Ricardinho le da al Inter su cuarta liga consecutiva
- 'O Mágico' decide el quinto partido de la final con un gol antológico en el 37' (2-1)
- Su caño a Ferrao y su disparo cruzado ante Paco Sedano hundió al Barça
- Gadeia había adelantado a los locales y Roger había puesto la igualada
- Vuelve a ver el Movistar Inter 2-1 FC Barcelona Lassa en RTVE.es A la carta
Todos los focos le apuntaban a él. La cuarta liga consecutiva pasaba por sus botas. El tercer título de la temporada le buscaba como protagonista y él quería su décimo trofeo desde que aterrizara en España. Era su día y Ricardinho no decepcionó. El portugués ha vuelto a hacer de las suyas y con un gol de esos que se recordarán ha decantado un duelo en el minuto 37 que podía caer para cualquier lado. [Vuelve a ver el Movistar Inter 2-1 FC Barcelona Lassa en RTVE.es A la carta
Con su maravilla, el Movistar Inter se ha impuesto al FC Barcelona Lassa 2-1 en el quinto y definitivo partido de una final de la Liga Nacional de Fútbol Sala inolvidable. Gadeia había marcado el primero (min. 7) y Roger había hecho el empate (min. 35).
El partido más serio de la serie
El equipo madrileño es un dragón que durante los tres primeros partidos de la final no enseño las garras. Ha tenido que verse entre la espada y la pared, en el cuarto y en el quinto, para demostrar su casta y acabar llevándose este campeonato, su cuarta liga consecutiva.
Demostró seriedad en el cuarto partido en el Palau pero aún más en el quinto ante su público. El marcaje que Carlos Ortiz ha hecho sobre Ferrao ha sido impecable, tan eficaz que al brasileño no le han dejado originar una ocasión franca entre el capitán y las ayudas siempre generosas de sus compañeros.
Al FC Barcelona si se le priva de jugar fácil con su pívot le cuesta crear peligro de gol, máxime cuando su otro depredador, Dyego, no ha sido el de los otros partidos de playoff. Una muestra del desquiciamiento culé en la primera mitad fue el llegar a acumular cinco faltas antes de cumplirse el minuto 15 de partido.
Cimentados en esa seria defensa, los de Jesús Velasco se han trabajado el triunfo piedra a piedra. Jesús Herrero no necesitó ser el salvador del sábado pero sí que acertó en todas las que le llegaron.
Al descanso el marcador se fue 1-0 gracias al gol de Gadeia en el minuto 7. El brasileño sorprendió al ganar la espalda a los blaugranas y batir a Sedano con un impecable disparo cruzado.
Era un paso tan solo. Siguieron trabajando duro, espoleados por un pabellón entregado que no concedió ni un respiro a los visitantes en cada refriega de las muchas que se sucedieron.
El Barça se pone el mono de trabajo
Ante la seriedad de los locales, los de Andreu Plaza se remangaron en la segunda parte en busca de la igualada de la mano de currantes como Rafa López, Roger, Tolrá, Joselito y compañia.
Tuvo el empate Dyego en el minuto 27 después de interceptar un pase pero su disparo se fue rozando la escuadra izquierda de la portería local, Joselito también rozó el gol en el 29 pero su finalización del contraataque no fue certera, y de nuevo Joselito al toparse con Rafael Rato cuando ya había superado al portero en el minuto 30.
De todas las oportunidades, la que más silencio puso en el coliseo de Torrejón fue la de Adolfo en el 33, su remate se fue al larguero y al bajar no llegó a traspasar la línea de gol.
La insistencia tendría premio y los de Andreu Plaza encontraron el tanto en una jugada individual de Roger Serrano en el minuto 35. La partida de ajedrez estaba más viva que nunca. La única falta de concentración que atravesó Jesús Herrero en todo el partido.
Ricardinho aparece y lo cambia todo
Era el jugador al que todo el mundo esperaba. El astro que acostumbra a hacer genialidades no había sido decisivo en los primeros cuatro partidos. Se estaba reservando.
El jugador portugués decidió salir al rescate de su equipo y de toda su afición cuando más se le necesitaba. Recibió la pelota y tras el aclarado de sus compañeros encaró a Ferrao, le tiró el caño y fusiló a Paco Sedano.
Todo lo hizo en apenas un segundo pero en ese segundo se decantaba un título y se escenificaba al mismo tiempo la victoria en el pulso particular de los dos colosos de la final.
Tras el gol el Barça arriesgó con portero jugador pero el dragón se había agazapado de nuevo. Ya no hacía falta sacar las garras, simplemente volar hacia la victoria final.