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Tenis | Masters de Montecarlo

Nadal y Ramos, final española en Montecarlo

  • El balear no ha dado opción al belga David Goffin (6-3 y 6-1)
  • El barcelonés se ha deshecho del tenista francés Lucas Pouille (6-3, 5-7, 6-1)
  • Es la pimera final de un Masters 1000 que va a disputar Ramos

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Rafa Nadal jugará la final de Montecarlo frente a Albert Ramos
Rafa Nadal jugará la final de Montecarlo frente a Albert Ramos

El español Rafa Nadal cumple los pronósticos y vence al belga David Goffin (6-3 y 6-1) para disputar su undécima final del Masters 1000 de Montecarlo, donde busca su décimo título.

El vigente campeón se medirá a otro español, Albert Ramos, que se ha convertido por derecho propio en la revelación del torneo desde que eliminara en octavos al número uno mundial, Andy Murray.

El momento clave del encuentro Nadal-Goffin se produjo en el sexto juego y en el minuto 35. Dominaba el belga, 3-2 con rotura gracias a un sólido revés a dos manos, y dispuso de una oportunidad de marcar el 4-2, cuando una bola del español fue cantada fuera por el línea. El jugador belga se dirigió a ella y la marcó fuera, pero el juez de silla francés Cedric Mounier quiso bajar y mirar el bote.

Mounier decidió que la bola de Rafa era buena y que se repitiera el punto, ante las protestas de Goffin que defendía con todas sus fuerzas que esa no era la bola. Nadal ganó ese polémico juego después de 16 minutos y luego sumó en total cuatro a continuación para hacerse con el parcial.

La superioridad de Nadal en el segundo parcial fue indiscutible. Sólido al fondo, controlando mucho mejor el revés a dos manos de Goffin que le había crucificado en el primero, rompió pronto (2-1) y de ahí hasta el final dominó con tranquilidad. Goffin no cedió hasta la tercera bola de partido, felicitó a Nadal en la red, pero no dio la mano a juez de silla Mounier.

Ramos se sobrepone ante Pouille

El tenista español Albert Ramos se ha deshecho del tenista francés Lucas Pouille al aprovecharse de los altibajos del galo a lo largo del partido, para lograr una victoria (6-3, 5-7, 6-1) que le ha brindado la primera final de Masters 1000 en su trayectoria deportiva, en Montecarlo.

El catalán, decimocuarto favorito, consiguió hacer valer su regularidad a lo largo de las más de dos horas y cuarto de juego disputadas en la pista Rainiero III. De esta forma, espera ya a su rival en la final, que se disputará este domingo. Con un porcentaje casi inmaculado de puntos de rotura conseguidos (5 de 6 para un 83%), logró un hito para su carrera.

En el primer set, el español fue de menos a más para terminar muy sólido con su servicio. Ante un Pouille muy irregular, que era capaz de encadenar buenos golpes y luego estropearlo con una racha de imprecisiones muchas veces injustificables, el catalán se hizo fuerte y terminó sacándole tres bolas de rotura a su rival, las dos últimas fundamentales para sus intereses.

Tras unos primeros momentos de incertidumbre en los primeros juegos, en el que ninguno se encontró cómodo sirviendo, las cosas se fueron poniendo en su sitio. Pero con el 3-3, se acabó esa igualdad. A partir de ese punto, el tenista galo entró en una dinámica negativa de la que supo aprovecharse Ramos para lograr un primer 'break', que consolidó con un servicio en blanco, y otro segundo que le erigió como ganador del primer set (6-3).

Ramos sabe reponerse

En la segunda batalla, el francés se fue encontrando cómodo con su juego, mostrándose más preciso en el ataque y mucho más férreo en la defensa. Tras ir ganado sus saques con mucho suspense, el español, que había conseguido aplacar cinco bolas de rotura, cayó en la sexta para que Pouille se pusiera por delante en un momento clave del encuentro (5-6).

El español tuvo más controlado su saque, mejorando los porcentajes en los primeros servicios, al igual que había conseguido esa mejora su rival. No obstante, Ramos no conseguía terminar de cerrar sus juegos hasta que llegó esa rotura. Y en el último juego del set, el francés, aunque nervioso, logró sacar adelante su saque e igualar el choque a un set (5-7).

Pero hasta allí llegó la muralla gala. Con molestias en la zona lumbar, Pouille trató de jugar rápido, con zarpazos potentes que buscaban lograr puntos fáciles. Sin embargo, Ramos supo responder a esa nueva forma de atacar de su rival y, con dos 'breaks' en el set decisivo, consiguió la victoria final por 6-1, desmontando las posibilidades del galo, que no encontró su juego en ningún momento.