Ulbing y Prommegger lideran una gran jornada para Austria en eslalon paralelo

• La joven y el veterano ganaron el oro en eslalon paralelo de snowboard
• La final masculina se resolvió en duelo fratricida en detrimento de Benjamin Karl
• Ulbing, de 19 años, acabó dando la sorpresa ante la checa Ester Ledecka
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Campeonato del Mundo Snowboard y Freestyle - Snowboard Slalom Paralelo. Finales

La joven Daniela Ulbing y el veterano Andreas Prommegger lideraron una gran jornada para Austria al ganar los oros de eslalon paralelo de snowboard de los Mundiales de Sierra Nevada, cuya final masculina se resolvió en duelo fratricida en detrimento de Benjamin Karl, medallista de plata.

Ulbing, de 19 años, hizo valer, en sesión vespertina, su primer puesto en la calificación de una prueba en la que acabó dando la sorpresa, al derrotar en la final a la checa Ester Ledecka, de 21, que no pudo revalidar el título logrado hace dos años en Kreischberg (Austria), sede de la primera edición conjunta de los Mundiales de snowboard y freestyle.

Ledecka, que también compite en la Copa del Mundo de esquí alpino, se conformó con capturar plata. Y hacer historia, a los pies del Pico Veleta, al convertirse -después de haberlo hecho en febrero en los del deporte rey invernal, en St.Moritz (Suiza)- en la primera mujer que compite el mismo año en dos Mundiales de nieve diferentes.

Sexta en esta disciplina en los Juegos de Sochi (Rusia), hace tres años, y con nueve victorias en Copa del Mundo, a Ledecka se le da bastante mejor el snowboard que el esquí alpino. De hecho, este jueves optará de nuevo al oro en el gigante paralelo.

Pero, pase lo que pase, haber ganado plata en un Mundial de tabla de nieve, un mes después de acabar en el 'top 30' en el descenso (fue vigésima primera), el supergigante (29) y la combinada (vigésima) de los Mundiales de alpino de St.Moritz, convierten a la checa en referencia del deporte invernal.

Aunque la triunfadora fue Ulbing, que ganó con todas las de la ley,  ya que antes de dar cuenta de Ledecka, eliminó en cuartos a la suiza Patrizia Kummer, que hace cuatro años ganó la Copa del Mundo de la disciplina, precisamente en Sierra Nevada. Un curso antes de subir a lo más alto del podio en los Juegos de Sochi (Rusia) en gigante.

Y en semifinales, Ulbing se deshizo de la rusa Alena Zavárzina, que acabaría ganándole el duelo por el bronce a la alemana Cheyenne Loch.

Zavárzina está casada con Vic Wild, protagonista de una de los casos más curiosos de la historia del snowboard. Wild nació hace 30 años en White Salmon (Washington), en Estados Unidos, país para el que competía y que, tras los Juegos de Vancouver 2010 (Canadá), decidió cerrar su programa de snowboard alpino.

Un cambio radical

Un año después, Wild contrajo nupcias con Zavárzina y solicitó la nacionalidad rusa. Y tres temporadas más tarde se convirtió, en los Juegos de Sochi, en el primer campeón olímpico en dos disciplinas diferentes del snowboard, al ganar en Rosa Khutor gigante y eslalon.

Conocer a Zavárzina cambió radicalmente su vida. No sólo se llevó dos oros y un bombón: además, el Presidente ruso, Vladimir Putin, lo distinguió, tras sus éxitos, con la Orden al Mérito por la Patria rusa.

Wild deberá esperar a este jueves a ver si gana medalla. Porque esta vez sólo fue octavo, traes caer en cuartos ante su compatriota Andrey Sobolev (éste sí nacido en territorio ruso: en Tashtagol), subcampeón de la disciplina y oro en gigante hace dos años en Kreischberg.

Sobolev abandonó la pista -con salida a 2.520 metros de altura, un desnivel de cien y dos 'carriles' de 24 puertas- con la medalla de bronce, tras imponerse al suizo Nevin Galmarini en la ronda por la tercera plaza.

Con la seguridad de que el himno austriaco volvería a sonar una segunda vez en la esta vez soleada, pero muy ventosa Sierra Nevada, Prommeger, de 36 años, logro el mayor éxito de su carrera, que comenzó a forjar con el primer puesto de la calificación.

Tras eliminar a otro compatriota, Alexander Payer, en octavos; y dar cuenta del italiano Aaron March, en cuartos, Prommeger echó en 'semis' a Galmarini.

Y retó en la final a Karl, de 31, con bastante mejor palmarés que él, al haber capturado el título de eslalon en los Mundiales de Sungwoo (Corea del Sur), que revalidó dos años después en la estación española de La Molina, donde también ganó el gigante.

A los que añadió otro oro, en el gigante de Stoneham (Canadá), en 2013; y un bronce, es esa disciplina, hace dos, en Kreischberg.

Plata olímpica en gigante en los Juegos de Vancouver, cuatro años antes de ganar bronce en eslalon en los de Sochi, Karl llevaba, sobre el papel, todas las de ganar la final de Sierra Nevada. Pero Prommegger, cinco años mayor que él, no podía dejar escapar esta oportunidad. Ganó la manga decisiva. Y el "Land der Berge" sonó en su honor.