El tren de Rigoberto Urán tiene parada en el Vélodrome de Marsella
- El reloj de Marsella designará a los componentes del podio final de París
- Froome es claro favorito pero su renta son 23'' y 29'' con sus inmediatos rivales
- El colombiano necesitará hacer la crono de su vida para pelear por el amarillo
- Tour 2017 en directo; etapa 20, sábado a las 15:00h. en Teledeporte y RTVE.es
Hay trenes que solo pasan una vez en la vida y puede que este sábado veamos pasar al convoy más importante al que se pueda subir en su carrera el ciclista colombiano Rigoberto Urán (Cannondale). [Tour 2017 en directo
Tras más de 3.500 kilómetros y la travesía de cinco macizos montañosos el Tour de Francia más ajustado de los últimos años se jugará en una corta y técnica etapa cronometrada totalmente llana con excepción de un ascenso de 1,2 kilómetros con una pendiente media del 9,5 % para llegar a la basílica de Notre Dame de la Garde, que preside la ciudad mediterránea.
A sus 30 años, Urán tiene ante sí la oportunidad más importante de ganar un Tour. Para ello necesitará hacer la contrarreloj de su vida, la que le permita superar al británico Chris Froome (Sky) en más de 29 segundos (diferencia actual entre el líder y el tercer clasificado).
“Es la etapa más importante de mi vida“
"Creo que es la etapa más importante de mi vida por estar tan cerca de poder tener el amarillo", reconocío el mismo Rigoberto en la meta de Salon De Provence.
Froome, claro favorito para la victoria parcial y general
Está claro de que no será tarea fácil, no hay más que ver la confianza que despierta el colombiano en las casas de apuestas. Froome es, de lejos, el favorito de entre los candidatos al maillot amarillo, incluso el británico es el más señalado para sumar su única victoria en esta 104ª edición y evitar así celebrar su cuarto Tour sin festejar un triunfo de etapa.
El británico de Kenia se mantiene en lo más alto gracias precisamente a las diferencias que estableció en la único etapa contra el reloj disputada en este Tour, en el primer día. Ese día en Dusseldorf, el jefe de filas del Sky aventajó en 39 segundos a Bardet y en 51 a Urán.
Esa actuación y sus antecedentes como gran contrarrelojista le ponen en las quinielas de todos. Ha ganado dos cronos en el Tour, en 2013 durante su primera victoria la de 32 kilómetros entre Embrun y Chorges y el año pasado durante la tercera entre Sallanches y Megève, de 17 kilómetros. Ha sido segundo en cuatro ocasiones, superado siempre por especialistas en la lucha contra el crono, en dos de los casos no comprometidos en la lucha por la general y, en los otros dos, por el que fuera su jefe de filas en 2012 Bradley Wiggins.
Todo ello hace que el británico afronte con cierta garantía la etapa y que, salvo desgracia, sirva para afianzar su cuarto triunfo. Pero ojo, un inoportuno pinchazo o una desgraciada avería y todas las apuestas se vienen abajo.
“La historia no importa, importa el presente“
El propio Froome viene repitiendo que Urán es el más peligroso en la lucha contra el crono. "La historia no importa, importa el presente", señaló 'Rigo'.
El colombiano, que ha disputado 18 cronos en su carrera, ha ganado dos, el campeonato de su país en 2015, sin rivales de entidad, y una en el Giro de Italia de 2014: 42,2 kilómetros entre Barbaresco y Barolo, donde salió vestido de rosa tras superar al italiano Diego Ulissi y al australiano Cadel Evans.
Sin convertirle en un contrarrelojista, esos resultados muestran que es mejor que Romain Bardet (Ag2r), segundo clasificado a 23'' del líder, en esa especialidad. El francés de 26 años ha disputado 10, sin ningún triunfo, al contrario, la lucha contra el crono supone su principal laguna.
El colombiano y el francés no deben temer mucho caerse del podio. Su principal amenaza es el español Mikel Landa, cuarto de la general a 1.07 de la tercera posición, una diferencia grande pese a que el segundo hombre del Sky ha acabado en gran forma el Tour.
Un último examen de 22,5 kilómetros
El juicio final del 104 Tour se decidirá en una contrarreloj de 22,5 kilómetros, prácticamente llanos, por las calles de Marsella, un ejercicio propicio para acabar de jalonar una de las generales más apretadas de la historia.
La etapa, totalmente llana con excepción de un kilómetro de ascenso a la basílica de Notre Dame de la Garde, que preside la ciudad mediterránea francesa, decidirá el podio final de los Campos Elíseos para el día siguiente.