El Valencia resiste ante el Barça y pasa a semifinales
- El conjunto taronja se lleva el tercer partido en La Fonteta por 67-64
- Espera rival del duelo entre Baskonia y Gran Canaria
Ficha técnica:
67 - Valencia Basket (19+12+18+18): Diot (5), Rafa Martínez (12), San Emeterio (13), Sikma (6), Dubljevic (10) -cinco titular- Thomas (7), Sato (-), Vives (2), Oriola (2), Sastre (9) y Kravtsov (1)
64 - Barcelona Lassa (14+12+21+17): Rice (18), Oleson (9), Perperoglou (7), Vezenkov (2), Tomic (14) -cinco titular- Munford (-), Claver (-), Eriksson (3), Koponen (3) y Renfroe (8).
Árbitros: García González, Conde y Castillo. Eliminaron por faltas personales a los locales Vives (m.34) y a los visitantes Oleson (m.40).
Incidencias: tercer y definitivo partido de los cuartos de final de la Liga Endesa disputado en el pabellón de la Fuente de San Luis ante 8.450 espectadores.
El Valencia Basket es el primer semifinalista de la Liga ACB, tras vencer en el tercer partido del playoff de cuartos al Barça 67-64 en La Fonteta. Ahora espera rival del duelo entre Baskonia y Gran Canaria, que también se resuelve este domingo en el tercer partido.
En esta ocasión el talento de Tyrese Rice no fue talismán para el Barça, que apretó en los minutos finales para llevarse el partido.
El estadounidense falló dos triples en la última posesión para empatar el choque y antes había fallado Alex Renfroe otro tiro desde la línea de 6'75 que podía haber cambiado el signo del encuentro. En la otra canasta, un tiro libre del Fernando San Emeterio y otro de Joan Sastre, dieron al Valencia el último soplo de energía para salir vivo.
El Valencia Basket arrancó el encuentro con el cuchillo entre los dientes. Su agresividad defensiva sorprendió al Barcelona y le dio confianza para, combinado tiros exteriores con canastas cercanas al aro, abrir la primera brecha y obligar a Georgios Bartzokas a un primer tiempo muerto (15-3, m. 4).
El Barcelona entró en el encuentro gracias a un par de triples de Oleson y Koponen pero, sobre todo, gracias a que su defensa empezó a hacer dudar al Valencia. Joan Sastre logró sostener a los locales pero la pérdida de fluidez era evidente y se vio acentuada por la aparición de Renfroe que, como el jueves, dio energía y confianza al Barça.
La baja de Diagne hizo que Bartzokas apostara por Claver como 'cinco' de recambio de Tomic y no le pudo salir mejor. El valenciano secó por completo a Bojan Dubljevic y, además, los locales se obsesionaron con nutrirle de balones, lo que acabó por frenar el ataque local.
Por momentos, el partido se volvió loco. Los dos equipos encadenaron pérdidas sin poder salir de esa espiral. Solo Koponen parecía mantener cierta clarividencia pero en la última jugada un triple de San Emeterio y una horrible última jugada del FC Barcelona permitieron al Valencia llegar al descanso con una pequeña ventaja y mejores sensaciones (31-26, m.20).
Seis puntos seguidos de Dubljevic y un triple de Rafa Martínez pudieron lanzar a los locales en el inicio de la segunda parte pero el Barça respondió más que bien. Un triple de Oleson, otro de Rice y un 'dos más uno' del estadounidense sostuvieron al Barcelona y minaron la moral valenciana.
Los nervios jugaron una mala pasada a los locales que se precipitaron hasta permitir que su rival tuviera dos opciones para ponerse por delante. Pero las erró y encima perdió por lesión a Víctor Claver. Aún así el Barça mantuvo el tipo y no se descolgó porque Rice se echó a su equipo a la espalda y nadie pudo frenarle (62-61, m.36).
El estadounidense, bien ayudado por Tomic pese a sus cuatro faltas, respondió a cada ataque del Valencia, incluido un triple de Sastre desde la esquina que parecía un misil en la línea de flotación blaugrana. Solo los errores de Tomic en los tiros libres impidieron que el Barcelona se pusiera por delante.
Con un punto arriba el Valencia, una discutida falta de Oleson, la quinta del escolta, hizo que San Emeterio anotara un tiro libre. Después llegó el fallo de Renfroe desde la línea de tres, con un tiro que se salió de dentro, el punto anotado por Sastre, a falta de doce segundos, y la agónica última posesión blaugrana en la que Rice no pudo completar su gesta de resucitar al Barça.