Kwiatkowski le gana el sprint a Sagan
- El corredor polaco se impone en la meta al gran favorito
- Sagan atacó a seis kilómetros de la meta de la 'classicissima'
El polaco Michael Kwiatkowski se adjudicó la Milán - San Remo 2017 tras imponerse en un apretado sprint a uno de los grandes favoritos, Peter Sagan, y al francés Julian Alaphilippe (7h08.38).
El eslovaco quiso hacer valer su condición de favorito a seis kilómetros de la meta, con un demarraje que solo fue respondido por Kwiatkowski y Alaphilippe. Los tres consiguieron los suficientes segundos de ventaja sobre el pelotón como para dirimir el duelo final.
Se trata de la segunda ocasión en que Sagan, campeón mundial, acaba segundo en la Milán-San Remo, la anterior ocasión fue en 2013, una prueba que nunca ha ganado. Para Kwiatkowski, de 26 años, se trata de la segunda victoria en 2017, pues también se adjudicó la italiana Strade Bianche.
La "Classicissima", que salió de la Via de la Chiesa Rossa en Milán y concluyó en la Via Roma de Sanremo, empezó con un grupo de diez ciclistas, entre los cuales también estaba el español Julen Amezqueta (Wilier Triestina), que se escaparon ya en cuarto kilómetro.
Los diez se hicieron con un margen de unos cuatro minutos sobre el pelotón y lo defendieron hasta los "capos" Mele, Cervo y Berta, en las cercanías de Imperia, cuando empezaron a perder su ventaja.
Tras superar el Cipressa, todos los grandes favoritos para la victoria final habían alcanzado a los escapistas, con Gaviria, Sagan y Kwiatkowski que se acercaron a la cabeza de la carrera.
El doble campeón mundial Sagan rompió el grupo a falta de dos kilómetros para el final, en el Poggio de San Remo, y marcó la diferencia con el resto de los favoritos en la bajada, en la que dejó sin opciones de ganar a Gaviria.
Kwiatkowski se había quedado ligeramente atrás en el Poggio, pero logró alcanzar al grupo en el último kilómetro y batir a Sagan poco antes de la línea de meta, confirmando su gran estado de forma.
"Ha sido un final increíble. No me esperaba poder ganar el Strade Bianche y ahora también la Milán-Sanremo. Tengo que agradecer a mis compañeros por la ayuda. Me dijeron que era el líder y que podía ganar", declaró el polaco al finalizar la carrera en una entrevista con Rai Sport.