acto, empezaba un partido nuevo. Llull y Rudy Fernández golpearon con sendos triples y cada error de los vitorianos era castigado en la siguiente jugada, aunque supieron mantenerse en el partido a base de raza (64-68, min 30).
Con un 12-4 de inicio en el último cuarto, Baskonia recuperó muchos minutos después el mando en el marcador y, sobre todo, la sensación de que podían meterse en la final gracias a su mejor hombre, Rodrigue Beaubois (76-72, min 34).
El Real Madrid andaba menos fino y el Buesa Arena empujaba a los suyos como en las grandes ocasiones. Beaubois y Doncic, inmensos en ataque, mantuvieron un intenso duelo anotador del que salía mejor parado el equipo vasco, con rentas de ocho puntos a tres minutos del final y su acierto en el triple como su mejor argumento.
Hasta que, como suele ocurrir, apareció Llull y con siete puntos seguidos empató a 89 a medio minuto del final. Larkin falló el triple que le hubiera dado el triunfo y no pudo evitar la prórroga.
En el tiempo extra el base balear siguió caliente, disfrutando como nadie en esos escenarios, a lo que se sumó la oportuna aparición del mexicano Gustavo Ayón que sacó oro en dos jugadas de 2+1 a las que ya no pudo responder un Baskonia que lo dio todo y tendrá que esperar para levantar su séptima Copa del Rey. [Datos del Real Madrid - Laboral Kutxa
En la siguiente semifinal, el Valencia eliminó a un Barcelona Lassa inferior que acusó su plaga de lesiones y que dice adiós a un trofeo que buscaba como bálsamo para su aciaga temporada (67-76).
Desde el salto inicial, las tendencias de ambos equipos parecían una prolongación de sus actuaciones de cuartos de final, con un Barcelona atascado en ataque y falto de ideas y un Valencia con mayor determinación, que golpeó primero ante un rival que solo fue de anotar una canasta en los cinco primeros minutos, un solitario triple de Tyrese Rice, que desapareció para el resto del partido.
Fernando San Emeterio, con sus diez puntos sin fallo en el primer cuarto, mantuvo por delante a los suyos, aunque los azulgranas fueron capaces de recortar desde el perímetro y, con el segundo triple de Vezenkov sobre la bocina, apretaron el marcador (17-19, min. 10).
Coincidiendo con el inicio del segundo acto, al conjunto taronja se le fundieron los plomos, dando sus primeros síntomas de debilidad en esta Copa. Los minutos pasaban y sus jugadores eran incapaces de ver aro, lo que supo aprovechar el Barcelona sin grandes esfuerzos.
La sucesión de errores de los valencianos fue desesperante. Solo fueron capaces de anotar un triple, una canasta de dos puntos y cuatro tiros libres en diez minutos, con lo que a los hombres de Georgios Bartzokas le bastó con colgar balones a Ante Tomic para ir abriendo una brecha que al descanso era ya de nueve puntos (38-29).
Reacción valenciana
En nada se parecían hasta ese momento los hoy visitantes al equipo que derrotó con solvencia al Herbalife Gran Canaria en cuartos. Su apagón fue similar al que tuvo el Unicaja en la segunda parte ante un Barcelona mermado que parecía asustar solo con su presencia en la pista.
Aunque el paso por vestuarios les permitió pasar página en la reanudación. Pierre Oriola, con nueve puntos en el tercer cuarto, y un soberbio Rafa Martínez que ejerció como revulsivo y anotó tres triples, igualaron la batalla tras cuatro minutos y medio en los que se apreció una sensible mejoría en el Valencia Basket.
Y no solo eso, sino que su acierto desde el perímetro les empezó a despejar el camino a la final con ventajas que fueron creciendo hasta los diez puntos y que un triple de Petteri Koponen rebajó a ocho sobre la bocina (51-59).
También arrancaron más metidos en el partido los últimos diez minutos los hombres de Pedro Martínez, a los que beneficiaba el intercambio de canastas porque ya manejaban ventajas de dos dígitos y su imagen se asemejaba a la que viene ofreciendo durante toda la temporada.
El Barcelona, con Rice desaparecido, hizo un último esfuerzo y llegó a ponerse a cinco puntos con cuatro minutos y medio por jugar (63-68) pero los valencianos estaban ya lanzados.
[Datos del FC Barcelona Lassa - Valencia Basket