Una nueva victoria en Estambul mete al Real Madrid en la 'Final Four'
- El equipo blanco se ha impuesto al Darussafaka en el cuarto partido (78-89)
- Los de Laso volverán a la ciudad turca para medirse en semifinales a Fenerbahce
Ficha técnica:
78 - Darussafaka (21+17+20+20): Wilbekin (14), Wanamaker (25), Clyburn (11), Moerman (2) y Zizic (6) -equipo inicial-, Harangody (2), Batuk (-), Aldemir (-), Bertans (8), Anderson (10) y Slaughter (-).
89 - Real Madrid (24+21+27+17): Llull (17), Doncic (11), Taylor (5) Randolph (15) y Ayón (8) -cinco titular- , Rudy (5), Carroll (12), Draper (-), Reyes (-), Hunter (1) y Thompkins (15).
Árbitros:
Damir Javor (SLO), Sreten Radovic (CRO) y Fernando Rocha (POR). Eliminaron por faltas a Wilbekin.
Incidencias:
Cuarto partido de las eliminatorias de cuartos de final de la Euroliga disputado en el Volkswagen Arena ante 4.954 espectadores.
El Real Madrid se ha clasificado para la gran Final Four de la Euroliga después de imponerse en el cuarto partido de la serie al Darussafaka en Estambul (78-89). Será su cuarta fase final en las últimas cinco temporadas.
Los madridistas estarán en el Sinam Erdem Dome de Estambul del 19 al 21 de mayo y su primer rival será el Fenerbahce. En caso de vencer jugarían por el título ante el triunfador del duelo entre CSKA y Olympiacos o Efes.
La última vez que el campeón español levantó el trofeo fue en la edición celebrada en Madrid en 2015, que su puso su noveno título y lo ratificó como el equipo más laureado de la competición.
Doncic y Llull vuelven a liderar
El mejor equipo de la temporada regular no falló en su primera oportunidad de sellar en el Volkswagen Arena. Los blancos contaron con la incuestionable aportación de su capitán (17 puntos y 5 asistencias), el acierto oportuno en el tiro libre de Jayce Carroll (5/5) y la importante anotación de los estadounidenses Randolph y Thompkins (15), fundamentales para sortear la trampa turca dispuesta por Blatt y encabezada por Wanamaker.
La puesta en escena de los turcos en el primer periodo fue toda una declaración de intenciones, con un parcial inicial de 5-0 que dejó claro su empeño en no conceder una cómoda clasificación al equipo de Laso. Pero el buen arranque local encontró respuesta inmediata con un parcial blanco de 11 puntos, encomendado a un inspirado Randolph -que se permitió incluso un alley oop- y que obligó a detener pronto el choque a David Blatt.
Un tiempo muerto a partir del cual se volvió a hacer manifiesto el tuya-mía que ha caracterizado toda la serie, protagonizado nuevamente por el ya habitual duelo anotador entre Brad Wanamaker y Sergio Llull (10 puntos ambos de inicio). Las embestidas de uno y otro conjunto encontraron siempre réplica en el periodo inaugural (21-24), pese a la exigua aportación de dos jugadores a priori vitales, Doncic en los blancos y Clyburn en los otomanos.
Dominio repartido y marcador ajustado también en un segundo cuarto en el que la anotación descendió ligeramente con las rotaciones. Tan solo Trey Thompkins, baja el anterior choque por una lumbalgia, pudo romper el aro rival para establecer una cuantiosa renta (28-36) en el marcador. No conseguía frenar el cuadro de Blatt al 'iluminado' estadounidense, algo que agravó con incontables pérdidas para irse al descanso siete unidades por debajo (38-45).
Lo único que mantuvo con vida a Darussafaka fue, como de costumbre, la hábil mano de Wanamaker, sustento turco con 25 puntos en el partido ante la demora en la ayuda desde el perímetro de Wilbekin. En esas, el Real Madrid aumentó el colchón a los 11 puntos (41-52) a pesar de no guardar su rebote ofensivo, puesto que los estragos ocasionados por Ayón bajo el aro turco y el ritmo alto de sus jugadores exteriores bastaban para no pasar apuros.
Nada más lejos de la realidad. Wanamaker y Wilbekin, máximos anotadores en las filas turcas, se encargaron de llevar la voz cantante en ataque y metieron de nuevo a los suyos en el choque (49-52) cuando peor pintaban las cosas en el Volkswagen Arena. No obstante, respaldados en la siempre fiable dirección de Llull y la resolución de Thompkins (6/9), los merengues se entonaron para neutralizar el entramado defensivo local a pesar a que el colegiado se inventó una falta inexistente (58-65).
En los mejores momentos de Darussafaka sobre la cancha y precisamente cuando más creyó el público turco en sus posibilidades, llegó la acción que terminó de decantar la balanza a favor de los madridistas. Dos técnicas, una de Harangody y otra de Blatt, por protestar una decisión arbitral significaron un carrusel de tiros libres de los que Carroll se encargó de sacar tajada, estableciendo una renta de 14 puntos a falta del último periodo.
El Real Madrid había sacado partido al 'bonus' de Darussafaka, hiriéndole con un atinado lanzamiento del que anecdóticamente ambos equipos se bastaron para pasar del 54-63 al 58-72. Conocedor de los peligrosos últimos arreones de los turcos, que este viernes no estuvieron nada acertados en el tiro exterior (6/27), el conjunto madridista mantuvo eficazmente la diferencia hasta el último suspiro local (72-82).
Esta vez tampoco iba a pasar por un trámite asequible en los instantes finales el equipo de Laso, algo precipitado en sus tiros e incapaz de superar a la férrea defensa turca. Precisamente tres minutos que necesitó Darussafaka para acercarse a seis puntos (76-82) a falta de 120 segundos y amagar con la remontada. Sin embargo, volvió a aparecer el de siempre, el '23' blanco, con un 2+1 para sofocarla y meter al Real Madrid, con más sufrimiento del esperado, en su cuarta 'Final Four' en los últimos cinco años.
La victoria certifica el regreso del Unicaja a la Euroliga
La victoria del Real Madrid confirma el regreso del Unicaja a la Euroliga la próxima temporada, ya que solo el triunfo final del Darussafaka en la máxima competición continental hubiera impedido su participación.
Según las normas de la Euroliga, en el caso de que un equipo sin licencia A levantase el título, se garantizaría su presencia en la siguiente edición, y solo el Darussafaka podía lograrlo ya que los otros siete equipos que disputaban los cuartos de final tenían licencia permanente.